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Cáncer de tiroides: el diagnóstico que sorprende, pero tiene buen pronóstico

- Ha aumentado en Chile en la última década, pero en el 90% de los casos se trata de una enfermedad tratable y con excelentes resultados. Un control a tiempo puede marcar la diferencia.
En los últimos años, el cáncer de tiroides ha aumentado silenciosamente en Chile, transformándose en uno de los tipos de cáncer más frecuentes, especialmente en mujeres. De acuerdo con las estadísticas del Ministerio de Salud (MINSAL) publicadas en 2024, el cáncer de tiroides ocupa el segundo lugar entre los cánceres más comunes en mujeres menores de 50 años, y ha mostrado una tendencia al alza sostenida en la última década. Sin embargo, hay una buena noticia: en más del 90% de los casos, es un cáncer de excelente pronóstico si se detecta y trata a tiempo.
El Dr. Saúl Siso, especialista en cirugía de cabeza y cuello del Hospital Clínico San Francisco de Pucón, nos explica por qué este cáncer está aumentando y cómo podemos enfrentarlo con información y acciones concretas.
Un diagnóstico que muchas veces sorprende
Una de las características particulares del cáncer de tiroides es que muchos casos se descubren de manera incidental.
Este fenómeno se ha visto reflejado en el aumento de diagnósticos en los últimos años. Gracias a la disponibilidad y uso más frecuente de ecografías, es más probable detectar nódulos tiroideos pequeños que antes pasaban inadvertidos. No todos estos nódulos son malignos, pero cuando se identifican características sospechosas, se realiza una punción con aguja fina (PAF), que permite obtener una muestra del tejido y confirmar el diagnóstico.
¿Quiénes tienen mayor riesgo?
El cáncer de tiroides puede afectar a cualquier persona, pero existen factores que aumentan el riesgo:
- — Ser mujer (representan cerca del 75% de los casos).
- — Tener antecedentes familiares de cáncer de tiroides.
- — Haber recibido radioterapia en el cuello en la infancia o juventud.
- — Presentar nódulos tiroideos detectados previamente.
Tipos de cáncer de tiroides y pronóstico
Existen varios tipos de cáncer de tiroides, pero los más frecuentes y con mejor pronóstico son los llamados carcinomas diferenciados, que incluyen el papilar (el más común) y el folicular. Ambos representan alrededor del 90% de los casos y tienen tasas de sobrevida superiores al 95% a cinco años cuando son tratados a tiempo.
Hay también tipos menos frecuentes, como el medular y el anaplásico, que requieren un enfoque más complejo, pero que representan un porcentaje mucho menor de los diagnósticos.
“El mensaje más importante es que, ante un diagnóstico de cáncer de tiroides, la gran mayoría de los casos tienen solución y muy buen pronóstico”, enfatiza el Dr. Siso.
¿Cómo se detecta?
La detección del cáncer de tiroides comienza habitualmente con una ecografía de cuello, un examen simple, no invasivo y accesible, que permite visualizar la glándula tiroidea y detectar nódulos.
Si la ecografía muestra características sospechosas —como bordes irregulares, microcalcificaciones o aumento del flujo sanguíneo—, se indica una punción con aguja fina, procedimiento ambulatorio que permite estudiar las células del nódulo. Si el resultado indica malignidad o sospecha, se planifica el tratamiento según cada caso.
“El control preventivo es clave, sobre todo si hay antecedentes familiares o si ya se han identificado nódulos tiroideos previamente. No se debe postergar la evaluación médica”, agrega el especialista.
Tratamientos eficaces y personalizados
Una vez confirmado el diagnóstico, el tratamiento del cáncer de tiroides suele incluir:
- Cirugía tiroidea (tiroidectomía parcial o total), según el tamaño y extensión del tumor.
- Yodo radiactivo, en algunos casos, para eliminar posibles células residuales tras la cirugía.
- Seguimiento con exámenes de sangre (TSH y tiroglobulina) y controles ecográficos.
Estos tratamientos son altamente eficaces y, en la mayoría de los casos, permiten que el paciente retome su vida habitual sin mayores complicaciones.
“La cirugía es segura y contamos con equipos especializados en cabeza y cuello para estos procedimientos. En algunos casos, el uso de yodo radiactivo permite disminuir el riesgo de recurrencia. Cada tratamiento se define en función del tipo de cáncer, su extensión y el estado general del paciente”, explica el Dr. Siso.
El miedo al diagnóstico no debe ganarle al control
Muchos pacientes postergan el control por miedo a un diagnóstico de cáncer, pero hacerlo a tiempo es lo que permite resultados exitosos. A diferencia de otros tipos de cáncer más agresivos, el cáncer de tiroides tiene una evolución lenta y es altamente tratable, especialmente si se detecta en sus primeras etapas.
Si tienes dudas, has sentido un bulto en el cuello o simplemente quieres hacer un chequeo preventivo, agenda una hora en el Hospital Clínico San Francisco de Pucón. Puedes hacerlo en www.hospitalpucon.cl o llamando al 45 2290401/402.