Opinión
El desafío del cambio climático
*Por Carlos Libuy L.
Actualmente todos quienes habitamos nuestro planeta, nos encontramos enfrentando una triple crisis ambiental: el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Esto representa un gran desafío para la gestión ambiental a escalas globales y locales, en particular para los países más vulnerables al cambio climático como lo es Chile.
Ciertamente todos los chilenos de alguna u otra forma sabemos que nuestro planeta está atravesando por una crisis climática sin precedentes. Desde el documental “Una verdad incómoda” (An Inconvenient Truth – 2006) del político y ambientalista estadounidense Al Gore, que hemos escuchado sobre el concepto de calentamiento global, el cual paulatinamente fue quedando en desuso para dar paso a un término más apropiado para la realidad mundial, así actualmente es más preciso hablar de “Cambio Climático”.
Hace pocos días la zona centro sur de nuestro país vivió en carne propia los embates de la naturaleza con las dramáticas inundaciones de las que fuimos testigos atónitos. Aunque no es primera vez que Chile es víctima de inundaciones de estas características, no es menos cierto que los episodios de inundaciones y olas de calor a nivel planetario son cada vez más extremas y prolongadas, en donde las consecuencias del cambio climático se traducen en decenas de víctimas y damnificados alrededor de todo mundo.
Lo cierto es que, a pesar de algunas contadas excepciones como la del autor danés Bjørn Lomborg (El ambientalista Escéptico – 2001 y Falsa alarma: por qué el pánico ante el cambio climático no salvará el planeta – 2021); existe un rotundo consenso científico de que este fenómeno es un hecho inequívoco, el cual es causado por la acción del hombre como consecuencia directa de las excesivas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) sobre nuestra atmósfera.
Pero, ¿qué sabemos realmente sobre este fenómeno y cómo nuestro país ha enfrentado esta amenaza desde la realidad chilena y cuáles son los instrumentos jurídicos implementados a nivel nacional?
Antes de responder a las interrogantes principales de esta publicación, me parece necesario comenzar haciendo mención a la evolución que este tema ha tenido en la comunidad internacional y cómo los Estados han aunado esfuerzos y compromisos en torno al mismo. Desde luego que la génesis la podemos encontrar en el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC – 1988) y la Convención Marco de Naciones Unidas de Cambio Climático (CMNUCC – 1992).
El IPCC fue creado con la misión de brindar los elementos científicos del riesgo que supone el Cambio Climático en las actividades humanas y en los ecosistemas. Desde el inicio de su labor en 1988, el IPCC ha preparado seis informes de evaluación. En el último informe de este año 2023, la organización ha hecho un llamamiento a la acción inmediata, toda vez que ya “En 2018, el IPCC puso de relieve la escala sin precedentes del desafío que suponía limitar el calentamiento a 1,5 °C. Cinco años después, el desafío es aún mayor debido al aumento constante de las emisiones de gases de efecto invernadero. El ritmo y la escala de las medidas adoptadas hasta el momento, así como de los planes actuales, son insuficientes para hacer frente al cambio climático“.
Por su parte la Convención Marco de Naciones Unidas de Cambio Climático (CMNUCC) entró en vigor el 21 de marzo de 1994. Hoy en día, tiene una membresía casi universal con 197 países que han ratificado la Convención y a la cual Chile se encuentra adscrito desde su inicio. A instancias de esta Convención Marco, se han desarrollado múltiples Conferencias de las Partes (COP) de las que han surgido diversos instrumentos y acuerdos para reducir las emisiones de GEI. Entre los instrumentos más conocidos de estas conferencias podemos señalar al “Protocolo de Kioto de 1997 que entró en vigencia en 2005 (COP 3) y el Acuerdo de París de 2015 (COP 21) y la fallida COP 25 que no se realizó en Chile a finales del año 2019 motivo del estallido social que todos recordarán. Como dato extra, se debe tener presente que Estados Unidos, luego de que se había retirado formalmente de este tratado internacional bajo la administración de Trump en 2020, actualmente se encuentra reincorporado desde 2021 gracias a una orden ejecutiva del actual presidente Biden.
Por otro lado, no puedo dejar de mencionar los conocidos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por Naciones Unidas (ONU) conocidos también como la “Agenda 2030”, por medio de la cual en septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible, siendo el ODS 13 denominado “Acción por el Clima” el objetivo que busca adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos en América Latina y el Caribe.
