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Editorial

El final de la administración Barra

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El pasado martes 27 de febrero vivimos una nueva edición de la celebración del aniversario de Pucón. La 141 para ser más exactos. Y no fue “una más” de todas las que hemos vivido después de que se instaurara este evento como tradicional en 1983 para el centenario. Esta tuvo un carácter simbólico por tratarse de la última que presidiría el alcalde Carlos Barra, quien termina su período a fines de año y, por la fuerza de la Ley, no le está permitido repostularse a un cargo que ha ostentado por 26 años desde 1994 cuando asumió por primera vez (entre 2008 y 2012 estuvo Edita Mansilla).

Y claro, era evidente que la celebración del aniversario era sólo una excusa para homenajear al alcalde por los años que lleva como tal. Ahora, sería estar ciegos o demasiado sesgados para no ver las transformaciones que ha sufrido la comuna en los períodos de Barra. Con luces y sombras, Pucón se ha transformado en un referente en el turismo nacional y, por cierto, gran parte de eso se debe a la visión que tuvo el jefe comunal para proyectar a un pueblo y convertirlo en una ciudad pujante.

Por otro lado, se deberá dejar el espacio al tiempo para poder hacer un análisis más acabado de lo que fue la administración Barra en la historia de Pucón. Habrá que evaluar lo bueno y lo malo —como el crecimiento inmobiliario desordenado— para poder entender la relevancia de este proceso que lideró uno de los alcaldes con más años en el cargo en la historia reciente del país. Y eso, sin duda, es trabajo más para historiadores y analistas que para el poco espacio que entrega una editorial como las que presentamos semana a semana en nuestro medio. 

Sin embargo no podemos olvidar que aún restan nueve meses de mandato y que Pucón tiene necesidades urgentes que no pueden aguardar por la administración que viene. Esperamos que el trabajo y el ímpetu de Carlos Barra no disminuya ni mengue en la medida que el fin del período se acerca. Las necesidades de nuestra comunidad no pueden esperar al siguiente que ocupará el sillón. El llamado, también, es a sus colaboradores y directivos de confianza en la municipalidad. Pucón merece una salida segura, ordenada y limpia. No podemos esperar menos. El denominado “último baile” de Carlos Barra debe ser a buen ritmo por que las necesidades apremian.

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