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Pago en cuotas de Enjoy de los $4.000 millones del impuesto casinero complica acuerdo de municipalidad por compra de terrenos a familia Salinas Epuin

- El cambio en las reglas del juego por parte de la superintendencia del rubro generó un problema de proporciones a la administración pública local, ya que no podrá cumplir con el compromiso adquirido por las publicitadas 11 hectáreas destinadas, en parte, a viviendas sociales. Por ahora están en conversaciones para llegar a un acuerdo antes de que se cumpla el plazo a fin de mes.
“Tengo un asunto muy delicado que abordar. La superintendencia nos salió con un ‘domingo 7’ de casino. Es terrible y no sé cómo lo vamos a solucionar”.
Las palabras del alcalde Carlos Barra en medio del concejo municipal de este miércoles levantaron las alertas. Esto, porque transparentaban una situación que se venía barajando desde hacía varios meses al interior de la industria casinera. Se trataba del nuevo ordenamiento que estableció la Superintendencia de Casinos y Juegos (SCJ) en torno a los pagos del impuesto de las empresas a las municipalidades. En el caso de Pucón, 121 mil UFs (un poco más de $4.438 millones a la UF actual) comprometidas en la última licitación de 2018. El punto es que, de acuerdo a la circular número 146 de la SCJ, las empresas pueden parcializar dicho pago en 12 cuotas mensuales. Es decir, lo que antes era un solo pago anual en enero, se transforma en 12 pagos mensuales de un poco más de $369 millones. El punto es que esta modalidad complica un acuerdo clave firmado por la administración del alcalde Barra con la familia Salinas Epuin por la compra de 11 hectáreas destinadas a diferentes proyectos, entre ellos, vivienda social.
El tema no es tan complejo de entender. Una vez que se zanjaron todos los problemas que tuvo Enjoy para construir el actual casino que está en calle Ansorena frente a la plaza, la empresa debía cumplir con el pago de la oferta económica acordada con la municipalidad local. El primer año luego de la inauguración (junio de 2022) se pagó proporcionalmente de acuerdo a los meses que el local estuvo abierto. Ya en 2023 el pago se hizo efectivo, tal como estaba estipulado, en enero. El punto es que para este enero, el municipio contaba con los más de $4.000 millones que ya no llegarán de una sola vez, sino que en las 12 cuotas antes mencionadas.
Lo anterior si bien —por ahora— no pone en duda el cumplimiento de Enjoy del dinero acordado, sí genera algunos problemas. El principal de ellos es el acuerdo de la municipalidad con los Salinas Epuin por la compra de las once hectáreas. Esto, porque el pago de dicho predio (1 Uf el metro cuadrado) se acordó en tres cuotas de más de $1.300 millones cada una. Y la cuota de este año se debe pagar hasta el último día hábil del mes de enero. Y la plata, que provenía del casino, no estará disponible en esa totalidad. O sea, se corre el riesgo de un incumplimiento de parte de la administración pública local.
Al cierre de esta edición se realizaban intensas reuniones al interior de la municipalidad para buscar una solución al problema. Según las fuentes consultadas se barajan dos posibilidades. La primera es que se realice una modificación presupuestaria que permita sacar recursos de otros lados para cumplir con el pago y luego reponerlos con las cuotas que debe integrar Enjoy. El problema de esto es que los recursos ya están asignados y para hacer efectiva una modificación de este tipo se debe pasar por el concejo y ahí el tema podría complicarse aún más.
La segunda alternativa es llegar a un acuerdo con la familia Salinas Epuin para parcializar la cuota que vence a fines de enero. Al cierre de esta edición el abogado Freddy Apablaza, representante de la familia, confirmó que ya habían sido contactados desde la municipalidad y estaban esperando una propuesta. “Estamos en conversaciones para solucionar el tema y ellos nos van a hacer una propuesta. La plata está y va a ser a breve plazo. Estamos esperando las fechas que deben ser cercanas”, explicó escuetamente.
El punto es que si bien el terreno ya está a nombre de la municipalidad, sobre el predio pesa una hipoteca que se levantará solo una vez que se cancele todo el valor. De no ser efectivo, la familia puede hacerla efectiva lo que complicaría todo el panorama. Ahora, es probable, por la voluntad de las partes, que no se llegue a esos extremos.