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Microbasurales: el problema sin resolver que contamina y afea a Pucón urbano y rural
El aumento considerable de la población local y flotante, además de la poca cultura de la gente que deja escombros y hasta electrodomésticos en las calles hace que la situación se vuelva, en numerosos sectores, insostenible. Roedores, contaminación y pestilencia son los efectos del fenómeno.
Por Francisca Jarpa
Los reclamos por la acumulación de basura en los diferentes sectores de Pucón se han hecho constantes. Sobre todo a través de redes sociales donde las imágenes de bolsas y desperdicios acumulados han puesto el tema del manejo de residuos casi como un problema estructural en el desarrollo local. Las razones pueden ser varias, pero según algunos actores y fuentes consultadas, la complicación parte necesariamente por el aumento de la población local que en pandemia, estima, subió en cerca de 15 mil personas. Al menos eso es lo que cree el dirigente social y presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Rurales, Albino Martínez. Según él, la situación se escapó de las manos, pero le quita responsabilidad a la municipalidad, debido a que los flujos pareciera son evidentemente superiores a la capacidad de respuesta de la administración pública local.
“Creo también que hay una parte importante con el aumento de la población flotante muy grande. La población ha aumentado brutalmente. Es demasiado. Entonces, mi opinión está de acuerdo a lo que veo. Si yo saco basura todos los días y el camión la retira todos los días”, asegura Martínez, quien agrega: “Todo va de la mano con el aumento del turismo y de la población flotante que de alguna u otra manera trae molestias en algunos sentidos, pero trae los recursos para sobrevivir en invierno”. Martínez enfoca directamente en la poca responsabilidad de turistas y residentes, quienes no manejan adecuadamente sus desechos: “Prácticamente bailan en la basura”.
Una opinión contraria a lo que señala el dirigente social la tiene Guillermo Muñoz, vecino de Caburgua. Él hace hincapié en que el ciclo de retiro de basura es insuficiente para la cantidad que se acumula. Además, subraya que el número de contenedores es escaso y no son capaces de aguantar el exceso de residuos “A esto hay que agregar que hay personas que botan escombros como lavadoras y artículos electrodomésticos que se les echaron a perder en lugares que no corresponde”, dice y acusa también la falta de fiscalización por lo que hace un llamado a los inspectores municipales que vengan a supervisar este mal comportamiento. Suma también los perros vagos que rompen las bolsas y desparraman los desperdicios lo que agudiza el problema.
En tanto, el Movimiento Intercultural Cuenca del Trancura (MAI), hizo una denuncia a través de sus redes sociales en la que acusan la existencia de ocho puntos de microbasurales. En ellos se veía acumulación excesiva de escombros que atraen ratones, pestilencia y contaminación del suelo. “El domingo de la semana pasada me di una vuelta por Caburgua y con una aplicación que hace georeferencia tomamos fotos a los lugares donde se deja normalmente la basura y hay una acumulación importante y esto pasa casi todos los días. Hay un problema con la recolección de basura y no se ha podido organizar bien la municipalidad. Se ha venido a vivir mucha gente y mucho turista y se ha estado acumulando harto”, dice Danita Musleh, miembro de MAI, quien agrega: “Nosotros como movimiento estamos intentando promover el compostaje y reciclaje para evitar que se llegue a esos niveles de basura. Creemos que la responsabilidad es compartida entre los ciudadanos y las instituciones”.
Desde la municipalidad señalaron que se está a la espera de la licitación de dos nuevos camiones con lo que pretenden reforzar el retiro de desperdicios.