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Cristian Hernández: “No querer reconocer otros liderazgos me parece egoísta de parte del alcalde Barra”
El concejal más votado de RN está dispuesto a dar el paso siguiente en su carrera política y transformarse en la máxima autoridad de la comuna. Dice que las primarias son un derecho y está dispuesto a competir por su opción.
Por Rodrigo Vergara
Cristian Hernández (38) se declara un “puconino de tomo y lomo”. Y eso es algo que pocos o nadie podría rebatirle. El nacido y criado en estas tierras es relacionador público y productor de eventos de profesión, pero más que eso, es un político. Y se le nota cuando habla y gesticula. Claro en las ideas y a simple vista salta un carisma que lo dejó en una muy buena posición luego de las últimas elecciones municipales: primera mayoría en concejales con 1.568 votos (18,57%).
Y en este segundo período, el hombre quiere más. Y se le nota. Tampoco lo esconde. Asegura que está dispuesto para dar el gran paso y convertirse en el nuevo alcalde de Pucón. Aunque eso signifique competir con el edil que más tiempo en lleva en el cargo y, quien, en época de elecciones, se transforma en una máquina electoral que nadie, hasta ahora, ha vencido: Carlos Barra. Y hay otros elementos que pareciera no son menores. Ambos son de RN y Hernández, conocido, simplemente, como “el Pollo” fue considerado, en su momento, el “delfín” o el “protegido” de Barra. Pero los tiempos cambian y ese mote de “protegido” se hace cada vez más difuso.
— Tú eres una persona que nació y se creció acá, ¿imagino que eso es un plus o valor agregado a la hora de ser político y estar en elecciones?
“Desde el punto de vista del barrio, yo me crié en población. Como cualquier hijo de vecino. Y siempre doy gracias de dónde vengo. Mi papá ‘don Pollo’. Un artesano en fierro que no puede ser una persona más noble. Mi madre, 20 años trabajando en el Hospital San Francisco como auxiliar paramédico y ya lleva otros 20 años de artesana en lana. Creo representar al puconino común y corriente, al puconino de a pie, al puconino que anda en colectivo, al puconino hijo de cualquier familia. Porque hay puconinos que tienen otras miradas, como los puconinos que han llegado últimamente y que creen que estamos viviendo en Mónaco. Y no es así. Esa mirada vecinal creo encarnarla profundamente, incluso en la mesa del concejo”.
— ¿Y eso tendrá valor político? Porque en muchas campañas anteriores el tema de ser “puconino de nacimiento” era importante. Pero ahora, las dinámicas han cambiado y la nomenclatura social del pueblo también. Cada vez llega más gente de afuera a vivir y desarrollarse acá.
“Creo que no tanto. Yo hablo solamente de la procedencia. De dónde yo vengo. De ser un puconino cien por ciento genuino. No sé si asociado al desarrollo de un pueblo es un antecedente, pero sí es muy importante para la representatividad. Que la gente te conozca como un tipo que es cien por ciento local”.
— Desde que fuiste elegido concejal siempre se te vio muy cerca del alcalde. De hecho, se decía que él te preparaba para que seas su “sucesor”, su “delfín”. ¿Sigue siendo así?
“Durante cuatro años él lo dijo. Ahora, si ya no lo dice, esa es una pregunta que hay que hacerle a él. El alcalde es de palabra. Y él dio su palabra en la elección anterior (2016) que no se iba a reelegir…”.
“Si estuviera en los zapatos de él, me gustaría que alguien como yo pudiera seguir con esta posta, tomando lo bueno y corrigiendo lo malo”.
— Pero en una entrevista con este medio dijo otra cosa, que de no mediar nada extraordinario, él estaría en la próxima elección…
“Él es una persona de palabra. Y ahí yo ya no puedo meterme. Entonces, a veces, cuando él siente un desgaste y dice que ya no quiere ir, de repente nombra a otras personas que cree él que tienen liderazgo, pero a mí ya no me nombra. Entonces, si él no me nombra a mí, yo me nombro solo. No tengo problema en eso”.
