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Oficina de la discapacidad
En las últimas horas y a raíz del fuerte temporal de viento y lluvia que golpea a la zona conocimos la compleja situación que vive la infraestructura donde funciona la Oficina de la Discapacidad en Pucón. Un colapso en parte de la infraestructura del techo generó una inundación al interior del establecimiento lo que, obviamente, trajo una serie de complicaciones y, por cierto, tiene el potencial de retrasar el trabajo que se realiza en ese lugar y que beneficia a personas con discapacidad en la comuna.
Pero el asunto, más allá del problema mismo, es que —según se supo– tanto funcionarios como dirigentes de las agrupaciones que reciben beneficios de la oficina plantearon desde casi el mismo momento de la adecuación del espacio, que éste tenía problemas estructurales.
Y pasó lo que usualmente pasa: nada. Pareciera ser que es un problema en la comuna (y probablemente también en el resto del país) que, de acuerdo a las últimas experiencias, nuestras autoridades y quienes nos lideran tienen la mala costumbre de actuar de manera reactiva cuando los problemas son ya insostenibles. Sucedió en el jardín infantil de la Villa Cordillera hace unas semanas y ahora en la ya mencionada Oficina de la Discapacidad.
Desde esta redacción hacemos un llamado a nuestras autoridades para tratar de evitar este tipo de situaciones tan vergonzosas. Cómo puede ser que un municipio que tuvo en 2022 ingresos por más de $4.400 millones sólo del casino (y más de $18 mil millones en total) no tenga algo de dinero para sellar un techo y poner calefacción en una oficina de tanta utilidad para nuestra comunidad; especialmente, los niños con discapacidades.