Ahora bien, ya teniendo claro el escenario mundial en relación con la gobernanza sobre el Cambio Climático, volveremos a Chile para revisar nuestra arquitectura climática sobre la base de la institucionalidad ambiental y los instrumentos de gestión destinados a asumir este fenómeno, las que principalmente se traducen en medidas de mitigación y de adaptación de este.
El Ministerio del Medio Ambiente, a través de la Oficina de Cambio Climático, es responsable de “proponer políticas y formular los planes, programas y planes de acción en materia de cambio climático”, de acuerdo al artículo 70.h. de la Ley de Bases del Medio Ambiente 19.300. Para llevar a cabo lo anterior, la Oficina de Cambio Climático se organiza en tres departamentos: 1) Mitigación e Inventarios de Contaminantes Climáticos, 2) Adaptación al cambio climático y Desarrollo de Capacidades, y 3) Negociación Internacional y Financiamiento.
A nivel regional se articuló el funcionamiento de la institucionalidad sobre la base de los Comités Regionales de Cambio Climático (CORECC) originados en el “Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC I 2008-2012) y nace de la necesidad de fortalecer acciones de cambio climático en los territorios, en concordancia con la política climática nacional y el desarrollo de las regiones. Los CORECC están constituidos por las SEREMIs de diversos Ministerios con competencias en materias de cambio climático, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático Regional y también pueden formar parte de ellos representantes de Municipios, Academia, Sociedad Civil y Sector Privado, dependiendo de las particularidades de cada Región.
A su vez, el Ministerio del Medio Ambiente hoy en día está trabajando en la actualización del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático 2017-2022 (PANCC II) para dictar el 2024-2029 (PNACC III), instrumento que entregará los lineamientos transversales para planificar un país más resiliente atendido a los efectos del Cambio Climático.
Por otra parte, un hito trascendental en nuestro país es la entrada en vigencia de la Ley N°21.455 sobre Ley Marco de Cambio Climático el 13 de junio de 2022, cuyo objetivo es hacer frente a los desafíos que presenta el cambio climático, transitar hacia un desarrollo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero y otros forzantes climáticos, hasta alcanzar y mantener la neutralidad de emisiones de gases de efecto invernadero al año 2050, adaptarse al cambio climático, reduciendo la vulnerabilidad y aumentando la resiliencia a los efectos adversos del cambio climático, y dar cumplimiento a los compromisos internacionales asumidos por el Estado de Chile en la materia.
En base a esta Ley Marco y a la Estrategia Climática de Largo Plazo que nuestro país adoptó en esta norma, se han dictado una serie de guías metodológicas para implementar la variable “Cambio Climático” en diversos instrumentos de gestión ambiental, es así que el 13 de enero de 2023 se dictó la Guía metodológica para la consideración del cambio climático en el SEIA y recientemente con fecha 23 de junio de este año se publicó en el Diario Oficial la Guía de Evaluación Ambiental Estratégica para incorporar el Cambio Climático en los Instrumentos de ordenamiento y planificación territorial (Planes Reguladores Regionales, Interregionales y Comunales).
Como podrá advertir el lector, nuestro país paulatinamente ha atravesado un importante proceso de transformación, en el que desde hace varios años ha ido copando la agenda pública, intentado hacer frente como política de Estado al Cambio Climático.
Sin embargo, siempre serán insuficientes los esfuerzos que puedan hacer los países del mundo sin la colaboración y el esfuerzo de todos los miembros de la civilización humana para reducir nuestra huella de carbono. Los intentos de la autoridad estatal no se agotan con estas políticas públicas, sino que somos nosotros los ciudadanos comunes los que debemos sumarnos a la acción climática con hechos concretos de reciclaje, economía circular, y reducción en el consumo y en la emisión de residuos.
Lamentablemente las proyecciones para el futuro no son esperanzadoras, hay quienes pronostican que los climas extremos y los fenómenos meteorológicos serán cada vez más intensos y que de las medidas de adaptación tendremos que derivar en medidas de supervivencia. Claro está que nos encontramos frente al mayor desafío de toda la historia de la humanidad, como es el fenómeno del cambio climático y de nosotros dependerá el futuro que heredarán nuestros hijos y las próximas generaciones.
*Carlos Libuy L. Es abogado de la Universidad La República, magíster en Derecho Ambiental de la Universidad del Desarrollo, magíster en Derecho Administrativo de la Universidad de Los Andes y profesor de Derecho Ambiental de la Universidad de La Frontera – Temuco.Actualmente dirige el Estudio Jurídico Araucanía Sur.