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Concejo municipal decide cerrar escombrera que complica a vecinos de Palguín, Llafenco y Loncofilo
Miembros de las comunidades se presentaron con sus demanda ante los ediles, quienes decidieron de manera unánime poner freno al lugar de acopio de residuos y desechos. “Vamos a estar tranquilos cuando veamos que la cerraron”, dijo una dirigente social.
Por Rodrigo Vergara
Faltaban pocos minutos para el mediodía de ayer cuando el concejo municipal tomó una decisión relevante para las comunidades de Palguín, Llafenco y Loncofilo: cerrar la escombrera que funciona en esa zona rural de Pucón, y que ha generado el reclamo de vecinos, mapuches y ambientalistas.
El conflicto, dado a conocer, en primera instancia por redes sociales y por un reportaje de La Voz…, tiene complicados a los vecinos, quienes reclaman por la imposibilidad de controlar lo que se ingresa, ya que si bien la empresa a cargo, Eco Escombros, posee una autorización para recibir residuos provenientes de materiales de construcción principalmente, se han hecho denuncias que al lugar llega basura orgánica. Además, a escombrera está ubicada en un lugar demasiado estratégico para las comunidades indígenas de la zona: a menos de 200 metros de un cementerio y de un predio ceremonial mapuche.
El punto es que, si bien la votación de los concejales y el alcalde Carlos Barra, fue unánime, el jefe comunal deberá argumentar muy bien su decisión en el decreto de cierre, ya que es probable que la empresa apela mediante tribunales. En primera instancia la municipalidad maneja la posibilidad de caducarles la patente de funcionamiento. Esto por incumplir las ordenanzas medioambientales de la administración comunal local.
“Cualquier negocio que funcione contraviniendo el orden público o perjudicando el medio ambiente, el municipio tiene la facultad de tomarse, también, una atribución que puede ser cerrar o clausurar mientras haya una situación que se pueda cambiar, porque las escombreras son necesarias, pero deben cumplir con la legislación vigente”, explicó el alcalde Barra, quien agregó que espera poder habilitar escombreras pequeñas para casas particulares, pero que las inmobiliaria deben buscar otro lugar en la región donde tirar sus residuos: “Las inmobiliarias deben llevar sus escombros a Pitrufquén o a otro lado”.
La cuestionada escombrera tiene un permiso de la seremi de Salud que le permite funcionar bajo ciertos parámetros, pero hace tres semanas la municipalidad realizó una denuncia a la superintendencia de Medio Ambiente y solicitó el cierre. Lo que se materializaría en las próximas horas, pero sólo por la vía municipal. En todo caso en la administración pública local están conscientes que se les puede abrir un flaco judicial, ya que la empresa podría apelar a la resolución vía tribunales.
Sonia Ñanco, presidenta de la junta de vecinos de Llafenco, se mostró agradecida por la oportunidad de hablar frente al concejo y por la resolución de lo ediles en el tema. “Este es un problema grande. La escombrera no es una escombrera es un vertedero. Ojalá que sea cierto el cierre. Vamos a estar tranquilos cuando veamos que la cerraron”, señaló.
El cierre de la escombrera debería ser notificado en las próximas horas a la empresa.