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Guías de rafting se van a paro: acusan que sufren condiciones laborales precarias
Los movilizados acusan falta de contratos, bajos salarios y ausencia de seguros contra accidentes.
Pese a que Pucón es llamada la “capital del turismo aventura en Chile” y una de las principales plazas de actividades de este tipo en el mundo; pareciera ser que aún hay cosas que no funcionan del todo bien. Así al menos lo dicen los guías de aguas blancas locales, quienes comenzaron un paro indefinido. Según la presidenta del sindicato de la asociación de rafting, Tabita Ramírez, las agencias han dejado de lado a sus trabajadores y es por esto que el gremio se juntó la mañana de este domingo en el frontis de la municipalidad para manifestarse y exigir mejoras laborales.
Según Ramírez, son trabajadores de 13 las agencias de turismo que están involucrados en la movilización. El objetivo principal, según dice, es que suban los salarios, tengan contratos de acuerdo a la ley y que las empresas les paguen seguros de accidentes. Para poder optar a una licencia de guía de turismo de rafting se debe realizar una prueba teórica y otra práctica que tienen un valor de $230 mil, equipo técnico pertinente, cursos de rescates, de primeros auxilios. Todas estas exigencias las pagan los mismos guías.
“Hace más de 20 años que el pago por la bajada del río es de $20 mil en el caso que se realice en el Trancura bajo y $25 mil si es en el alto, por lo que no conviene emitir boletas. Además, no hay ningún tipo de cobertura por parte de las aseguradoras hacía los guías, es solo para pasajeros, y este tipo de deporte tiene un nivel de riesgo alto y los trabajadores están constantemente exponiendo en riesgo su vida por lo demás no contamos con ningún tipo de contrato, seguros laborales, cotizaciones, ni seguridad social”, dice la líder gremial, quien agrega: “Hay dos secciones en el río, una es la baja que es clase 3 y el alta que es clase 4, en la entrada de la sección 4 no hay camarines, basureros ni baños, por lo que tienen que hacer sus necesidades en la intemperie y cambiarse al frente de las personas”. Según ella, lo ideal es que el pago por el Trancura Bajo sea de $30 mil y el del alto $40 mil para así poder emitir boletas.
Tabita Ramírez también apunta al rol de la municipalidad en el conflicto. Según ella, el organismo público podría recaudar más de $200 millones anuales por concepto de impuesto de zarpe. El punto es que los guías reclaman que no ven ningún tipo de inversión sobre este dinero, como instalaciones para visitantes y guías, principalmente baños y vestidores. Tabita Ramírez agrega que en los últimos años varios de sus colegas sufrieron accidentes y tuvieron que hacer rifas y almuerzos de beneficios para correr con los gastos.