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Fatiga invernal: cómo enfrentar el “blues” de la temporada

- Cuando el frío y la falta de luz afectan tu energía, es momento de cuidarte más que nunca
El invierno llega con paisajes que invitan al recogimiento: mañanas de neblina, tardes de lluvia y noches largas que parecen no terminar. Sin embargo, junto con esa atmósfera acogedora, también aparece un malestar silencioso que cada año afecta a miles de personas en Chile: la fatiga invernal, también conocida como “blues” de la temporada.
Aunque muchos piensan que se trata solo de cansancio, este fenómeno está estrechamente ligado a la depresión estacional, un trastorno que aparece en otoño e invierno producto de la menor exposición solar. Menos luz significa menos regulación natural de la melatonina, la hormona que nos ayuda a descansar, y eso altera nuestros ciclos de sueño y estado de ánimo.
En estas regiones, como La Araucanía y Los Ríos, donde predominan las lluvias y las bajas temperaturas, esta sensación se vive con mayor intensidad. La fatiga invernal puede traducirse en falta de energía, irritabilidad, sueño excesivo o, al contrario, insomnio. También son frecuentes los cambios en el apetito, con mayor deseo de consumir carbohidratos y azúcares.
Síntomas que debemos reconocer
Algunos de los signos más comunes son:
- Problemas de concentración.
- Disminución del rendimiento laboral.
- Alteraciones del sueño.
- Estado de ánimo bajo, desánimo o tristeza persistente.
- Mayor susceptibilidad a resfríos y virus, debido a defensas bajas.
Lejos de ser un signo de flojera, la fatiga invernal es una respuesta biológica a la estación, y reconocerla es el primer paso para enfrentarla.
Impacto en la vida diaria y el trabajo
El cansancio invernal no solo afecta la vida personal. En el ámbito laboral, un trabajador fatigado tiende a rendir menos, cometer errores y ausentarse con más frecuencia. Además, el ánimo decaído repercute en el clima de equipo, lo que hace necesario que las organizaciones también se preocupen de este fenómeno.
Estrategias para combatir el “blues”
No se puede cambiar el clima, pero sí es posible adoptar hábitos que marquen la diferencia:
- Aprovechar la luz natural: salir a caminar entre 10 y 30 minutos al día.
- Mantener una buena higiene del sueño: dormir entre 7 y 9 horas, evitando pantallas antes de acostarse.
- Ejercicio físico regular: actividades como yoga, bicicleta o caminata elevan las endorfinas.
- Alimentación equilibrada: frutas, verduras, proteínas y alimentos ricos en omega-3 ayudan al cerebro.
- Momentos de autocuidado: pausas activas, hidratación y conversar con otros.
La fatiga invernal también puede afectar la autoestima y las relaciones sociales, generando aislamiento. Hablar del tema, pedir ayuda y adoptar pequeños cambios cotidianos son claves para sobrellevarla.
En el Hospital Clínico San Francisco de Pucón saben que cuidar la salud mental es tan importante como cuidar la física. Si sientes que el invierno te está pasando la cuenta, recuerda que no estás solo.
Visita www.hospitalpucon.cl y agenda tu cita con nuestro equipo psicológico. Porque incluso en los días más grises, siempre se puede encender una luz interior.