— ¿Qué pasa contigo cuando lees que el alcalde dice en su entrevista que él ve que los nuevos liderazgos no están preparados y te incluye dentro de ese grupo?
“Cristian Hernández y cualquier otra persona se dan cuenta que Pucón requiere con mucha fuerza un cambio generacional potente. Desde donde se mire. Desde el ámbito del emprendimiento, del empresarial, del político, hay liderazgo. Mucho liderazgo. Entonces, si él lo dice tendrá sus razones, pero yo no concuerdo en lo absoluto con él. Él no puede negar que existen liderazgos como Eduardo Hernández (su hermano consejero regional), Natalio Martínez que tiene 26 años y es concejal; Omar Cortés, independiente de su votación que fue poca, no deja de tener un liderazgo joven. En todo caso, es una cosa que el alcalde siempre ha dicho con un afán de creer y hacer pensar que él es imprescindible. Pucón es una ciudad importantísima, si eso lo asociamos al presupuesto que tiene, a la calidad de su gente y a los recursos naturales; él debería reconocer que hay liderazgos que están junto con él. Que están a su lado y que lo admiran a él”.
— Pero él, siendo rigurosos, reconoce los liderazgos, pero lo que dice es que no están preparados…
“Cuando don Carlos asumió la primera vez me parece que venía desde el mundo de los negocios, de la carnicería. Desde el mundo del comercio. Desde el mundo ciudadano, desde el mismo del que yo vengo. Con una diferencia, yo tengo la experiencia del mundo público. Conozco las fortalezas y debilidades de mi comuna y del sistema administrativo”.
— Y tú ¿estás dispuesto a dar el paso siguiente? Porque hablas de un cambio generacional y la pregunta es ¿si tú eres ese cambio generacional para liderar la ciudad?
“Las primarias son por ley. Yo soy súper libre. Soy un amante de la libertad, de la democracia, del espacio del otro. De poder convivir con alguien que piense distinto. Y no querer reconocer otros liderazgos me parece egoísta de parte del alcalde Barra. No es la mirada de un estadista. Yo tengo una mirada estadista. Si estuviera en los zapatos de él, me gustaría que alguien como yo pudiera seguir con esta posta, tomando lo bueno y corrigiendo lo malo. Yo me creo con las competencias, las capacidades y la voluntad de poder sumar más gente para sacar a Pucón adelante”.
— Pero él dice que no está dispuesto a una primaria…
“¿Por qué no va a ir a primarias? Si él dice que no hay liderazgos jóvenes. Y si no hay liderazgos jóvenes, él sale sin problemas. Que se someta a primarias y que se valide. Ese es un acto republicano, de un estadista. De alguien que quiere lo mejor para su pueblo. Que se mida”.
— Pero él señala que su mayor validación es lo que le dice la gente en la calle y en las reuniones a las que va…
“Yo lo acompaño casi a todas las reuniones y ando con él en la calle, no voy a decir casi siempre, pero… no sé si será tan así. A mí también me lo dicen (que es mi oportunidad). Tú no andas conmigo en la calle. Tú no sabes realmente si me lo dicen o no me lo dicen. Las percepciones son otras. Las percepciones tienen que ver con las prioridades de un pueblo”.
— ¿Tú estás decidido para ir a una primaria?
“Por lo menos, estoy disponible para una primaria. Voy a tratar de luchar para que se validen las primarias. No solamente para Cristian Hernández, sino que para quien quiera someterse a primarias. Eso es un acto democrático de principios de libertad y de no ser egoísta”.
— ¿Crees que el alcalde es egoísta?
“Me parece extraño que no reconozca que hay otros liderazgos. Que sólo él es la persona indicada, cuando la historia nos dice que también ha habido otros liderazgos que han fracasado porque han tenido que ir por el camino independiente. Han fracasado porque se ha dividido la derecha”.
