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El sombrío escenario que vive el alcalde Barra a menos de dos meses de su salida de la municipalidad

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  • A las dificultades que enfrenta en su administración, con disputas entre funcionarios, investigaciones en la justicia y sumarios eternos; se suman sendas cartas de sus hijos que revelan un quiebre familiar profundo y complejo y en el que lo acusan, incluso, de “abusos en diferentes ámbitos”. 

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El pasado jueves 3 de octubre, Andrea Barra Saldías, hija del alcalde Carlos Barra, se encargó de repartir en sobres cerrados una carta a familiares más directos. Se trataba de una misiva redactada por el hermano menor de Andrea, Jaime, quien se encuentra radicado en Florianópolis, Brasil. El texto, que en las horas previas el mismo Jaime se había encargado de repartir en formato PDF vía Whatsapp, tocaba una serie de situaciones familiares y deslizaba algunas acusaciones en contra del jefe comunal. Y desde ahí las ocho páginas de la carta —sumada a otra en el mismo tenor de la propia Andrea– se han viralizado a través de la red social de mensajería. Y esto, pone un elemento más a la compleja situación que vive el jefe comunal; quien además del profundo problema familiar y también público que traen los textos, suma una serie de situaciones al interior de la municipalidad. Todo esto a menos de dos meses de dejar el cargo.

Las cartas

La primera de las misivas viralizadas fue la de Jaime Barra. El texto está fechado en septiembre de 2024 y deja en claro que se redactó en Florianópolis, Brasil. La carta aborda una serie de temáticas y hace un relato de lo que tanto él y Andrea vivieron como hijos nacidos en una relación paralela al matrimonio del actual alcalde puconino. Aclara, eso sí, que si bien se manejó la posibilidad de una demanda —de parte de la madre de los Barra Saldías— en contra del jefe comunal, esta no se materializó de parte de ellos. 

“Lo primero es dejar claro que por parte mía y por mi hermana Andrea nunca hubo una demanda ni lo habrá. La posibilidad de demanda se originó por parte de mi mamá hacia él, que bajo mi punto de vista, sin dejar de lado la responsabilidad de mi mamá en esta historia, tiene todo el derecho de opinar social o judicialmente contra un hombre que abusó en diferentes ámbitos de ella por más de 55 años”, apunta Jaime Barra Saldías en uno de los párrafos iniciales. 

El tema de la posible demanda, según relata la carta, tomó cierta fuerza a partir del ordenamiento y reparto del patrimonio familiar. Fue ahí cuando se decidió formar una sociedad por acciones en el que los cuatro hijos del matrimonio (Barra Figueroa), además del mismo Barra padre, se reunieron con Jaime y Andrea para explicarles los términos: “Me dicen que tomaron la decisión de ordenar la herencia que él dejaría y que llegaron a un acuerdo entre ellos 5 (mi papá y sus 4 hijos Barra Figueroa). Entre ellos decidieron darnos 2 habitaciones del hotel a cada uno de nosotros con mi hermana Andrea y, para eso, contrataron a un abogado que les elaboró una sociedad por acciones donde cada hijo tiene un % (porcentaje). Yo y mi hermana un mínimo porcentaje porque era lo que correspondía”.

Si bien Jaime Barra no presenta mayores reparos formales en torno a lo que ella y su hermana recibieron, sí se detiene en los comentarios recibidos en aquella oportunidad. “Escuchamos largo rato el discurso moralista de (nombra a una hija), la explicación técnica del abogado y la justificación de mi papá diciéndonos todo el rato que ‘teníamos que estar agradecidos porque no nos dejó fuera de todo, porque sin problemas lo podía haber hecho, pero quería ser un hombre justo’”, se puede leer en el texto. 

En la carta, eso sí, explica que —a diferencia de los hijos del matrimonio— ellos no podrían usar lo dejado (aún pagando arriendo) hasta que Barra ya no esté. Es en ese contexto que Jaime Barra niega que la posibilidad de demanda haya estado atada a este trato: “Entonces cuando a los oídos de ustedes (la familia) llegó la historia que demandamos por herencia a mi papá es una total y brutal mentira”. 

Jaime Barra también hace un recorrido en la compleja historia de su núcleo familiar. Y ahí hay una serie de implicancias que vistas a la luz de los años podrían dificultar aún más la situación del alcalde. “La Nona (mi mamá) cometió un error brutal cuando tenía 13 ó 14 años de edad que fue conocer a mi papá que tenía 25 ó 26 años. Contra una niña pobre de población que tenía 13 ó 14 años”, dice y agrega: “Varios de ustedes tienen hijas, nietas de esa edad. Saquen sus conclusiones quién en ese momento estaba mal”.

También hace alusión a todas las posibilidades que tanto ellos, como hijos fuera del matrimonio y su madre, tuvieron de acusarlo por una serie de acciones e incluso desliza un tema sensible: la posibilidad de un episodio de “violencia intrafamiliar y psicológica”. “Mi papá puede explicar por qué mi mamá perdió un ojo, él estaba esa noche con ella”, relata y también enfoca en dineros de la madre que, según él, no fueron devueltos: “El dinero que algún día le administró a mi mamá que lo aproveche”.

