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Joven deportista local pide a municipalidad indemnización luego de ser chocado por vehículo de Seguridad Ciudadana

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El accidente que sufrió Marcelo Navarrete la mañana del cinco de febrero pasado lo sacó de toda competencia y posibilidad de entrenarse, ya que la bicicleta de alto rendimiento que usaba quedó destruída. 

MODELO.- Esta es la bicicleta que resultó destruída luego del accidente del cinco de febrero pasado en el que el joven fue impactado por un vehículo de Seguridad Ciudadana.

La mañana del pasado cinco de febrero, previo a la pandemia, el joven Marcelo Navarrete Vásquez (17) conducía una bicicleta de competición, junto a su primo Hans Tapia, por la ciclovía de Camino Internacional, a la altura del cruce de Quelhue. El problema es que justo en esa intersección, a las 11:15 horas, fue impactado por el vehículo de Seguridad Ciudadana de la municipalidad de Pucón. Y si bien, Marcelo Navarrete, terminó solo con lesiones leves, los daños a la bicicleta y al equipo que usaba para competir quedó destruída con pérdida total. Por lo mismo, la familia del deportista inició una acción legal en el Juzgado de Policía Local (JPL) que busca que la municipalidad responsa con la pérdida a la herramienta deportiva y por el daño moral. En total, la suma se eleva a los $7 millones.

Los datos están integrados en la querella infraccional que la abogada Francisca Acuña, representante de la víctima, ingresó al JPL, causa que tendrá una audiencia en la que se podría llegar a un acuerdo este viernes. El documento, al que tuvo acceso La Voz…, se explica que la bicicleta, más allá de ser un pasatiempo, es una herramienta primordial en la actividad deportiva del menor, quien ha logrado una serie de éxitos en competencia locales, regionales y nacionales. “La pérdida de la bicicleta y el equipo de seguridad, ha sido un acontecimiento muy grave en la vida de mi hijo, ya que no se trata de una bicicleta de entretención o de deporte casual, sino que es parte importante y primordial de su equipo de entrenamiento”, se lee en el texto, el que luego agrega: “Desde temprana edad mi hijo Marcelo manifestó su interés por el deporte, por lo que inició su carrera deportiva cuando tenía tan solo 04 años de edad. Como familia, siempre lo hemos apoyado, logrando con mucho esfuerzo, que pueda participar en diversas competencias que le han permitido posicionarse como uno de los deportistas con mayor proyección de la comuna, especialmente en el ciclismo de ruta y MTB”.

Según el documento, desde el día del accidente, el joven no cuenta con el equipo necesario lo que le impidió participar en competencias tal como acostumbraba y tampoco pudo entrenar en su casa por la pandemia: “El accidente sufrido el 05 de febrero marcó un antes y un después en su carrera, ya que ha transcurrido más de medio año sin que pueda entrenar, en circunstancias que sus pares, durante este periodo han realizado diversos entrenamientos al aire libre y al interior de sus casas, en los rodillos que tienen por objeto permitir el entrenamiento con la bicicleta estática, sin que el estado de catástrofe haya sido un impedimento para su preparación; Por el contrario, los jóvenes han tenido mucho más tiempo para dedicarse al deporte”.

Además el documento explicita una serie de problemas psicológicos generados por la imposibilidad de practicar deporte del joven, además del temor a sufrir un nuevo accidente. “En la especie, el accidente tuvo graves consecuencias para mi hijo, tanto físicas, como psicológicas. A raíz de la colisión, causada por el infractor, cayó de su bicicleta, sufriendo lesiones físicas leves tras el impacto, y graves lesiones psicológicas, producto del miedo y la impresión que implica para un menor ser víctima de un accidente de esta magnitud. Es más, tras el accidente Marcelo no ha podido volver a entrenar con normalidad por carecer de un equipo, pero también por el temor inminente de ser víctima de un nuevo accidente”, sostiene la querella y luego agrega: “Por su parte, el sufrimiento que ha experimentado mi hijo al tener que abandonar forzadamente su carrera deportiva, es incalculable. Hace ya medio año, se encuentra privado de poder entrenar y sin haber podido participar de todas las competencias que se desarrollaron durante el mes de febrero y parte del mes de marzo, lo que, sin duda, es un amargo sentimiento que lo embarga día a día”. Lo anterior, a juicio de la parte demandante justifica una solicitud de $3,3 millones por daño moral.

Consultada la municipalidad, desde el departamento Jurídico señalaron que están analizando el caso y dependerá si logran establecer la existencia o no de señalética en la intersección la fecha del accidente. Y de acuerdo a esto definir si llegan a un acuerdo o van en contradicción con la tesis de la víctima. Todo esto podría definirse en la audiencia de contestación, conciliación y prueba que se realizará este viernes en el JPL.

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