Editorial
Impacto de la droga en menores
*Por Beatriz Goich Salinas

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Según los datos entregados por SENDA Chile ocupa el primer lugar de Latinoamérica en población escolar de consumo de marihuana, cocaína, pasta base y tranquilizantes. Y la edad promedio de comienzo de consumo es a los 14 años. El consumo de drogas en adolescentes y menores afecta directamente en varias aristas, incluyendo el sueño, provocando una calidad de sueño deficiente lo que va generando mayores niveles de ansiedad, irritabilidad, problemas de aprendizaje. También afecta al cerebro en las áreas relacionadas a la corteza prefrontal, las cuales están encargadas del control de los impulsos, mayor consumo, más descontrol de impulsos, mayor ansiedad, agresividad, pérdida de memoria y desconcentración.
Adolescentes consumidores de drogas tienen altos índices de deserción escolar, el colegio siendo un factor protector, de control, pierde esta comunicación con el menor y con los padres. Aumentando así los tiempos de consumo, desconectándose de su futuro, sus metas, sintiendo un vacío que suelen llenarlo con el consumo.
Depende del tipo de drogas que consuma el adolescente será el daño que provoque en su organismo que puede ir desde estados psicóticos, presentando alucinaciones, agresividad, angustia, depresión, daño orgánico y conductas agresivas. A menor edad de inicio de consumo mayor el riesgo y el deterioro en su salud tanto mental como física y uno de los motivos es porque el cerebro aún se encuentra en desarrollo.
Dentro de los factores de riesgo de consumo se encuentran los siguientes: consumo de drogas en la familia, episodios traumáticos, vulneración de derechos, rendimiento académico deficiente, pares que consuman, permisividad en la familia, antecedentes de salud mental en el menor. Además, al tener menor percepción del riesgo de la sustancia, mayores son las probabilidades de consumo. Para comprender más el efecto de las drogas en el adolescente hay que conocer su historia, como fue su infancia y su vida actual, sus redes de apoyo, sector donde vive, indagar si existen enfermedades de salud mental, antes, durante y posterior al consumo.
Durante la adolescencia los jóvenes tienden a experimentar nuevas vivencias a partir de la búsqueda de sensaciones placenteras e insaciables. En nuestra época actual al estar sobre estimulados por el exceso de pantallas sentimos que queremos y necesitamos más para sentirnos plenos, al haber más estímulos, aumenta la sensación de vacío y los deseos por consumir. El consumo también se podría relacionar con la búsqueda de bienestar, de sentirse en plenitud, relajado, de alejarse de lo frenético del mundo actual, de hacer una pausa y crear un estado de paz y también de formar parte de un grupo.
Para prevenir el consumo es importante conocer el estado emocional del adolescente para esto es necesario observar su rendimiento académico, su alimentación, sueño, su ánimo, si realiza las mismas actividades de antes, conocer sus redes de amigos, sus gustos, hobbies. Es importante acercarse en el momento oportuno, escuchando sus razones de consumo, apoyarlos y buscar ayuda con un profesional de la salud en el caso que sea necesario.

*Beatriz Goich Salinas, psicóloga infanto juvenil del Hospital San Francisco de Pucón.