Al final, la carta envía duros mensajes a los cuatro hijos del alcalde nacidos en el matrimonio formal; pero pide disculpas al resto de la familia: “Para terminar, a toda la generación nueva de primos, sobrinos, etc. les quiero decir que me disculpen por lo que acaban de leer, pero crean que pienso que era necesario que ustedes tengan mi versión de los hechos”.

La carta de Andrea, en tanto, —la que también se encuentra viralizada–- es presentada como la continuación de la de Jaime. Y en ella, la mayor de los hermanos Barra Saldías, explica la relación que tuvo con su padre y da detalles íntimos de la compleja vida que le tocó atravesar de niña como una hija nacida fuera del matrimonio. Algo que en el Pucón de los 80 y 90 era algo muy difícil y, a veces, estigmatizador. 

Si bien este medio tuvo acceso íntegro a las cartas, por decisión editorial no las hará totalmente públicas por contener elementos privados e íntimos de la vida e infancia de los propios denunciantes (pese a ya estar ampliamente viralizadas a través de Whatsapp). Al consultarle al alcalde por esta compleja situación y las acusaciones, se limitó a decir que no emitirá ningún tipo de declaración por ahora, ya que si bien entiende que es un hombre público, son en su mayoría cosas que están —a su juicio— en el ámbito de su vida privada. 

¿Y en la municipalidad?

Y si en el ámbito familiar las cosas están complicadas, en la municipalidad la situación tampoco pinta muy bien. Esto porque Barra mantiene una serie de flancos abiertos. El primero de ellos es el caso de las presuntas irregularidades en el tema de las patentes de alcoholes. Acá según se supo, la fiscalía avanza a través de la investigación que lleva adelante la PDI de Villarrica. En esta última unidad, según se conoció, han “desfilado” una serie de funcionarios municipales para entregar detalles que podrían poner cuesta arriba la situación del suspendido jefe de Rentas y Patentes de la municipalidad, Juan Antonio Ulloa. Además de eso, han aparecido una serie de antecedentes que, al menos, pondrían en cuestionamiento el rol de algunos cercanos del jefe comunal y del encargado de Rentas. Todo esto en el contexto de asesorías externas para la entrega y tramitación de patentes. 

A lo anterior, también hay que sumarle la suerte de “contraataque” de Ulloa, quien estampó una denuncia en Contraloría lo que denomina una “malversación” de más de $250 millones que tiene que ver con la posible subvención de emprendimientos particulares con fondos públicos. 

Pero hay más. En los últimos días se conoció de la fuerte disputa que existe entre la Secretaria Municipal, Gladiela Matus, y el director subrogante de Tránsito, Diego Vega. Este último acusó a Matus de “acoso laboral”, luego de que esta lo denunciara administrativa y penalmente por supuestas firmas electrónicas falsificadas en el proceso de otorgamiento de licencias de conducir. Según la denuncia de Vega, la situación se fraguó luego de que se percataron que él, por error, usó el correo y la firma electrónica del titular en el cargo, Áxel Brinks, quien ha estado en una larga licencia médica.

La denuncia, a la que tuvo acceso este medio, relata una serie de hechos complejos. “Pero no sólo he sido objeto de acoso laboral por este hecho, sino que también lo he sido a través de diversos comentarios emitidos por la misma persona, doña Gladiela Matus Panguilef, dirigiéndose hacia mí como ‘pendejo agrandado’, ninguneando mi edad, experiencia y calidad profesional. Hechos que en su oportunidad no denuncié por temor y miedo a su cargo, pero que hoy hago presente”, se lee en el documento que llegó a la Contraloría. Uno de los puntos que resta conocer luego de lo anterior es si las licencias de conducir autorizadas con la firma de Brinks —mientras estaba con licencia— son válidas o no. De no serlo abriría un flanco aún más profundo. 

Mientras, en la administración pública local tratan de avanzar con el cierre del período para entregar de la manera más ordenada al alcalde o alcaldesa que asuma el próximo seis de diciembre. Y en este contexto lo más complejo son la cantidad de sumarios administrativos e investigaciones sumarias. Las primeras tienen relación a casos que han superado la etapa de la investigación sumaria y hay antecedentes concretos de la posibilidad de faltas administrativas. De estas hay 26 pendientes. Pero de los segundos, que corresponden a la etapa previa del sumario, la cifra se dispara. En total, según informaron desde la misma municipalidad, hay 132 causas abiertas. Con todo, es poco probable que estos procesos sean concluidos antes del 6 de diciembre, fecha del cambio de mando. 

¿Lo último? La denuncia realizada en Contraloría por la concejal Verónica Castillo en torno a que Barra no pidió autorización al concejo para salir del país en representación de la municipalidad. El alcalde estuvo en la última versión de la Feria Internacional del Turismo (FIT) realizada en Buenos Aires, Argentina. En el contexto de todo lo anterior, pareciera ser un problema menor para el edil. Eso sí, es probable que deba devolver el viático que, según fuentes consultadas por este medio, era cercano a los $2 millones.

Mientras todo esto se desarrolla al interior del edificio municipal, el reloj sigue corriendo para llegar al próximo seis de diciembre. En esta fecha, quien es (probablemente) el alcalde más emblemático y tal vez relevante en la historia de Pucón deberá entregar el cargo que ha ostentado por 26 años. Es probable que los que vienen no sean días fáciles.

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