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Editorial

Los simuladores

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Conocimos una vez un caso de una persona que trabajó varios años simulando ser enfermera, atendió pacientes, algunos de ellos con riesgo vital. Hizo procedimientos delicados, pero sin embargo nunca había obtenido la certificación formal para hacerlo. Era una simuladora. Un acto deshonesto para con aquél que atendía como para con la sociedad y una afrenta a todos aquellos que se esfuerzan diariamente para cumplir legítimamente el rol profesional que le corresponde con total legitimidad. Es una traición al sistema, y una ofensa a la sociedad.  

Creemos que cuando se tratan de asuntos vitales para el desarrollo humano la legitimidad es un asunto importante. Ahora, un fenómeno parecido hemos visto en nuestra pequeña comunidad en la que, en una dimensión menor, hemos conocido de una serie de esfuerzos espurios para la implementación de medios de comunicación con intereses particulares. El último fue cuando un candidato envuelto en una polémica que tiene aristas que podrían abarcar lo penal y administrativo. Y desde el entorno de este personaje se anuncia la implementación de un medio de comunicación con el eslógan “noticias de verdad”. 

Ahora, hagamos un punto acá: amamos los medios de comunicación y creemos en el derecho a la información como bien superior y no es un problema que surjan muchos más, mientras el propósito de ellos sea el periodismo responsable, inspirado en los hechos y con transparencia frente a la opinión pública sobre sus compromisos editoriales y sus intenciones. “El periodismo siempre es bueno” nos dijeron una vez y adherimos integralmente a esa premisa. Pero la simulación del rol de los medios con fines particulares y deshonestos nos parece una afrenta, un menosprecio a la ciudadanía local y una ofensa a la inteligencia de la comunidad.   

En rigor, todo lo anterior es la banalización  de una tarea que consideramos relevante y gravitante para el funcionamiento social. Pucón no se lo merece y al menos desde esta tribuna lo denunciaremos. Al final de todo el juicio es de cada lector donde quiere depositar su confianza en algo tan vital como la información.

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