Politica
La derrota de la izquierda y el pobre desempeño de los independientes: algunos de los elementos que deja la elección municipal del fin de semana

- Cuando la elección del fin de semana va quedando en el pasado aparecen algunas variables dignas de analizar con un poco más de profundidad, entre ellos el discurso antipartido y la baja votación de algunos que se consideraban como “fijos” para dar la pelea. En el concejo también hubo sorpresas.
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Con el paso de las horas y la efervescencia electoral a la baja; la elección municipal del fin de semana, que puso a Sebastián Álvarez como el alcalde electo, deja algunos elementos de análisis. Todo esto podría apuntar a que la configuración tradicional del poder político podría estar cambiando en Pucón. Con todo, la liquidez del electorado muestra una cosa evidente: nada es para siempre. Y, en política, nadie tiene “clavada la rueda de la fortuna” como ganador eterno. Algunas luces de lo sucedido.
— La derrota de la izquierda “progresista”: más allá de la derrota electoral de la candidata del pacto oficialista “Contigo Chile mejor”, Edita Mansilla, por 1.605 votos; la izquierda y el denominado “progresismo” puconino vivió un retroceso complejo. De tres concejales que consiguieron llegar a la mesa municipal en 2021, sólo se quedan con uno: Verónica Castillo, quien mantuvo su asiento por el Frente Amplio. Si bien, Daniela García y Ricardo Cortés (PC) no postularon; no hubo ninguna lista del sector que consiguiera los sufragios para instalar a alguien más. Ni hablar de representantes del ambientalismo u otras corrientes identitarias tan propias de esta izquierda. Eso más allá del copioso ruido de redes sociales que, lamentablemente para ellos, no logró transformarse en votos.
— El cambio de esquema del concejo: Como un efecto de lo anterior, el concejo quedó más parecido a los anteriores —previo al 2021—. Hay cinco concejales que podrían identificarse más a la derecha y ser más proclives a las políticas del alcalde electo. Este último, eso sí, tendrá que extremar el manejo político para tratar de alinear a personalidades fuertes como Julio Inzunza o Armin Avilés. Ya del “bloque opositor” (el grupo de concejales de izquierda apoyados por Armin Avilés conformado en 2021) queda poco y nada.
— El discurso “antipartido” y “antipolítico”: Otro elemento que tuvo corta vida fue el discurso antipartidos y antipolíticos que levantaron los candidatos a la alcaldía denominados como “independientes”: Joel Canío, Juan Carlos Pérez, Mario Peñafiel, Álvaro Águila y Nancy Alfaro, quien pese a estar patrocinada por el Partido Social Cristiano (PSC) siempre hizo gala de su supuesta “independiencia”. Pareciera ser que todas estas consignas sonaron bien, pero a la hora de la votación no permearon en el electorado, el que —paradójicamente— eligió al único adscrito a un partido político (Evópoli) como primera autoridad comunal.
— El fenómeno Águila: También llamó la atención el buen desempeño electoral que tuvo el candidato Álvaro Águila. El dirigente deportivo rural, quien se presentó como independiente, supo manejar su base de apoyo y, de hecho, ampliarla. Su discurso le puso luz al mundo campesino, quien lo apoyó con fuerza. Los 2.300 votos que obtuvo fueron trabajo propio y de su equipo. Ahora depende de él, proyectar esa votación y participar nuevamente. Quizás debiera analizar conseguir una silla en el concejo municipal en 2028 y desde ahí mirar la alcaldía.
— El mal desempeño del resto de los independientes: También llamó la atención el mal desempeño electoral del resto de los independientes. Quienes se presentaron como una “opción mejor” por no “estar atados a los partidos” consiguieron bajas votaciones. La sobrevaloración personal y, en algunos casos, evidentes contradicciones discursivas fueron la tónica. Además, en varios casos, hubo desempeños muy bajos en instancias clave como las entrevistas y el debate. Punto aparte merece Mario Peñafiel, quien ni siquiera pudo repetir los más de 1.700 votos obtenidos en 2021 (ahora sólo consiguió 890 sufragios). Quizás la sobreexposición desde la última elección y creer que esos 1.700 votos de 2021 eran su piso (más bien parecían apoyos descolgados del entonces candidato Carlos Barra), fue el error.
— La validación de las primarias: Sin dudas que el mecanismo de primarias para elegir candidaturas quedó más que validado. Hay que recordar que Pucón fue una de las pocas comunas en Chile en el que los dos sectores más grandes de la política nacional tuvieron una primaria doble. Fue un hecho que los ganadores de ambas instancias (Edita Mansilla por el oficialismo y Sebastián Álvarez por “Chile Vamos”) llegaron con más fuerza y exposición a la definición de octubre. Lección para todos quienes aspiren a una candidatura. Una primaria es el mejor escenario previo para medir fuerzas. Además, permite acotar y reducir postulantes. Una elección con ocho candidatos para una comuna de 50 mil habitantes era algo exagerado y con demasiado “ruido” para las propuestas.
— El fin de una época en la política local: la derrota de Edita Mansilla y el retiro de Carlos Barra de la alcaldía marca, en los hechos, el fin de un largo ciclo político que partió en la década de los ‘90. La renovación, estancada por muchos años por esa “máquina electoral” llamada Carlos Barra, pareciera ser que es una realidad. En buena hora por cierto.
— La posición de Verónica Castillo: Luego de la derrota de Edita Mansilla, los 1.608 votos conseguidos por Verónica Castillo la dejan como la figura más relevante de la izquierda en Pucón. Probablemente también la posicionan como la primera opción para ir por la alcaldía en cuatro años. Dependerá de cómo administre ese capital y qué tan transversal sea su figura como para ser una opción real y viable de quitarle el sillón edilicio a la derecha local que tendrá en Sebastián Álvarez —de no mediar nada extraño— a una figura muy potente.
— La sorpresa de Claudio Cortez: Si alguien preguntaba por la figura electoral que sacaría más votos en la elección de concejales en la derecha, de seguro el nombre de Claudio Cortez no hubiese estado entre las tres primeras opciones. Pero parece ser que el trabajo silencioso le rindió frutos al representante de RN y consiguió 1.578 sufragios. La alta votación permitió el arrastres de Emilio Ulloa, nieto del alcalde Barra; quien fue potenciado durante toda la campaña por su sector, pero que sólo alcanzó 886 votos.