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Víctima de violento asalto dice que cerrará su almacén: “A Pucón ha llegado mucha gente mala”
Sandra Fuentealba relata lo que vivió la noche del martes cuando unos delincuentes la atacaron en su local de Los Arrayanes.
Sandra Fuentealba (50) es una conocida puconina de siempre. Y como muchos se las ha arreglado para mejorar sus condiciones de vida. Ella, junto a su esposo Jaime Ramírez (60) encontró en el comercio, más específicamente en un almacén en la población Los Arrayanes. Pero todo lo que ha construído en los últimos 15 años está a punto de ser desechado luego de un asalto violento que sufrió la noche del martes.
El hecho, según cuenta la víctima, sucedió a las 22:10 hrs cuando iba a cerrar el local. Sandra cuenta que fue a la parte trasera para abrir el portón de la casa para que entre la camioneta familiar. Fue ahí cuando se encontró con un delincuente que estaba en la caja. “Estaba con la cara tapada y me estaba sacando la plata. Cuando me lo encuentro, lo encaro, pero él tenía un cuchillo súper grande. Ahí me dí no más, no encontraba qué hacer. Me pegó y me arrastró por el suelo y me pateó”, recuerda la puconina, quien agrega que un segundo ladrón entró por la parte de trasera del local y golpeó al esposo de la mujer: “Yo llamaba a mi marido para que me defienda, pero igual lo tenían agarrado y le pegaban combos. Está todo moreteado él”.
El hecho, según dice, duró segundos. Cuenta que sacaron la plata y el que estaba en el local salió por la puerta principal. El otro lo hizo por atrás. En total, el botín fue cercano al millón de pesos, ya que también tienen una caja vecina que recibe depósitos bancarios de sus clientes. Según Sandra, el problema de su barrio es la droga que potencia y propicia las acciones delictivas de este tipo. “El tema es la droga. Todos están vendiendo. Está la cagada con el tráfico de drogas. Los cabros andan angustiados fumando”, denuncia.
Luego del asalto, según lo que cuenta, Carabineros le tomó declaración, pero no quisieron ir a hacer la constatación de lesiones. Dice no confiar en que se pueda hacer algo y detener a los delincuentes Por ahora solo piensa en cerrar el almacén para no exponerse: “No queremos abrir más porque nos pueden matar. La gente está muy mala. Estoy traumada. Aparte Carabineros no puede hacer nada. Ya no tienen poder”. El problema pasa porque esta no es la primera vez que la asaltan o les roban. En total son cerca de diez hechos delictuales que han sufrido, aunque ninguno tan violento como el de la noche del martes.
Para ella, una nacida y criada en Pucón, el pueblo en el que creció ya no es el mismo: “Tengo pena (dice con lágrimas en sus ojos) porque Pucón no era así. Éramos todos puconinos, todos nos conocíamos y no era así Pucón. Era lindo nuestro Pucón y ahora se ha llenado de gente de afuera. En la municipalidad le dan permisos (para comercio) a puros delincuentes y nosotros para sacar patente de supermercado te piden un montón de papeles y documentos. A ellos no les piden nada. Ha llegado mucha gente de Santiago. A Pucón ha llegado mucha gente mala. Puros delincuentes”.