Seguridad pública en Pucón: el “chancho tirado”

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*Popr Francisco Vega Duarte

Lo del “chancho tirado”, tal como se titula esta columna, es una frase típica del campo chileno. Hace referencia a la existencia de condiciones y oportunidades para que algo se pueda ocurrir. Esa sería la opinión de cualquier delincuente que se diera una vuelta por Pucón. Baja presencia táctica de la seguridad municipal, existencia de vendedores ambulantes, camionetas blancas, cuidadores de autos, borrachines a la entrada de los supermercados. Estos son datos indirectos que podrían condicionar el verano de la comuna.

Se debe señalar que cuando no hay Estado, no es que opera el mercado. Más bien operan las redes delictuales. Por ello el control del espacio público es fundamental para reducir las oportunidades de los delincuentes, así como para generar una percepción de seguridad en los vecinos, así como en los visitantes.

El delincuente analiza su entorno para perpetrar atracos. Pequeños delitos, como el consumo de alcohol y drogas en la vía pública, en nuestro caso, en la plaza principal de la ciudad, Playa Grande y Parque Los Boldos, son proxys (datos indirectos) que observan las bandas delictuales. Esto genera perjuicios al comercio local, así como a las familias que gustan de disfrutar de las bellezas de la comuna.

Recientes han sido los robos en el centro de la ciudad, así como en el Jardín JUNJI Copito de Nieve. Quizás pueden haber problemas de prevención en los establecimientos, pero sin duda, cuando se dejan las calles al descampado, el crimen asola. Siguiendo los datos de www.leystop.carabineros.cl los casos delictuales, comparado noviembre 2025 con 2024 existe un aumento de un 76,9%, siendo el consumo de alcohol y drogas en la vía pública el de mayor aumento con un 274,3%. Similares aumentos se observan en el tráfico de drogas y uso de armas de fuego.

Pucón es uno de los principales centros turísticos de Chile y de Sudamérica. Debemos ser conscientes que un atractor es la seguridad ciudadana. Y eso significa que se debe atacar y controlar ahora la delincuencia, de día y de noche. De lo contrario veremos en los próximos meses la venta de alcohol y drogas desatada en la playa, ola de hurtos en el centro, robos de objetos de y desde vehículos, robo en lugares habitados y no habitados, delitos sexuales, trata de personas con fines sexuales, entre otros.

Nadie quiere eso para nuestra bella comuna. Pero si vemos que no hay articulación entre la seguridad municipal y las policías, como tampoco coordinación en fiscalizar junto a los servicios públicos, es de seguro que se agudizará la crisis en la que se encuentra el municipio. Esto considerando que la promesa de las administraciones de derecha es siempre más orden y seguridad.

*Francisco Vega Duarte es Licenciado en Ciencia Política UC.; Magíster en Gobierno y Sociedad UAH y Ex Coordinador Regional de Seguridad Pública en La Araucanía.

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