Reportajes
Cifran déficit de Educación en más de $850 millones: las explicaciones tras el profundo “hoyo financiero”

- El “círculo vicioso” que se genera por la mala proyección de la asistencia y su efecto en la subvención, sumado a malas decisiones en la gestión y el posible uso del departamento como una especie de “agencia de empleos” son los argumentos que se manejan para entender el problema de la falta de recursos en esta repartición clave en el desarrollo local.
(Hazte miembro de nuestro canal de Whatsapp y recibe las noticias primero)
Ha sido tema en las últimas semanas en las oficinas y pasillo de la municipalidad. El problema que existe en el Departamento de Educación Municipal (DEM). Y más que un problema es todo un drama económico que pasa por la falta de recursos con un déficit que este 2024 se cifra en más de $850 millones y que para 2025 se proyecta, según el alcalde Sebastián Álvarez, en $1.000 millones. Es decir, todo un “hoyo financiero”.
Pero cuál o cuáles son las razones de un problema que se viene arrastrando por varios años y que siempre se escondió con un discurso exitista y poco real. Porque, cómo olvidar los comentarios en torno a que Pucón era el ejemplo de un sistema educacional sano y exitoso. “La envidia de muchos”, se decía. Porque, la verdad, frases de este tipo salieron de la boca del anterior jefe comunal, Carlos Barra, y varios miembros de los concejos que lo acompañaron en la gestión (oficialistas y de oposición). Pero la realidad parece que no era tan como se dibujó en su momento.
El punto es que hay un punto determinante y una serie de anexos que pueden explicar el problema de la falta de recursos en la educación municipal de Pucón. El “determinante” es el problema de subvención que entrega el ministerio de Educación. ¿De qué se trata? Simple. El nivel central (ministerio) entrega un monto de dinero por cada niño que esté presente en la sala de clases. Por lo mismo este es un monto variable y, según algunos conocedores de la situación en Pucón, es el principal instigador del drama financiero. Esto, porque —según explican— para solventar sus gastos la comuna debería tener un promedio de asistencia mínimo del 95% de los alumnos. Y en la comuna en 2024 se estuvo lejos de eso y sólo se llegó al 84% en promedio.
Pero además de esto, la crisis se ha visto profundizada por varios elementos que conforman una especie de círculo vicioso. Es decir, quienes conocen del tema apuntan a que se debieron tomar decisiones impopulares. Quizás la más importante era externalizar el servicio de transporte. A saber, la municipalidad de Pucón (y casi todas las de Chile) entrega el beneficio del traslado de los alumnos a los establecimientos. Es decir, al tomar en cuenta que el ministerio paga por alumno en sala; no es mala idea facilitar la llegada de los estudiantes a los colegios. Esto, por cierto, trajo algunos efectos secundarios negativos, pero que se podrían subsanar con un buen servicio: la dependencia de los padres con el transporte y el no envío de los menores si la locomoción fallaba. El problema es que al ser un servicio que entregaba directamente el municipio, el costo de mantención de los furgones es a la larga muy difícil de asumir y, evidentemente, al no tener las mantenciones adecuadas, los vehículos quedan inutilizables por mucho tiempo. Los conductores, eso sí, seguían cobrando el sueldo. Ante las consultas del por qué no se licitó el servicio, las respuestas apuntaban a que la anterior administración nunca quiso asumir el costo político y administrativo de despedir a los conductores.
Sin liderazgo
Pero no es lo único. Las fuentes consultadas para este reportaje apuntan, también, a otros elementos. Explican que hay una serie de situaciones como que los principales colegios estén, en los hechos, sin un liderazgo claro por el retardo en los concursos públicos para directores. Y, por cierto, son los principales: Arrayanes, Hotelería y Turismo, Carlos Holzapfel, El Claro y Carileufu. Lo anterior hace que no se tomen decisiones o que se profundicen conflictos internos que dejan a profesores con licencias. Y a estos últimos hay que reemplazarlos y pagar extra. Además, hay algunos proyectos educacionales que no son sustentables. El más claro ejemplo, dicen, es el Colegio Especial Liwen, diseñado para niños con problemas de distinta índole. Está preparado para tener 50 alumnos y sólo hubo 20 matrículas en 2024.
Por último, no son pocos los que reconocen que debido a que en la educación municipal local, los funcionarios en su mayoría están adscritos al régimen del Código del Trabajo, distinto al del resto de los funcionarios municipales y el mismo con el que funciona el sistema laboral privado, hay más libertades para contratar personal. Esto último facilitó que, de alguna forma, sirviera como una especie de “agencia de empleos” informal. Todo esto por el conocido vicio del “pago de favores” políticos y ayudas sociales disfrazadas de trabajo sobre todo en el área administrativa y de servicios del departamento. Por lo mismo no son pocos quienes piden mirar el aumento en el gasto por el pago de remuneraciones en los últimos años. Como muestra de ello, un dato: si en 2020 se pagaban un poco más de $7.360 millones en sueldos; en 2023 llegó a más de $10.000 millones. A esto también hay que agregar las mejoras en remuneraciones, incentivos y bonos que el Estado ha entregado al gremio de los profesores en los últimos años.
Por ahora, aún no se ve una luz al final del túnel. La mañana de este lunes se conoció que el alcalde Sebastián Álvarez destinó $400 millones para mejoras estructurales en los establecimientos. Y esto, la débil infraestructura que presentan los colegios, también es una desmotivación que atenta en contra de la asistencia. Y si bien no soluciona el problema de fondo, se considera un punto de partida para mejorar.
Álvarez también ve con distancia la función y el liderazgo que ha cumplido en los últimos años el jefe del departamento, Alejandro Durán. Este último es considerado como uno de los “hombres de confianza” de la anterior administración y, por lo mismo, no se ve con malos ojos la posibilidad de que dé un paso al costado. En lo anterior, Álvarez podría tener el apoyo de la concejal Verónica Castillo; quien tiene varios cruces con Durán. De hecho, en tribunales se ventila una querella por injurias y calumnias que el directivo le puso a la edil.
“Hay varios factores (de la crisis), pero diré el principal y que es la madre de los resultados, sin duda es la mala o mejor, dicho la pésima gestión que ha realizado Durán o mejor dicho la cero gestión qué ha realizado. Siempre lo dije, ‘que diera un paso al costado’, pero el exalcalde nunca tomó mis palabras”, señaló Verónica Castillo.
Ahora lo que viene no es muy halagüeño. Esto, porque en el mediano plazo la educación pública local debiera ser traspasada a un Servicio Local de Educación Pública (Slep); el mecanismo diseñado para devolver el sistema al nivel central del Estado (el exalcalde Carlos Barra era un declarado opositor a este proyecto). El problema es que la idea es entregar un servicio “saneado” y sin deudas. Y de eso Pucón está lejos. A unos $1.000 millones de distancia.
