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Invitar a la Reina Isabel al Antumalal: La idea de Guillermo Pollak que marcó el desarrollo del turismo local
La visita de la soberana, quien falleció este jueves, en noviembre del ‘68 marcó un antes y un después en la industria local y generó un legado que perdura hasta hoy. Todo esto por impulso del empresario hotelero de origen europeo.
Probablemente sería imposible —o al menos muy difícil— entender el desarrollo turístico de Pucón sin el Hotel Antumalal. Pero más que su impresionante vista hacia La Poza; o su arquitectura vanguardista, pese a estar construído en la década de los ‘40; lo que probablemente definió al lugar fue la visita de dos días en noviembre del 68 de la reina Isabel II de Inglaterra y al príncipe Felipe de Edimburgo. Y más que eso, la pareja real puso a Pucón (un villorrio de no más de 4.000 habitantes) en el mapa mundial. Y todo esto nació en la cabeza del creador del Antumalal, el inmigrante checo Guillermo Pollak, quien tuvo la idea de invitar a los monarcas y a su comitiva totalmente gratis para que disfruten de las instalaciones, la belleza de los parajes cordilleranos y la pesca que apasionaba a Felipe.
Así al menos lo recordaba Rony Pollak, hija de Guillermo, en la inauguración de la Casa Museo del Presidente Eduardo Frei Montalva. “Mi padre fue osado. Supo que la reina venía a Chile y fue a Santiago a hablar con don Mariano (Fontecilla, quien estaba a cargo del protocolo de la visita) y puso a disposición el hotel para que la reina conociera un rincón de Chile en otro contexto. Esto fue fuera de protocolo. Ella se arrancó dos días a este rincón y el hotel estuvo a disposición de ella”, decía en aquella oportunidad la empresaria local.
El punto es que según recuerdan desde su entorno, la idea de fondo era dar el impulso a una industria que el visionario Pollak veía como el futuro del desarrollo económico local. Por esos tiempos la industria forestal y la ganadería se llevaban, prácticamente, todos los esfuerzos de inversión. Pero Pollak, un europeo que llegó a Chile antes de la Segunda Guerra Mundial, apuntó su esfuerzo a desarrollar primero un salón de té y luego el hotel. “Su visión era que la visita de la Reina ayudaría al destino turístico de Pucón”, dice Rony Pollak a La Voz…. Y el objetivo, por cierto, se cumplió con creces.
En la corta pero intensa visita hubo dos actividades clave. Una excursión de pesca comandada por Edgardo Gudenschwager y otros connotados pescadores locales llevaron al Duque de Edimburgo por las aguas del Trancura. Si bien no hubo mucha suerte con los peces, algunos relatos hablan que sí hubo un afanoso esfuerzo por degustar algunos destilados, principalmente, pisco sour. Esto último, según los mismos relatos, habría molestado a la Reina. La otra actividad fue un asado campestre a orillas del Marimán. Ambos eventos proyectaron, de alguna forma, la oferta turística local. Pescar en las mismas aguas que lo hizo Felipe o comer un asado en el lugar donde lo hizo Isabel potenciaron cualquier atractivo y oferta. Luego de eso la historia es conocida. Pucón llega al primer mundo y con los años se transforma en un destino relevante en el país y en el planeta. Y la idea de Guillermo Pollak sin duda que fue un factor.