Eliseo Gracia, gerente general de Enjoy: “Hoy es un absoluto higiénico que las compañías deben estar conectadas con sus comunidades”

El alto ejecutivo de la empresa casinera y nieto del fundador, Antonio Martínez, estuvo en Pucón para la inauguración del centro de juegos de la comuna. Hizo un repaso a los complejos años en que el proyecto estuvo en entredicho y también proyectó lo que viene para la compañía y su visión para la comuna. 

Eliseo Gracia Martínez (41) era un adolescente cuando Enjoy, la empresa que fundó su abuelo materno, el fallecido Antonio Martínez, decidió invertir en Pucón e inaugurar el desaparecido Hotel del Lago en 1997. Y en el primer cinco estrellas existente en la comuna Gracia pudo conocer más de cerca el negocio familiar y apreciar de primera fuente cómo era el trabajo y la industria a la que ahora le dedica su esfuerzo profesional. Además, en esta zona pudo escuchar los consejos de vida de su abuelo Antonio. Y esas cosas, por cierto, nunca se olvidan. Quizás por lo mismo, el ahora gerente general de Enjoy dice que inaugurar el casino de Pucón tiene una carga emotiva especial que no esconde y que comparte en esta entrevista que entrega a La Voz… a minutos de haber cortado la cinta en el flamante nuevo recinto de juegos que entregará a la comuna anualmente la no menor cifra de 121.000 UFs por los próximos 15 años.

“Esto tiene un componente emocional innegable. Trabajar en la compañía que fundó tu abuelo y con todo lo que ha pasado con la reorganización judicial, pandemia y otras cosas; profesionalmente me hace sentir muy satisfecho conmigo mismo, pero a su vez también tiene una responsabilidad adicional”, dice el ingeniero comercial (posee además un MBA que sacó en Madrid, España), quien pasó por una serie de cargos al interior de la empresa antes de convertirse en gerente general en mayo del año pasado.

— Y en ese contexto, inaugurar Pucón imagino que también tiene una carga emocional importante…

“Cien por ciento. El viernes cuando inauguramos con los colaboradores y colaboradoras me pegué un discurso que escribí yo en el avión y conté lo que para mí es Pucón. De partida este proyecto es personal por lo que costó: la pandemia, las modificaciones que presentamos. Desde el principio que presentamos las modificaciones teníamos la convicción absoluta de que es un mucho mejor proyecto y va a ser un mucho mejor proyecto cuando terminemos el hotel. Y lo otro, para mí Pucón es personal. Hay muchos que trabajan acá que me conocen desde que tengo 16 años. Entonces tiene un componente emocional porque me recuerda mucho a don Antonio. Aquí en el mismo Pucón mi abuelo me dejó las enseñanzas más grandes: la familia, cómo reponerse después de una catástrofe como el incendio (del Hotel del Lago en 2007); también el cariño y respeto por la gente independiente del cargo o de los errores que uno pueda cometer, mi abuelo siempre trató a la gente con respeto y cariño. Y eso me lo enseñó acá. Eso yo lo vi chico”.

— En algún momento se temió que este casino de Pucón no llegara a buen puerto por todo lo que pasó: crisis social, pandemia, reorganización, oposición de la competencia y varias otras cosas. ¿Temieron en algún momento no llegar a materializar el proyecto?

“Aquí puedo hablar por mí. Yo la verdad es que no. ¿Y por qué? Porque yo tengo bien inculcado personal y profesionalmente que cuando uno empuja, las cosas pasan. Y se empuja de una manera genuina, transparente y leal. Y leal, porque nosotros no podíamos fallar. No había esa alternativa. No podíamos fallarle a Pucón. No podíamos fallarle a todos los que trabajan en Enjoy Pucón. Yo ni siquiera me sentía con el permiso de pensar que no iba a ser posible”.

— ¿Eso pese a que tu antecesor, Rodrigo Larraían, planteó que no iba a ser posible y pidió terminar con las nuevas concesiones?

“Con el proyecto original claro que no se podía. Porque el proyecto original con el tema de la calle de acceso no permitía un casino con un flujo de público suficiente como para hacer que el negocio realmente funcionara en temporada alta o inclusive los fines de semana en temporada baja”.

— ¿Hay alguna autocrítica con ese proyecto original que al final resultó inviable? ¿Se pudieron haber hecho mejor las cosas y no haber perdido tanto tiempo?

“Nosotros cuando hicimos el análisis del proyecto original (que estaría a un costado del Gran Hotel Pucón) que lo hicieron expertos externos, se podía. Y se podía con las capacidades de negocio que permitía hacer un proyecto rentable y sostenible para Pucón. Después, entre las interpretaciones y todo el proceso en que entramos con los permisos; no sabría decir porque la verdad no estuve full involucrado, porque yo estaba con las operaciones que ya estaban funcionando. Yo sé que estuvimos súper bien asesorados y nosotros presentamos el proyecto original con la confianza en nuestros asesores de que era totalmente factible técnicamente, pero al final no fue”.

— Y cuando presentan los cambios y proyectaron un hotel cinco estrellas sobre el casino que construirían en la nueva ubicación y después desisten de eso. ¿Qué pasó ahí?

“Ese proyecto que presentó Javier Martínez (el anterior presidente del directorio de Enjoy) implicaba sumar capacidades de habitaciones cinco estrellas porque, en ese proyecto, el Gran Hotel Pucón era cuatro estrellas. Lo vimos como un buen complemento; pero las cosas evolucionan. Entonces, dijimos, no será mejor para todos llevar el hotel completo (se refiere al Gran Hotel Pucón) a un nivel cinco estrellas. En vez de tener 20 ó 30 habitaciones con estándar de cinco estrellas y tener 151 cuatro estrellas, mejor llevemos las 151 a cinco estrellas”.

