El golpe y la historia de los 50 años

Cuando faltan algunos pocos meses para conmemorar el golpe de Estado que quebró nuestra democracia hace 50 años; nos parece relevante dejar algunas posiciones claras. Primero, no muchas veces tomamos temas nacionales como protagonistas de nuestras editoriales. Somos un diario eminentemente local, enfocados en nuestra comunidad y con la firme convicción, tal como dice nuestro eslogan, que “las noticias locales importan”. Pero el golpe y todo lo que vino después ha marcado de tal manera nuestra historia que en Pucón no estamos ajenos a su implicancia.

Es en ese contexto que nos llama la atención lo que sucedió con la persona encargada de liderar y organizar la conmemoración de parte del Gobierno. Se trata del periodista Patricio Fernández, ex director de The Clinic, y parte de la fallida convención constitucional. Un hombre de izquierda por cierto. El punto es que Fernández debió presentar su renuncia por la cancelación de parte de una izquierda dura y poco dada al debate profundo con tal de imponer lo que asumen como una especie de “verdad revelada” casi religiosa y muy dogmática.

El tema es que el “pecado” de Fernández fue decir algo de toda lógica. Primero que se condena lo sucedido en el golpe de Estado y su etapa posterior, con miles de desaparecidos, torturados, asesinados y exiliados. Nadie en su sano juicio puede estar de acuerdo con eso. Y, lo segundo, que las razones que llevaron al país a ese quiebre democrático son ya parte del análisis de los historiadores. Y esto último fue tomado —por esa izquierda irracional (porque no razona)— como un “negacionismo intolerable”. El resultado de “tamaña afrenta” fue que Fernández debió renunciar luego de ser cancelado y anulado por, repetimos, decir algo de sentido común: la historia debe quedar para los historiadores. 

Por lo mismo el llamado es a razonar en un debate público con sentido común, donde todos asumamos que “nuestra verdad” obviamente no es la única y que existen más posiciones sobre una gran variedad de temas. Por supuesto que hay mínimos comunes, principalmente en este tema, y en este caso es que una dictadura (de derecha o izquierda) no puede volver a repetirse en nuestro país. Chile no resiste más imposiciones de ideas y gobiernos por la vía de la ley del más fuerte. Cuando la democracia se debilita, necesitamos más democracia y más debate. Por lo mismo, hemos abierto nuestro medio para todos quienes quieran expresar sus opiniones. Son tiempos duros, y la democracia debe fortalecerse. Para eso, el debate en los medios de comunicación es clave. Nosotros estamos dispuestos.