Opinión
Saquémosle el candado al cráter… otra vez
*Por Cristian Hernández
“Saquémosle el candado al volcán Villarrica”. Ese era mi llamado a las autoridades gubernamentales en octubre del 2015, por la prohibición de poder llegar al cráter del Villarrica post erupción volcánica de marzo de ese año. Se trabajó en protocolos, adquirimos compromisos, pusimos de nuestras partes y entre todos se logró abrir ese candado. Al final del proceso pudimos “hacer cumbre”.
Hoy, ocho años después, como destino Pucón estamos frente a un escenario muy similar al del 2015. Como comuna hemos pasado muchas dificultades, cambios de normativas, alertas, prohibiciones y, ahora, nuevamente estamos con el candado del cráter. Es decir, sin poder llegar a la cima.
Pareciera que olvidamos que venimos saliendo de una pandemia adversa, con indicadores económicos desfavorables, sucesos que a diario dañan la imagen de la región, inestabilidad del país y otros factores que directamente le pegan fuerte a Pucón y a nuestra principal actividad económica, el turismo.
Pero hablemos del volcán y sus históricos ascensos al cráter, sin duda una de las principales actividades económicas de Pucón desde hace varias décadas. Y esto, sin duda, nos posicionó en el mundo como el destino obligado de miles de visitantes.
Como siempre he mencionado, no puede estar agrietada una industria prioritaria que genera la ascensión de más de 25 mil personas al año, la que da empleo directo a guías, operadores, ayudantes de guía, agencias, transportistas, personal de oficina, vendedores, bodegueros, lavanderías, y otros.
Sumado a ello, hay que cuantificar a todos quienes nos beneficiamos indirectamente con la llegada de gente a nuestra ciudad abocada a la visita: hoteles, cabañas, hostales, restaurantes, cafeterías, tiendas, casino, artesanías, mercados, servicios complementarios, instalaciones y otros oficios que está comuna ha ofrecido siempre gracias al volcán.
Por estos días el tremor (para usar un término técnico muy propio del Sernageomin) y la inestabilidad ha tenido su epicentro en la fibra social, los gremios y el comercio local. Es una afectación generalizada, lo que ha provocado en toda la comuna la prohibición de llegar al cráter del Volcán Villarrica.
Ocho años después de ese 2015 las agencias, guías, ayudantes y todos quienes complementan el staff técnico y profesional de las expediciones al cráter; están mucho más regulados bajo distintas normativas, preparados y conscientes de la responsabilidad y prestigio de su rubro.
El problema es que ocho años después nuevamente tenemos que depender de las voluntades de los políticos de turno. Una vez más se debe concretar un protocolo, eficiente y definido en el tiempo de cómo destrabar el ascenso al cráter del volcán Villarrica. Hoy se cuenta con sistemas de vigilancia constante, tecnología de punta, personal de monitoreo, personal de control en terreno (conaf e inspección). Y una serie de instrumentos que deben estar al servicio de la seguridad del rubro más que de las prohibiciones. Es decir, la situación en lo técnico y humano es mejor, incluso, que en 2015. En reiterados concejos, reuniones con autoridades, subsecretarios, parlamentarios y otros he planteado una posición clara y decidida respecto al volcán y su ascenso al cráter. Esta posición la compartimos al unísono con muchos otros engranajes que componen el quehacer de la comuna.
Tendremos nuevamente que movilizarnos, demostrar que estamos preparados y presionar, otra vez, al gobierno de turno. Tenemos argumentos, garantías y la manifiesta necesidad para poder levantarnos de nuevo de lo adverso.
Hago un llamado nuevamente a que las autoridades reconozcan que es indispensable para el desarrollo económico del país, la región de La Araucanía y el corredor lacustre, que Pucón, su gente y la actividad turística en el volcán Villarrica funcione en óptimas condiciones. Y con esto hacer cumbre, otra vez, en el cráter del Villarrica.
*Cristian Hernández es concejal RN y presidente de la comisión de Turismo del concejo municipal.