— ¿Se puede decir que este proyecto era mejor que el presentado originalmente?

“Cien por ciento. Por ejemplo, en el original quedaba con un centro de convenciones más chico. El original era para mil personas y ahora queda para 1.300. El proyecto supera en más de 12% la inversión original”.

— ¿Cuál es la proyección de Enjoy en Pucón?

“Creo que Pucón ha demostrado pre pandemia y ahora que vamos saliendo de la pandemia, ser un referente en turismo en el sur de Chile y uno de los principales referentes del país sin lugar a dudas. Creo que el potencial que tiene es gigantesco, aunque hay cosas que están pendientes en temas viales como el taco que se forma desde Caburgua. Es necesario mejorar la experiencia del turista. La pista del aeropuerto falta que la terminen para ver cómo conectamos mejor Pucón. Creo que también hay temas sobre cómo nos coordinamos mejor los diferentes actores en Pucón. Estaba hablando ahora con la persona de Sernatur y falta esa coordinación de un bureau potente que vaya a buscar grandes eventos y los traiga a Pucón desde Estados Unidos, Brasil, México y Europa. Creo que hay mucha pega por hacer y esa pega por hacer es porque hay un gran potencial. La verdad es que yo, más allá de ser un enamorado de Pucón y siendo súper racional, tiene un tremendo potencial”.

— ¿Cuál es el aprendizaje que les deja esta experiencia de cuatro años desde que ganaron la licitación hasta que la materializan?

“Hemos reflexionado y es bastante amplio. Lo bueno es que se confirma, una vez más, la capacidad del equipo local y corporativo de la resiliencia y pasión que le pone la gente para trabajar y sacar las cosas adelante. O sea, nos pueden pegar con un bate 20 veces y nos vamos a parar de nuevo. La resiliencia es brutal. Eso es lo bueno porque es rico confirmar que uno trabaja con equipos con ese nivel de compromiso. Lo bueno, también, es que somos capaces de adecuarnos a las cosas que van pasando. Y de manera creativa. Y siempre protegiendo lo importante. Lo urgente era sacar el proyecto, lo urgente era cumplir, pero lo importante era el destino: seguir potenciando Pucón para lo que realmente merece ser. Y tener un casino de este estándar es lo que se merece. Eso es proteger la fuente de empleo. Hoy día las quinientas y tantas personas que van a terminar trabajando cuando veamos el proyecto completo con el hotel son prioridad uno. Y eso es lo importante y urgente. Lo importante es la visión y eso la mantuvimos siempre. En mi cabeza no estaba fallar. Y lo malo, no sé. Encuentro que este es un triunfo tan potente para la ciudad, para Enjoy y para la gente que trabaja acá, que me cuesta ver lo malo, aunque siempre hay cosas para mejorar”.

— Te pregunto en específico, acá en la comunidad, sobre todo en el ámbito gremial, hay una crítica que apunta a la desconección de Enjoy con el resto de la gente del negocio turístico… 

“No sé. Nunca me llegó algo directo, pero si eso es así; hoy día tenemos un plan muy específico, mapeado y documentado con distintos hitos que vamos a perseguir de aquí en adelante; porque yo sí creo que tenemos que potenciar la conexión con la comunidad, con los gremios, con los negocios locales y con la economía circular. Yo hoy día le estoy exigiendo a las unidades de negocios que no nos ahorremos dos pesos en un producto que podemos comprar a nivel cadena cuando podemos ser un aporte a una pyme local comprándoselo a ellos. También contratar gente local. Eso creo que antes lo hacíamos y eran más iniciativas de gerentes, pero no era una declaración”.

—¿La crisis social cambió la mirada?

“Creo que viene de antes. Y si no lo veíamos antes fue un error. Por algo han pasado las cosas que han pasado. Las empresas tienen que conectarse. Es higiénico. Antes era un eslógan, pero hoy es un absoluto higiénico que las compañías deben estar conectadas con sus comunidades de verdad. Insisto, no para el eslógan, sino que de verdad. Generando empleo de verdad. Y no haciendo una feria de pymes locales una vez al año, sino que comprando regularmente y apoyando a la economía local. Y eso es distinto. Una cosa es show y eslógan y lo otro es la pega de verdad”.

— ¿Cómo va el tema de la fusión con Dreams?

“Hoy estamos en la Fiscalía Nacional Económica. Es parte del proceso normal de un proceso de fusión. Estamos en la fase uno y eso está entregado a los abogados de las partes. Nosotros como administración no nos involucramos en el proceso por un tema obvio, pero hoy día en Enjoy estamos gestionando la compañía y tomando las decisiones pensando en lo que es Enjoy hoy día. No estamos con freno de mano, ni más agresivos, ni nada distinto a lo que haríamos sin fusión”.

— Y de suceder, ¿en cuánto tiempo lo proyectan?

“Creo que vamos a andar más para fin de año, pero hay experiencias que han sido rápidas y otras eternas. Eso no depende de nosotros y tampoco estoy full en el proceso”.

— ¿Fue un golpe muy duro que tu familia haya perdido el control de la compañía?

“Nosotros, cuando entra Advent (2017) ahí ya mi familia perdió el control. La verdad es que es la evolución de compañías familiares que se van profesionalizando. Es parte de la evolución natural. Y más que dolor por el control, y no tengo dolor por el control, a mí lo que me interesa es lo que representa Enjoy. Y ahí está el ADN de mi abuelo. A mi si me dices el lado emocional o familiar, si me duele más o menos; hoy no me duele nada. Al contrario, lo veo más evidente que nunca, que la visión del fundador está y para mi eso es más que suficiente. Más que el control o no. E insisto, las compañías crecen y van evolucionando”.