Editorial
Las víctimas de Huife
La semana que pasó fue una semana intensa para el equipo de La Voz…, el lunes publicamos la que, en nuestra corta historia como medio de comunicación, ha sido la historia más fuerte desde el punto de vista humano. El relato del Infierno vivido por niñas en un colegio católico de Huife en la década de los 80. Esta historia fue impactante, no sólo por lo que significa el exponer el actuar tan cruento y terrible por parte de un ser humano para con menores carentes de los medios necesarios para defenderse. Sino por el hecho de que un grupo de mujeres depositaran su confianza en nuestro equipo periodístico para abrir esta área oscura y secreta de su vida.
Esto no lo hacen por nosotros como medio, ni para poder obtener algún nivel de reconocimiento, ni figuración pública y eso es lo más elogiable de todo. Entendemos que la decisión de exponer sus testimonios es con el único objetivo de dar a conocer esta realidad para que nunca más vuelva a ocurrir. Para que los padres estén atentos de las señales de sus hijos y para que nuestra sociedad se desborde en una preocupación por nuestros niños.
Reconocemos el mérito que tiene el discurso político del presidente Piñera al poner a los “niños primero”, pero ningún slogan es suficientemente revolucionario como para cambiar a nuestra sociedad. Se necesita la convergencia de todos y estas mujeres abusadas cuando niñas hicieron un gran aporte en este cambio. Con esta editorial queremos reconocer su valentía y decisión de exponerse de la forma que lo hicieron, lo que ha sido inspirador para nuestro equipo y para decenas miles de personas. La noticia puso a prueba nuestra nueva infraestructura digital ya que superamos las 27.000 visitas ese día y logramos influir a medios de cobertura nacional. Pero el mérito no es nuestro. El mérito le pertenece exclusivamente a Ellas. Y merecen todo el reconocimiento. Nosotros sólo contamos una historia terrible para que nunca más vuelvan a ocurrir.
Aunque no nos gustaría que existan estas historias para contar, el hacerlo es lo que le da sentido a nuestra profesión.