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Dueño de aserradero quemado en Llafenco: “Es un negocio que levantó Dios y sé que Él lo volverá a retomar”
José Miguel Ulloa contó su testimonio en medio de los escombros de las instalaciones de una empresa que daba trabajo a 18 personas de la comunidad. Las pérdidas son millonarias, pero mantiene su fe intacta.
No alcanzan las diez horas desde que la alarma de incendio que lo sacó de su cama fue dada. Pero ahí está, José Miguel Ulloa (41) con botas de goma y guantes de seguridad, liderando a una veintena de trabajadores para sacar los escombros. Un incendio que se declaró pasados pocos minutos de la medianoche de este martes 27 de diciembre destruyó gran parte de su aserradero en el sector de Llafenco. Las pérdidas, entre madera, maquinaria, vehículos y generadores de electricidad, entre otras cosas; podrían acercarse peligrosamente a los cien millones de pesos. Pero Ulloa está ahí, firme al pie del cañón. Y pese a la pena que se escapa por su cara y sus palabras, tiene una cosa clara: hay que levantarse.
“Debiera pelearle para sacar esto adelante, porque no soy solo yo el que queda damnificado. Son varias familias porque este aserradero está inserto en plena comunidad de Llafenco. Entonces, en algún momento la pena tiene que pasarse y hay que pelearle, aunque sea endeudándose para poder salir adelante. No me quedan más opciones que endeudarme”, cuenta Ulloa, quien le daba trabajo a un grupo de 18 personas.
Por ahora no están claras las causas del incendio que consumió gran parte de las instalaciones. Se estima que pudieron ser brasas encendidas que quedaron en un tambor de latón. Pero no hay nada definido aún y las respuestas pudieran estar en el resultado del estudio que haga el departamento de estudios técnicos de Bomberos. En todo caso, por ahora, no hay ninguna evidencia que apunte a causas intencionales.
Pareciera ser, eso sí, que más allá de las causas Ulloa está enfocado en rearmarse. Y para eso, dice poner su esperanza en Dios: “Estoy confiando en Dios. Yo soy cristiano y sé que las cosas pasan por algo. Doy gracias a Dios por esto que son pruebas y caminos necesarios de recorrer para aprender ciertas cosas que no vemos. Vamos a seguir peleando. Es un negocio que levantó Dios y sé que Él lo va a volver a retomar”.
Ulloa cuenta que no hay seguros comprometidos por lo que para volver y reponer lo perdido tendrá que recurrir a los bancos. En el lugar había cámaras de seguridad, pero el disco duro donde se almacenaban las imágenes también resultó quemado. Hasta el lugar del incendio llegaron todas las compañías de Bomberos de Pucón y se pidió ayuda a voluntarios de Curarrehue y Villarrica.