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La trastienda tras un “zapato chino”: la crisis del comercio callejero que complica el primer mes de Álvarez

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  • Ambulantes, artesanos y feriantes están pasando por una situación compleja a raíz del intento de orden de parte de la nueva administración. Son más de 400 permisos tramitados, muchos de los cuales aún no se definen. Los comerciantes acusan lentitud, desidia y promesas incumplidas. Desde la municipalidad apuntan a que trabajan al cien para tratar de dar soluciones y generar los espacios necesarios en un contexto legal. 

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“No es donde las personas quieran, es donde se pueda”.

La frase dicha por el administrador de la municipalidad, Francisco Torres, en el concejo municipal de este lunes; marca el tono de un debate que, en los hechos, se ha transformado en la primera crisis formal de la administración del nuevo alcalde Sebastián Álvarez; quien este seis de enero cumple recién un mes en el cargo. 

Y no es un tema menor. Y si bien el comercio callejero y ambulante siempre ha estado en la primera línea de problemas con eventos que han rayado en lo bizarro (como olvidar cuando un comerciante se clavó las manos al cemento) o delincuencial (con ataques a los inspectores y vehículos municipales); pareciera ser que en las últimas semanas, el problema se ha intensificado y agudizado. Incluso, con marcados ribetes de pujas internas y ambiciones políticas personales que están asomando en el recién instalado concejo municipal. 

Según los conocedores del problema, para entender la situación hay que remontarse a los años previos a la llegada de Álvarez. Es acá donde, al parecer, primó más el desorden y la poca organización de parte de la administración liderada por el ex alcalde Carlos Barra. Y no son pocos los que miran al trabajo de la unidad de Rentas y Patentes a cargo del cuestionado y suspendido ex candidato fallido a la alcaldía, Juan Antonio Ulloa. Según los entendidos en el tema, se dieron permisos precarios sin mucho filtro. Todo esto porque no se habría aplicado el rigor necesario para acotar el número de ambulantes y ferias que se promueven, sobre todo, en verano. Y lo anterior no es menor, porque si bien nadie se atreve a decirlo formalmente, no son pocos los que creen que el otorgar estas patentes estaba directamente relacionado con las aspiraciones políticas del suspendido jefe de Rentas. Como sea, según las mismas fuentes, el universo de ambulantes o potenciales comerciantes callejeros e informales podría acercarse a las mil personas en los años previos. 

Intento de orden

Y el problema, al parecer, ya estaba en la órbita de Álvarez y sus asesores cercanos previo a la llegada al municipio. Esto, porque una de las primeras actividades formales del jefe comunal, luego de la ceremonia de asunción del viernes seis de diciembre, fue reunirse con un grupo de vendedores ambulantes, artesanos y emprendedores que planeaban instalarse esta temporada de verano. La idea, según explican, era darle una forma y orden al sistema y entregar permisos precarios formales a quienes cumplan con ciertos requisitos. Entre ellos, ser residentes de Pucón, tener una ficha social actualizada, completar la papelería y también no estar afecto a alguna causa judicial que les impidiera ejecutar la actividad. 

A los pocos días hubo una segunda reunión y en ella, según cuentan, la administración Álvarez ofreció algunos espacios determinados para poder ejercer el comercio. “Cada agrupación eligió un espacio según la cantidad de gente, el municipio hizo hincapié que solo daría permisos a gente de Pucón y que el permiso era un permiso precario de 2 mts. por 1,5 mts. para instalarse, en esa reunión la agrupación mapuche y los talleres laborales solicitaron al alcalde ponerse fuera del antiguo Enjoy y el alcalde les dijo pero se ‘van a morir de calor’ y ellas contestaron que no importaba y el municipio tomó nota de eso y de las demás solicitudes y quedó en dar una respuesta en la semana siguiente”, dice una comerciante que estuvo en el encuentro.

La situación de las mujeres mapuches y talleres laborales era aún más crítica. Esto, porque meses antes de que asumiera Álvarez fueron sacadas del denominado “alero cultural” a un costado del gimnasio antiguo. Y si bien, según ellas mismas señalan (una de las dirigentes Lindsay Millalén estuvo en el concejo del lunes), hubo promesas de lugares determinados (por ejemplo frente al edificio en desuso del casino donde estuvieron instaladas el fin de semana que pasó según se muestra en la foto que ilustra esta crónica); al final la propuesta fue llevarlas a un espacio conocido como el “Paseo La Suiza” en el sector de La Poza en la salida poniente de Pucón. Y esto no gustó a las emprendedoras y comerciantes. Principalmente por el poco flujo de personas que llegan a ese lugar lo que, obviamente, no es bueno para la venta. 

Según se supo, la idea del alcalde Álvarez es poder tener un lugar específico en el que puedan estar las agrupaciones y comerciantes interesados. El tema es que el plan contempla un programa cultural y difusión para hacer del lugar (arrendado a un particular) un sitio atractivo para los visitantes y turistas en el verano. Si bien hay quienes aceptaron la propuesta, hay otros que este tema no les cierra para nada. 

Crisis en Rentas

Como si los problemas al tratar de ordenar fueran pocos, hay otro foco de conflicto: el retraso con los permisos debido a la crisis que se vive al interior de Rentas y Patentes. De hecho el mismo Administrador Municipal, Francisco Torres, transparentó la situación en el concejo de este lunes en el concejo al señalar que había una “intervención” en Rentas y Patentes con el fin de apurar los permisos. Habló incluso de 446 permisos solicitados y hasta la fecha hay 291 otorgados. Es decir son más de 150 los que están pendientes. Además de los problemas propios que vive el departamento en cuestión, el retraso también se debe, según dicen, a la recopilación de antecedentes y análisis de los mismos por cada solicitante. 

Al cierre de esta crónica se desarrollaban reuniones al interior del municipio para desactivar el conflicto y aminorar los costos políticos a la actual administración. Una de las dudas es qué tan bien se estaban manejando los detalles más finos en los otorgamientos. Y esto último, principalmente, por la queja en torno a que varios de los que ya tienen permiso y ubicación ni siquiera son puconinos. Pareciera ser que el conflicto continuará.

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