Los primeros cien días del nuevo alcalde

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Falta casi un mes exacto para que el alcalde electo, Sebastián Álvarez, tome posesión del cargo que ganó legítimamente en las elecciones del pasado 26 y 27 de octubre. Y desde ahí se inicia una nueva etapa en el poder político y administrativo comunal. Y lo anterior no es menor, ya que se deja atrás un ciclo que partió a principio de los años ‘90 y que tuvo, principalmente, al alcalde Carlos Barra como un líder carismático a quien habrá que valorar y evaluar con sus luces y sombras con el correr del tiempo. En ese sentido sólo esperamos que la “casa” quede lo más ordenada posible para que la nueva administración se pueda concentrar en lo que urge, sobre todo a puertas del verano, el periodo de mayor relevancia para nuestra comuna, que es eminentemente turística. 

Pero queremos enfocar esta editorial en las decisiones que podrían marcar la entrante administración de Álvarez. Son esos primeros cien días en los que se vive una especie de “luna de miel” entre el recién electo y la comunidad. Y en buena hora, ya que es positivo que quienes lleguen puedan asentarse y comenzar a materializar las ideas y proyectos con las que ganaron la elección. 

Pero además de esta “luna de miel” también serán clave las señales que se entreguen en torno a si las promesas de cambio son reales o sólo retórica para ganar la elección. La “nueva mano”  y los gigantescos esfuerzos de diferenciación con Barra desplegados por parte del alcalde electo durante la campaña deben notarse,  porque las expectativas que se ha generado al respecto son importantes y tendrá muchos ojos esperando ver las diferencias, sobre todo en aquellos asuntos de gestión que fue lo que más se presumió durante el periodo de propaganda. 

En ese mismo sentido la resolución de Contraloría de debilitar el régimen de contrata, normalmente entendido como “confianza legítima”  es viento de cola para las llegada de nuevas administraciones. La libertad que tendrá para cambiar personal será mayor, aunque signifique multiplicar en cientos las causas judiciales por despidos, aunque con altas posibilidades de ganarlas. Esperamos se opte con justicia, evitando las “cazas de brujas” y cuoteos políticos, pero también trayendo orden necesario a un cada vez más alocado y convulsionado ambiente laboral municipal. Esto, porque al final todos los conflictos municipales internos repercuten en la calidad del servicio que se brinda a la comunidad y de eso hemos tenido bastantes últimamente. 

También creemos que, por transparencia y tranquilidad de los funcionarios de planta que seguirán en el municipio, sería bueno que el alcalde electo anuncie y de a conocer prontamente a quienes lo acompañarán —en los cargos de confianza— en el inicio de su administración. Así, además de la tranquilidad, se podrá bajar la presión en el ambiente municipal y, también, podremos conocer y revisar las características profesionales de quienes trabajarán en hacer de Pucón un mejor lugar para vivir.