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Joven fallecido en el Liucura: informe inicial de autopsia apunta a que no hay “intervención de terceros”

- También se conoció la existencia de testigos que vieron a Valentín Merino camino al río y también en el agua.
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El pasado 11 de marzo el cuerpo de Valentín Merino (19) fue encontrado en el río Liucura. De esta forma se comenzaba a cerrar el ciclo de incertidumbre que envolvió el caso del joven, desde su desaparición el pasado 15 de febrero. Pero con el correr de los días se han conocido otros datos. Y uno de ellos, es que pese a que la autopsia final al cuerpo aún no está entregada formalmente, el informe inicial apunta a que no existe “intervención de terceras personas”. Es decir, que el cuerpo no presentaría signos de haber sido violentado previo a su permanencia en el río. La causa de muerte, entonces, está relacionada a la asfixia por inmersión.
Paulina Guzmán, madre del fallecido, dice que si bien es lo que señala el informe final, es probable que las razones finales de lo sucedido nunca se sepan. “Es lo que se dice en principio, pero hay que ver el resultado final. Pero es algo que probablemente nunca vamos a saber”, dice la progenitora, quien aún mantiene sospechas sobre lo sucedido con Valentín.
Otro de los elementos conocidos con el correr de los días, es la existencia de testigos. De hecho, son tres las personas que prestaron declaración. La primera es una tía del fallecido, quien lo vio correr en dirección al río el día de la desaparición. Esto último concuerda con una imagen de cámaras de seguridad del sector de Quetroleufu, en la que se ve a Valentín bajarse del auto de un conocido y caminar en dirección al Liucura.
También hay un hombre que, según se detalla en la investigación llevada adelante por la PDI, lo vio en el río y lo escuchó pedir ayuda. Según el relato, que existe en la carpeta investigativa, el fallecido habría gritado que era hijo de “Felipe, el del sushi”, en referencia a Felipe Merino, padre del fallecido, quien tiene un local de sushi en Quetroleufu.
El punto es que este último testigo habría tratado de conseguir ayuda y le pidió a un kayakista que estaba río abajo tratar de ayudar a Valentín. El problema es que cuando el kayakista llegó, ya el joven no estaba. De hecho, la PDI llegó primero al deportista que al testigo. Sólo dio con este último semanas después de la desaparición. Por cierto, todas las declaraciones ya están en la carpeta investigativa.
Por ahora, el caso sigue en su proceso normal. Faltan los últimos informes del Servicio Médico Legal (SML) y de la PDI. Es probable que una vez que lleguen, el caso se cierre. Sobre las causas que llevaron a Valentín Merino al río, eso sí, serán más difíciles de dilucidar.