Insólito: pese a baja en la alerta, Senapred mantiene prohibición de 500 metros al cráter del Villarrica

• Dirigente de los guías de montaña dice que la situación es una “contradicción gigante”. En tanto, el presidente de la Corporación de Turismo sostiene que se enfrentan dos formas de ver el mundo: la del Estado sobreprotector y prohibitivo; versus la que promueve el ejercicio de la libertad personal. Ambos apuntan, incluso, a iniciar acciones legales para poder abrir la cima para el turismo. 

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Pese que el viernes se conoció que el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) bajaba la alerta volcánica de “Amarilla” a “Verde”; sólo la tarde del martes el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred, ex Onemi) oficializó una medida que, a la luz de la historia del turismo en la comuna, resulta algo insólita: mantener el perímetro de restricción (prohibición) en torno al cráter en 500 metros. Esto, por eventuales explosiones que se registran en la cima del macizo. Comunes, por cierto, para un volcán activo con las características del Villarrica.

La decisión, obviamente, generó complicaciones en la industria turística local, principalmente a guías de montaña y agencias, que desde noviembre de 2022 se han visto restringidos con uno de sus principales productos y atractivos: el ascenso al cráter. Y pese a que se anunció que se trabajaría en generar protocolos de seguridad para poder llegar a la cima, la paciencia y el tiempo (a dos meses de la temporada alta) se agotan. Y los interesados ya comienzan a mirar acciones legales para tratar de revertir la medida. 

Así lo explica Rodrigo Escobar, guía de montaña y director de la Corporación de Turismo de Pucón. “Cuando supimos la noticia de la alerta ‘Verde’ nos alegramos porque creímos que íbamos a tener ascensiones al cráter de nuevo y después nos encontramos con esta contradicción de que estábamos en alerta ‘Verde’ por Sernageomin, pero que igual teníamos la restricción de 500 metros que impedían la ascensión”, señala Escobar, quien ha participado en una serie de reuniones con las autoridades de Senapred regional y de la delegación presidencial. 

Sobre el impacto de la medida, el guía sostiene. “Nos afecta un montón. Ahora en noviembre cumplimos dos años y han sido años súper difíciles para nosotros, agencias y transportes. Mucho capital humano ha debido emigrar y hasta se han destruído familias por lo económico y lo que genera el volcán. Esto termina siendo una contradicción gigante el estar en ‘Verde’ y no poder tener las ascensiones. Ojalá podamos revertirlo porque o si no esto muere”, explica y luego agrega: “En Chile tenemos un problema grave que es restringir todo. Nos pasó con los parques nacionales en la pandemia siendo que había un espacio enorme para salir. Lo de restringir la libertad de las personas está muy mal, deberíamos ser un poco más liberales y minimizar los riesgos de lo que hacemos. Ahí está el trabajo”. Escobar concluye y dice que analizan con algunos abogados la posibilidad de un recurso de protección que podría estar listo esta semana. 

Quien también se refiere al tema es Julio Pablaza, presidente de la Corporación de Turismo. Según él, es un tema de “alta preocupación” y en el fondo se confrontan dos formas de ver la realidad: la del Estado protector que decide por la gente, versus la que entrega mayores libertades a las personas para que sean ellas las que decidan. 

“Se vislumbra una suerte de concepto ideológico en el que el ‘papá’ Estado nos cuida, restringe y limita en nuestra capacidad de trabajo y después nos hace pedirle ayuda y nos hace depender de él. Lo que finalmente queremos es trabajar en condiciones seguras. Obviamente la seguridad de nuestros guías, sus familias y turistas es primero; pero obviamente necesitamos trabajar. Para nosotros este derecho al trabajo es fundamental”, dice. 

Pablaza concluye en que esperan que el trabajo en los protocolos se de con rapidez y dice que están dispuestos a colaborar en todo. Aclara eso sí que, de generarse restricciones para llegar al cráter, éstas deben ser razonables y no prohibitivas. También profundiza en que ya están viendo el ámbito legal y poder defenderse con un recurso de protección. 

¿Quién decide?

Según la Ley es el organismo técnico, Sernageomin en este caso, quien asesora al jefe del Comité de Gestión de Riesgos y Desastres (Cogrid) de la región para que sea este quien decida medidas restrictivas. En el caso de La Araucanía se trata del delegado presidencial José Montalva. 

En el caso del Villarrica, el informe público de Sernagomin señala que si bien el volcán está con niveles de base, siguen habiendo posibilidad de explosiones esporádicas —potencialmente peligrosas— a nivel de cráter que podrían lanzar material incandescente en un perímetro menor cercano a los 500 metros. El problema para los guías y agencias es que esta condición es la normalidad del Villarrica. Es decir, bajo estos parámetros el volcán nunca estaría disponible para la llegada a la cima. Por lo mismo, la presión es establecer protocolos diferenciados o sacar al Villarrica del sistema de medición del Sernageomin. Es decir, poder establecer medidas de seguridad (tal como se hace en otros volcanes con las mismas características) que permitan el acceso turístico al cráter. Esta última idea fue planteada hace varios meses por la unidad de Emergencias y Desastres de la municipalidad de Pucón. El problema es que para que lo anterior camine se requieren recursos y voluntad política. Y, al parecer, ambas son un bien escaso.