Actualidad
Una historia de horror puconina: los detalles tras uno de los casos de violencia de género más complejos que se han vivido en la comuna
- La fiscalía formalizó a un hombre por secuestro con violación y arriega pena que podrían llegar al presidio perpetuo calificado. Es decir, 40 años tras las rejas antes de poder optar a un beneficio. La PDI detuvo al sospechoso la mañana del jueves y quedó en prisión preventiva.
(Hazte miembro de nuestro canal de Whatsapp y recibe las noticias primero)
En mayo pasado una publicación irrumpió con fuerza en uno de los tantos grupos de “feria de las pulgas” de Pucón. Se trataba de una madre que denunciaba un caso de violencia en contra de sus dos hijas mayores de edad (este medio dará nombres ficticios a las víctimas para su protección). Y tal como suele suceder en estos casos, el tema se viralizó con rapidez. Pero no sólo quedó en la inmediatez de una página de Facebook; sino que de ahí sucedieron ciertas conexiones virtuosas que permitieron judicializar el tema y, quizás lo más importante, darle protección a la víctima que sacó la peor parte en este contexto de horror, golpes, violación y violencia psicológica.
Y parte de esta trama comenzó a aclararse a eso del mediodía de este viernes cuando el fiscal Jorge Calderara le imputó un cargo de secuestro con violación en contexto de violencia intrafamiliar y de género y otro cargo de lesiones graves a una persona identificada como Cristian Carrasco. El hombre, quien fue detenido por la PDI la mañana del jueves, quedó en prisión preventiva mientras dure la investigación (se dio un plazo de seis meses de plazo para la indagatoria) y arriesga penas que podrían llegar a presidio perpetuo simple (20 años para pedir beneficios) o calificado (opta a beneficios sólo a los 40 años de prisión). Las penas son altas a raíz de los delitos denunciados. De hecho calderara calificó la situación como “el caso de violencia en contra de la mujer más grave que ha visto en sus 20 años en el Ministerio Público”.
Las agresiones
Según lo expuesto por el fiscal Calderara en la audiencia pública, en marzo de este año Carrasco inició una relación de convivencia con una de las víctimas, a quien se identificará como Andrea. “En dicho contexto, y mientras esta relación de convivencia se extendió, la víctima ha sido objeto de múltiples agresiones tanto físicas como psicológicas que tuvieron su episodio más grave, a partir de la segunda quincena del mes de mayo del año 2024”, expuso Calderara en el estrado. Todo esto en un contexto de consumo de alcohol y drogas de parte de los protagonistas de esta compleja historia.
Según el fiscal, desde esa fecha la situación se puso más difícil, ya que las agresiones se agudizaron. Incluso hubo privación de libertad, ya que el imputado (supuestamente) la dejaba encerrada y amarrada a un mueble: “El imputado agredió a la víctima de manera física de manera permanente y sistemática, con golpes propinados con sus manos, pies y elementos contundentes en distintas partes del cuerpo de la víctima, todo lo anterior con la finalidad de doblegar su voluntad”.
De acuerdo a la formalización, el ahora imputado intentó quemar la cara de Andrea, además de someterla a agresiones de carácter sexual y otras vejaciones demasiado sórdidas como para quedar plasmadas en esta nota. La privación de la libertad de la víctima se extendió hasta el 24 de mayo cuando fue rescatada por su hermana (a quien se identificará como Valeria), quien también habría sido pareja de Carrasco y también sufrió agresiones físicas. De hecho, ella es una de las víctimas y por este ataque se le imputó a Carrasco el cargo de lesiones graves por una golpiza que le habría propinado a Valeria en agosto de 2023. Ese 24 mayo (día del rescate), el fiscal Calderara relató que Valería sacó a Andrea de la casa en la que estaba encerrada junto a un tercero; quien rompió la puerta de la vivienda —ubicada en calle Lanín sin número— con un hacha.
Según el relato de la fiscalía, la víctima principal quedó con una serie de lesiones entre las que se cuentan traumatismo encéfalo craneano cerrado, fractura nasal, luxación de un diente, fractura de tres costillas derechas y quemadura en mano izquierda, múltiples equimosis y múltiples hematomas. Todas ellas, lesiones de carácter grave.
En uno de los momentos de la formalización el fiscal Calderara se acercó al estrado principal para presentar al juez José Luis Maureira imágenes de cómo quedó Andrea luego de la agresión. También le mostró fotografías como era normalmente la mujer de 39 años. El contraste entre ambas imágenes, al parecer, era en extremo profundo y algo así dejó entrever el magistrado a través de pequeños gestos en su mirada. Por todo lo anterior, el fiscal Calderara solicitó la prisión preventiva en contra de Carrasco.
Punto aparte es la participación de la unidad Jurídica municipal en el caso. Esto, porque fue desde esa repartición, que comanda Bhama Zúñiga, que se activó la persecución penal por los delitos más graves a través de una querella. Con todo, la abogada Zúñiga junto a su colega Rommy Gudenchwager (que asumieron representación particular gratuita de las víctimas) apuntaron a un delito mucho más grave aún: femicidio frustrado. Pese a no ser formalizado por esto, Carrasco podría enfrentarlo más adelante en el desarrollo de la causa.
La defensa
La defensa del imputado, conformada por los abogados Alejandro Cox y Jorge Beltrán, apuntaron a desacreditar los hechos expuestos por el Ministerio Público y señalaron que la historia no habría ocurrido como la contaron las víctimas en sus declaraciones. Concordaron, eso sí, con el consumo de alcohol y drogas; pero negaron la violencia sexual de parte del imputado. Además deslizaron la posibilidad de que haya sido un tercero (la persona que estuvo en el rescate de Andrea) como el posible autor de los delitos. De hecho, también habría sido pareja de la mujer. Al respecto, Maureira no dio demasiado crédito a estos dichos, aunque sostuvo que serán parte de la indagatoria que lleva adelante la PDI de Villarrica.
La víctima principal de este caso, Andrea, se recupera en un centro asistencial (el imputado y ahora detenido trató de llegar a ella, al menos, dos veces según se expuso. No lo logró). Si bien sus lesiones están mejor, el problema mayor lo tiene en el ámbito psicológico y emocional. Según comentó un familiar a este medio, la detención de su supuesto agresor es algo que, probablemente, le ayude en la mejoría.