* Por Víctor Durán
De esta manera es de la mayor gravedad que aún exista una localidad sin tratamiento de sus aguas servidas en la cuenca del lago Villarrica. Estas aguas servidas aportan coliformes fecales que afectan en forma directa la salud de la población aguas debajo de las descargas, sino que además aportan nitrógeno y fósforo, principales contaminantes del lago Villarrica. Aún no hay estudios de terreno que indiquen el real aporte de los contaminantes de Curarrehue y hasta donde llega su impacto aguas abajo, no obstante, podemos afirmar que su impacto acumulativo es relevante.
Este es un problema que se ha planteado muchas veces a lo largo de los años, no obstante no ha habido una solución concreta hasta ahora. Una de las dificultades es que en esta localidad no es territorio operacional de Aguas Araucanía por lo que existe un Comité de Agua Potable Rural (APR), el cual no tendría los recursos para esta inversión y se estima que las cuentas de agua potable tendrían un alza importante para mantener en operaciones dicha planta.
Se debe señalar que el río Trancura como es afluente del lago Villarrica no puede construirse una planta primaria, sino que debe ser secundaria (lodos activados) con lo cual los montos a invertir son más altos y su mantención también es más cara. Resulta claro que debe ser el Gobierno Regional quien aporte los recursos para construir esta planta de tratamiento. Asimismo, se debería subsidiar su funcionamiento. Dicha materia es de vital importancia discutirla en el marco del plan de descontaminación del lago Villarrica en proceso de elaboración.
* Víctor Durán es Presidente Fundación Red de Nuevas Ideas y fundador Vigilantes del Lago (www.vigilanteslagos.org)