Álvarez entrega su primera cuenta pública en inédito formato de entrevista a sus principales directores

• El alcalde más que presentar el estado de situación del municipio en relación al 2024; planteó su proyecto de gobierno comunal y cómo planea lograrlo. 

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“Esto está recién comenzando”. La frase fue repetida, al menos, en cuatro oportunidades en las casi dos horas que duró la primera cuenta pública del alcalde Sebastián Álvarez. Y claro. Porque más que una cuenta pública fue una declaración de un proyecto político que, si bien no lo ha transparentado tan claramente, se proyecta por más de cuatro años. Porque la clave de la puesta en escena del representante de Evópoli se debe leer en un tono político. Y esto, porque lo que se vivió en el gimnasio del Centro Educacional Carlos Holzapfel (toda una señal por cierto) fue una propuesta de objetivos y “sueños” que solo el tiempo dirá si fueron posibles. 

Y para lograrlo Álvarez buscó marcar diferencias con su antecesor, desde lo técnico con la idea de dejar en evidencia que los números dejados por Carlos Barra estaban más cerca del rojo que del azul. Pero también en la puesta en escena. Si antes era Barra el entrevistado por la periodista Natalia Arcaya que le servía de una especie de “bandejera” para que el entonces líder comunal entregara su mensaje; ahora era el propio Álvarez el encargado de entrevistar a sus principales directores. Primero fue el cuestionado Iván Soriano; quien entregó un detallado estado de situación de las finanzas municipales. Más allá del déficit y las críticas a quienes dejaron la municipalidad; Álvarez se encargó de marcar sus diferencias: ya no había grandes asados, grandes eventos y grandes fiestas. “Austeridad” era la palabra usada de denominador común. Incluso alcanzó para que Soriano “revelara” que el jefe comunal decidió restringirse de comprar un vehículo para la alcaldía en $76 millones para usar el dinero en un bus para trasladar a los estudiantes rurales. Aplausos desde la platea a la galería. 

Y después de Soriano fue el turno de Juan Carlos Badilla, el general de Carabineros en retiro encargado de la Seguridad Pública. Y acá hubo anuncios de 64 nuevas cámaras, pórticos de lectura de patentes en la entrada y salida de Pucón. También la compra de tres vehículos y el destaque de la recuperación de áreas verdes para el uso comunitario. No profundizaron eso sí, en la irrupción del crimen organizado que tuvo su punto más complejo con la revelación de la operación de un brazo del denominado “Tren de Aragua” que estuvo a un poco más de 300 metros de donde Álvarez entregaba su cuenta pública. 

Después fue el turno del jefe de la planificación comunal, Alexis Figueroa. Ahí la “entrevista” que le realizó Álvarez pasaba por un concepto “ordenar la casa”. Y hubo dos puntos que resaltaron. Primero la idea de romper la denominada “espina de pescado” para terminar el problema del taco y la propuesta de reemplazar la cuestionada ciclovía de O’Higgins por un espacio caminable y de uso más comunitario. 

Finalmente fue el turno de las mujeres. Carolina Ruiz, la única que venía de la administración anterior que estuvo en la tarima, apareció primero. Cuando subió al escenario se escucharon aplausos, los que se multiplicaron cuando bajó. Su pasada tenía que ver con entregar los datos de todo lo que se ha hecho para potenciar los emprendimientos, ordenar el comercio ambulante y propiciar el crecimiento comunal. Llamó la atención el anuncio de $350 millones para inversión en difusión turística. Quizás, por lo mismo, los aplausos se multiplicaron a su bajada. 

Cerró el ciclo de entrevistas la jefa de la Educación, Katty Rodríguez. Y la instancia fue aprovechada por el alcalde para repasar lo dramático de la situación en la que estaba esa área. De hecho, Álvarez presentó un video de un antes y un después. Todo con música ad hoc y también fuertes imágenes de la pésima condición en la que estaban los establecimientos. ¿El anuncio? Tratar de traer a Pucón universidades y establecimientos técnicos de educación superior para que los jóvenes puconinos no salgan fuera de la comuna para seguir con sus estudios. También hizo un punto político al mostrarse contrario al paso de la Educación Municipal a los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP). Esto, según dijo, para no repetir las malas experiencias de otras regiones del país en las que el sistema está en marcha. Más aplausos. 

Para terminar, el alcalde usó sus últimos minutos para hablar de su “programa estrella”, la alcaldía en terreno. Y esto, según él, para llevar el municipio a la gente y no que la gente vaya al municipio. También mostró otro de sus “proyectos regalones”, la restauración de la Cruz del Padre Pancho. Cerró con un “esto está recién comenzando”. ¿Cuenta pública? Quizás. ¿Profundizar su proyecto? Sin duda.