Editorial
La marcha por Llancalil
Sin duda que la aprobación por parte de la comisión evaluadora de la hidroeléctrica Llancalil removió nuestras bases más profundas de lo que somos como pueblo y comunidad. Y a estas alturas pareciera ser que el rechazo a este proyecto es algo que tenemos asumido. Y en buena hora que así sea. Una central hidroeléctrica de seguro no es aporte en lo más mínimo a lo que somos como destino turístico y se contrapone a una serie de factores culturales de las personas que viven en la zona más afectada por la construcción y posterior puesta en marcha.
Y es en ese contexto que el rechazo de la comunidad se entiende y como medio también marcamos nuestra posición de que esa central se opone a nuestros intereses culturales, sociales y económicos. Por lo mismo, vemos como algo positivo la decisión del alcalde Carlos Barra de tomar iniciativas como el llamado a marchar de este viernes. Es bueno que la primera autoridad asuma las banderas de lo que, a simple vista, la comunidad desea. Es su deber como líder político y primera autoridad hacerlo. Y en ese contexto, temas tan importantes y relevantes como Llancalil, piden un acuerdo social claro (el rechazo lo es) y liderazgos claros en pos de ese objetivo.
Ahora, también hacemos hincapié en que este movimiento y este sentir ciudadano está por sobre cualquier interés político pequeño. Es decir, cada uno es libre de mantener las posiciones ideológicas que crea, pero en temas como estos, eso debe ser secundario y asumir el objetivo como un bien común. Así las cosas, entendemos el rechazo a Llancalil como un acuerdo político social amplio en que la comunidad se reúne para oponerse. Y que esto está por sobre cualquier interés particular o afán de sacar ganancias pequeñas. Sobre todo cuando estamos a punto de entrar a un período eleccionario local.
Desde La Voz…, estamos dispuestos a asumir la responsabilidad de contar la historia de cómo un pueblo entero se opone a esta central. Y cómo sus liderazgos asumieron el rol que les corresponde y deben. Juntos, se puede hacer la diferencia. Juntos.