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Ex gerente y actual accionista del Centro de Montaña Pillán dice que cerrar instalaciones y terminar la temporada de invierno fue “abrupto y sorpresivo”
- Peter Leatherbee tiene una visión crítica sobre accionar en la Alerta Naranja de la compañía que maneja la actividad turística en los faldeos del Villarrica. Además de eso, el empresario, quien se encuentra radicado en Pucón, también habla sobre cómo ve el desarrollo de la industria local y presenta, además, su actual idea de negocios: un espacio de innovación y emprendimiento.
Peter Leatherbee es ex gerente general de Andacor (la empresa concesionaria del Centro de Montaña Pillán), pero pese a que no sigue en el área ejecutiva, ni el del directorio de la compañía sigue siendo parte de la familia controladora. De hecho, mantiene 25% de las acciones de la propiedad de la empresa. O sea, su opinión podría ser relevante en una organización que ha hecho públicas sus diferencias y complejidades internas (hay facciones enfrentadas en el directorio que están confrontados en tribunales). Por lo mismo, Leatherbee, quien decidió por razones familiares trasladarse a Pucón y vivir acá, mantiene un ojo puesto en lo que pasa en el centro de montaña y, la verdad, es que es bastante crítico. Sobre todo, luego de que el centro turístico decidió cerrar la temporada de invierno apenas conocida la Alerta Naranja y no esperar cómo decantaba el escenario.
“Como persona natural soy el accionista más grande de Andacor; no lo digo desde la petulancia, sino como un dato estadístico. Entonces claramente mi mirada como vecino de Pucón y lo que se siente en la comunidad es que hay una percepción negativa con respecto a la decisión de haber cerrado el centro de esquí tan rápidamente”, dice Leatherbee, quien asume que no se puede operar el centro de montaña con la Alerta Naranja porque está dentro del radio de exclusión: “No obstante, lo que llama la atención es que fue muy rápida la decisión de cierre de invierno, siendo que hay nieve y que no se sabe cuándo se va a levantar la Alerta Naranja. Y yo no voy a cuestionar la decisión de cerrar o no, porque si hubiese sido gerente general, yo también hubiese cerrado hasta que se viera la oportunidad de abrir mirando la seguridad del ser humano y segundo que sea financieramente viable”.
— ¿Crees que la salida era cerrar y mantener a los trabajadores a la espera que bajara la alerta, lo que podría transformarse en un problema?
“Hay riesgo, pero como empresario uno siempre está con riesgo. Cuando era gerente general y llegó la pandemia lo primero que dije es que mantendría el empleo a todas las personas. Yo no iba a despedir a la gente, a pesar de que entró en vigencia el apoyo del Gobierno para mantener a las personas. Y esa fue una decisión bien radical que iba en contra del interés de los accionistas, siendo yo accionista; pero a mí no me importó; porque no dudé en tomar esa decisión porque soy un convencido que los empresarios nos debemos a las personas; entonces esa decisión si fue financieramente buena o no, es una consecuencia que viene después de hacerle bien a las personas”.
— Pero el objetivo de las empresas es ganar dinero?
“Pero en qué plazo. Porque si yo trato mal al colaborador y trato mal al cliente eso es pan para hoy y hambre para mañana; porque cómo voy a pedirle a la gente que atienda bien a las personas si es que ve que la primera vez que ve que yo, como empresario, tengo un pequeño desafío cortó por lo más delgado. Es una filosofía. Obviamente no hay ninguna empresa que funcione como fundación porque para eso están las fundaciones, pero en qué plazo dice uno que quiero ganar plata. Hay momentos en los que uno invierte y yo invertí en mantener a la gente para que cuando abramos puedan llegar con más ganas, puedan llegar a la hora o, incluso, más temprano”.
— ¿Crees que fue muy abrupto el cierre del centro de montaña entonces?
“Sí, cerrar fue abrupto y sorpresivo; entendible, pero abrupto; aunque no se sabe cuando se levanta la Alerta Naranja (la entrevista fue hecha antes del cambio de este viernes y de hecho, la cafetería del Centro de Montaña quedó fuera de la zona de exclusión que parte al final del último andarivel que estaba operativo. Es decir, en los hechos, podría seguir funcionando luego del cambio de alerta).
— Pero cuando participaste de la licitación, estaba claro que el lugar que se licitaba estaba en un lugar complejo por las alertas. En ese sentido, ¿ustedes como empresa tenían un plan de contingencia para escenarios de este tipo?
“Sí. Uno siempre considera que si el volcán entra en erupción hay infraestructura que se pierde. Eso está claro desde el día uno”.
— Pero más allá de una erupción, ¿ustedes tenían claridad de lo que sucedía con estos cambios de alerta?
“No para nada. Cuando se firmó esto no estaba claro de los colores de la alerta. Eso es algo nuevo para nosotros y para mí como ex gerente general, es nueva esa información. No sabíamos lo de los radios (de exclusión), no sabía que Sernageomin definía los colores”.
— ¿Pero no conocer esos escenarios fue problema tuyo como gerente general o del Estado que no informó bien?
