Desde denuncias por filtraciones masivas de datos hasta accidentes fatales: las complicaciones de empresas de scooters en el mundo

• Diversos medios especializados en ciberseguridad reportaron que en 2022 se registró un hackeo a la misma compañía de origen ruso que opera en Pucón y los antecedentes de más de siete millones de usuarios quedaron a disposición del mejor postor en la red. 

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El sábado que recién pasó una noticia policial ocupó algo de espacio en los medios nacionales. Pero fue replicada ampliamente en las redes sociales puconinas. Se trataba del accidente fatal entre un automóvil y un scooter eléctrico de sistema de prepago en Las Condes, Santiago. A causa del hecho, el conductor del vehículo eléctrico salió eyectado y falleció en el lugar.

El fatal accidente se suma a una serie de hechos que ponen de manifiesto una gama de problemas que el uso de estos vehículos —operativos en Pucón desde hace algunas semanas— ha traído no solo en Chile, sino que también en el mundo. Pero no solo la accidentabilidad ha sido tema. También existen casos que tienen relación con la ciberseguridad y la vulneración de datos clave. 

Al menos así queda de manifiesto en varias publicaciones de medios especializados que acusan que en 2022 la empresa Whoosh (la misma que opera en Pucón) fue vulnerada por hackers, presumiblemente ucranianos, y lograron quedarse con una base de datos de más de siete millones de personas. 

“La startup de movilidad Whoosh ha confirmado que ha sufrido una brecha de seguridad y una violación de datos. No le ha quedado otra después de que ciberdelincuentes pusieran a la venta en un foro de piratería una base de datos extraída de sus sistemas que alberga detalles de 7,2 millones de clientes”, se lee en una nota del medio español Escudo Digital. 

Whoosh es una empresa que, según se explica, nació en Rusia en 2018 y desde ahí ha vivido una rápida expansión por todo el mundo. La compañía aterrizó en Santiago en 2023 con mil scooters eléctricos que comenzaron a rodar por las calles de la capital. Desde ahí vivió una expansión a diferentes ciudades de Chile. En Pucón aterrizaron a principios de diciembre y desde ahí las opiniones han estado divididas. De hecho, en una encuesta de la empresa CEST, sobre la aprobación o rechazo de estos vehículos, un 34,5% no los aprueba y un 32,6% está a favor. Un 32,9% no sabe o no responde. 

En la comuna, por cierto, se han registrado una serie de hechos. El último fue previo a la Navidad, cuando un deportista fue impactado por uno de ellos, cuyo conductor luego se fue del lugar sin dar muchas explicaciones. El video fue ampliamente viralizado, así como otras imágenes en las que se ve a usuarios de estos vehículos que no respetan las normas del tránsito y de seguridad. 

Los problemas se han repetido en otras ciudades de Chile. En Ñuñoa, por ejemplo, el municipio de esa comuna terminó el convenio en junio de 2024 por, según se dijo, no alcanzar los estándares mínimos de seguridad. Ahí también se registraron hechos de vandalismo. Sobre esto último, en abril de este año, usuarios agredieron en Concepción a un trabajador de la misma empresa Whoosh, quien trató de frenar la vandalización de estos vehículos. 

Pero no solo accidentes y vandalización, en La Serena se registró un hecho delictual en el que un hombre a bordo de un scooter eléctrico de arriendo robó en un auto estacionado. El delincuente usó el vehículo para huir del lugar. El control de velocidad, eso sí, que poseen los móviles ayudó para que fuera alcanzado por la PDI y capturado.

Entre enero y septiembre de 2025, la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) contabilizó 571 accidentes relacionados a estos vehículos de dos ruedas: un 27,9% más que en el mismo periodo de 2024.

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