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Cortes de luz: tiempo de pantalones largos
Sin duda que los cortes de luz han sido una afrenta para todos los que vivimos en Pucón y una gran molestia para los visitantes. Pareciera que todo confabuló para que en las dos semanas del peak turístico, el servicio de la energía eléctrica brindado por la CGE sea paupérrimo. Pero, independiente de los problemas y contingencia climática, el denominador común pareciera ser la falta de mantención previa. Así lo han dicho actores importantes como las dos más altas autoridades políticas de La Araucanía: el gobernador, Mauricio Ojeda y el intendente, Jorge Atton.
Pero, independiente de las causas y de los efectos que esto traerá en relación a las demandas que pareciera ser vienen en contra de la empresa; el hecho es un llamado de atención del límite en el que está funcionando nuestra comuna. Los servicios básicos como la energía eléctrica y también el alcantarillado (hay antecedentes de rebalses por aumento de demanda); no dan abasto para atender la sobrepoblación que genera el turismo, sobre todo durante febrero. Entonces, no será tiempo de plantear el crecimiento de la infraestructura y redes que estas empresas ofrecen a nuestra comunidad. Y el tema sigue, ya que estos servicios se unen a nuestra infraestructura vial que se encuentra, también, hace varios años sobrepasada.
Así las cosas, creemos que es tiempo de exigir al Estado que invierta más recursos en esta zona. Pareciera ser, en apariencia al menos, que la mayor cantidad de inversión pública va hacia los sectores más desposeídos. Y se entiende, pero dejar de invertir en lugares como el nuestro por, en apariencia, manejar más recursos; sería una lógica nefasta. Necesitamos que el Estado invierta en Pucón, porque Pucón es el principal foco económico de esta alicaída Araucanía. Somos el diamante de una región azotada por diferentes problemas y conflictos profundos. Y por lo mismo, el Estado debiera cuidarnos, protegernos y darnos el dinero adecuado para tener mejores carreteras, puentes, calles y servicios en general. Porque cada peso que se invierte acá renta muchísimo más y esa plata queda circulando en la araucanía lo que promueve mejores sueldos, más contratos deservicios y eso al final fortalece la economía regional que tan deprimida se encuentra.
El Estado y los servicios básicos, privados o públicos, deben aprender a tratar con más consideración a quienes generamos la riqueza de esta zona, que son los miles de emprendedores, pymes, comerciantes prestadores turísticos que se ven directamente y negativamente afectados por la falta de organización y preparación de la infraestructura para estas temporadas altas. Creemos que Pucón debe crecer a la par de su gente y debe hacerlo en compañía de ellos no a pesar de su comunidad. Porque el Pucón próspero que conocemos lo hacemos todos y no queremos más apagones ni tampoco aguas servidas saliendo por los alcantarillados rebalsados. Todos debemos ponernos pantalones largos. Es el tiempo de crecer.