“La verdad es que el proceso fue bastante difícil porque habían preguntas básicas como, por ejemplo, si el andarivel Juncalillo (el primero antes del centro) estaba en terreno de la concesión o no; pero la respuesta es que no estaba, pero no fue tan clara esa respuesta. En ese sentido no hubo lo que uno como empresario querría que es tener certezas y claridad hasta donde se pueda. Porque yo no puedo pedirle al Gobierno que me diga si el volcán va a hacer erupción o no; pero puedo pedirle que me diga si los pisanieve o andariveles están en el área de concesión o no”.
— Pero el conocimiento de las alertas y cómo funcionaba esto es algo público…
“Pero si era pública esa fue una información que nosotros no modelamos para ver, por ejemplo, si en septiembre de 2023 iba a estar en Alerta Naranja o no. Ese modelamiento fino es, la verdad, muy difícil de predecir y muy difícil de modelar y cuando eso pasa, uno como empresario asume que hay ciertos riesgos y uno los trata de acotar, pero se sabe que hay una holgura en esos riesgos”.
— Se te ha visto interactuar con la gente, con los gremios y algunas organizaciones, ¿cómo es tu perspectiva de esta crisis?
“La verdad es que me cuesta apuntar dedos y decir si estamos bien o mal; pero Pucón podría ser Whistler que es un centro de montaña en Canadá que funciona y gana más plata en verano que en invierno; porque en verano tiene menores costos y una ocupación similar a la del invierno. Y ese siempre fue el modelo que planificamos para el volcán; porque en el volcán la nieve no es la mejor, la infraestructura tampoco era la mejor y había que meterle mucha plata para hacerle mantención; pero Pucón podría ser el Whistler de latinoamérica por, que tienes el volcán a 20 minutos, tienes el lago a cinco minutos, tienes ríos y un parque nacional muy cerca; pero turísticamente no se desarrolla ni a un cinco por ciento de lo que podría ser y ¿por qué es eso? Porque me parece que la colaboración público-privada no es la adecuada”.
“Me explico. Si el sector público entiende lo que el privado necesita, siendo público porque no queremos que el sector público se privatice y no queremos que el sector privado se haga público; pero en la medida que se entiendan el uno con el otro aumenta la posibilidad de colaboración”.
— ¿Y crees que eso no funciona?
“Funciona pésimo acá y en Chile. Mi hipótesis sobre la razón por la cual Chile no es lo que podría ser es porque en nuestra mentalidad como chilenos hay una pugna entre el sector público con el privado. Lo que tenemos que lograr es hacer que en vez de que estén los puños cerrados es que ambos (el público y el privado) abran las manos y no sólo eso, sino que además podamos calibrar para que se abra el puente y todo fluya en ambos lados”.
— Pero en esa lógica, ¿cómo puedes identificar los puntos críticos de Pucón?
“Localmente es la municipalidad la cabeza visible del sector público; pero por sobre la municipalidad hay otros entes públicos y yo no he podido determinar a ciencia cierta cómo es la coordinación entre la autoridad local (el alcalde y el concejo) con las jefaturas jerárquicas regionales. Desconozco qué tan calibradas están; pero si están descalibrados las autoridades regionales con las comunales, entonces ahí hay un problema. Pero una vez que se calibre el sector público, viene después que se calibre el privado que también debe estar calibrado”.
— ¿Y cómo ves a los privados?
“Los veo con la esperanza —porque la esperanza es lo último que se pierde— que la Corporación de Turismo sea algo distinto y que por ser algo distinto los resultados sean distintos”.
— Pero están recién partiendo por lo que hay que esperar.
“Sí, pero hay cosas que están pasando que creo son muy buenas como que Julio Pablaza sea el presidente; porque es una persona que genera consenso. Entonces cuando el líder genera consenso eso ya es muy potente; pero hay que cuidarlo porque en Chile cuando a alguien le empieza a ir bien, comienza el ‘chaqueteo’. Entonces si van a comenzar a ‘chaquetear’ al presidente hay que protegerlo”.
— ¿Te vas a integrar?
“Postulé a la Cámara de Turismo porque a la Corporación no puedo entrar todavía”.
— ¿Tienes algún proyecto más tangible en Pucón, además de tus empresas que manejas de manera virtual desde acá?
“Sí. Estamos buscando metros cuadrados para arrendar porque queremos tener un lugar de innovación y emprendimiento. La idea es que distintas personas con los proyectos que sean postulen a este espacio y este espacio, una vez seleccionados, los acompaña para que ellos puedan surgir económicamente”.
— Se manejó que podrías arrendar el espacio que tiene Enjoy donde se ubicaba el anterior casino ¿avanzó esa idea?
“Avanzó, pero por ahora decidimos poner en pausa y ahora estamos buscando otro espacio, uno de ellos dentro de Enjoy mismo, en el hotel, y también un edificio que está construido en Alderete con Arauco y ese podría ser un lugar interesante. O sino en cualquier otro lugar. La verdad es que estamos buscando metros cuadrados y vamos a tomar una decisión dentro del mes sobre dónde vamos a poner este espacio de centro de innovación y desarrollo turístico sustentable”.