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Editorial

Informe de Contraloría y orden municipal

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En la última semana conocimos el informe 412 de la Contraloría que daba cuenta de más de 120 observaciones a los manejos de las finanzas de la municipalidad de Pucón. A raíz de ellos se estableció un comité de respuestas que está a cargo de trabajar en zanjar estos problemas, más de un tercio catalogados como “complejos”. Además se abrieron cuatro sumarios para determinar las responsabilidades de la crisis.

Ahora, más allá de los argumentos y todo el manejo político que se le quiera dar al informe y al destemplarse las reacciones que van desde una evidente bajada de perfil (“son sólo temas administrativos”) hasta querer incendiar la pradera (“corrupción evidente”); entendemos que el informe nos muestra una realidad que está lejos de ser la ideal; pero que podría ser más común de lo que se cree en las municipalidades del país. Todas, por cierto, funcionan como pequeños feudos en los que cuesta que entre el aparataje fiscalizador del Estado; preocupado ahora de temas —al parecer— mucho más complejos como el denominado “caso fundaciones”.

A esto hay que sumarle los más de 20 años de la administración edilicia y, se entiende, que lo natural en este tipo gestiones es que mientras más se alargan los años en servicio más se relajan los procesos. Esto, por una cosa natural. Y más aún con la vorágine de apresurados cambios en las tecnologías de punta y en las formas de administrar tanto en lo público como en lo privado. 

Ahora, el lado bueno es que hasta acá no se ha dado cuenta de alguna conducta que pudiera ser un evidente delito o apropiación de fondos. Con todo, y aunque esto no exime a nadie de eventuales responsabilidades, entendemos que esta auditoría puede ser una muy buena oportunidad para que la administración de Carlos Barra sistematice su ordenamiento final. Esto, previo a dejar el cargo en diciembre del próximo año. Esperamos que los equipos puedan trabajar afiatados y zanjar la mayoría de las observaciones que plantea la Contraloría y dejar así una “casa ordenada” tal como lo ha planteado el mismo jefe comunal. Sería muy bueno para todos que el alcalde salga bien de su cargo y no deje situaciones abiertas que puedan complicar el accionar del alcalde o alcaldesa que lo sucederá.

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