— Tu relación con el alcalde se ve bastante más tirante de lo que era hace dos años atrás, ¿es así?
“Es muy diferente, aunque tenemos más similitudes que diferencias, pero esas diferencias son muy marcadas, sobre todo en temas medioambientales, de crecimiento desmedido, de cómo urbanizamos y de las prioridades. Hoy día Pucón crece de una forma no muy justa y eso no pasa por plata. Pasa por priorizar otras cosas. No es que esté tirante. Es distinta, pero pasa porque yo tengo camino propio, tengo opinión propia y tengo gente que está detrás que me exige cosas que son distintas y así ha quedado de manifiesto en la mesa del concejo”.
— Tú planteas la opción de ir a primarias, pero necesitas apoyo dentro de tu sector. Precisas liderazgo político que te apoye… ¿Podrás conseguirlo?
“Éticamente lo correcto es que todo el mundo te apoye. Que apoyen un proceso democrático que tiene que ver con validarte. Qué mejor ejemplo que el Presidente Piñera, quien se sometió a un proceso democrático de elecciones primarias (golpea la mesa en cada sílaba de la frase). Participó de un proceso democrático, ¿por qué el resto no podría someterse a un proceso democrático?”.
— Quizás porque acá vivimos con algo de atraso en las formas de hacer política…
“¿Sabes por qué? Porque nos acostumbraron con un mensaje. Y el mensaje del alcalde es que ‘él es la persona y no hay otra’. Y no es así. Hoy día la ciudadanía te exige cambios. Los movimientos sociales te exigen cambios y yo estoy disponible para ir a primarias. Para hacer un cambio generacional que Pucón necesita hoy día y éste es un momento crítico. Creo encarnar muchas virtudes, capacidades y competencias del alcalde Carlos Barra, pero también tenemos diferencias profundas”.
— ¿No temes que el liderazgo de Carlos Barra al final te supere y te aplaste?
“Socialmente y políticamente estamos en igualdad de competencia. La realidad es que no me asusta competir libremente con propuestas, ideas y debates…”.
“Voy a tratar de luchar para que se validen las primarias. No solamente para Cristian Hernández, sino que para quien quiera someterse a primarias. Eso es un acto democrático de principios de libertad y de no ser egoísta”
— Pero él tiene 20 años de alcalde…
“Pero en dos años más él va a tener 78 y yo 40. Hay cosas que son distintas. Yo insisto en ese recambio generacional que Pucón necesita hoy. Y que él no tenga esa mirada de estadista y no dejar que vaya uno de los tuyos va a ocasionar que volvamos a tener una Edita Mansilla o un liderazgo que no era el adecuado”.
— ¿Tú crees que de no zanjarse esto en una primaria se le puede abrir a la derecha un escenario adverso en la municipal?
“Yo creo que sí. La primera campaña que ganamos (2012) era por que Edita Mancilla lo había hecho muy mal. La segunda campaña (2016) se hizo un buen trabajo, tanto como concejales y equipo con don Carlos y la candidata (Blanca) Beraud era pésima. Pero ahora yo no sé cuáles van a ser los liderazgos de otros sectores. Nosotros no podemos conformarnos en Pucón con decir que no hay otra persona. Tiene que haber otra mirada”.
— Si no tienes la posibilidad de una primaria, ¿estarías dispuesto a repetir experiencias de otros candidatos y tomar un camino independiente?
“Si no me dan la posibilidad, no veo tan lejano el camino independiente. Pero creo en la experiencia y sabiduría de mi partido y del alcalde Barra para someterse a una primaria”.
— Hay quienes piensan que no estás preparado, qué no has constituido una familia o que no tienes la preparación académica. ¿Qué piensas de eso?
“El mismo alcalde muchas veces lo dice. Cuando alguien se refiere a mí en forma positiva, él le manda un ‘revés’ como en el tenis aludiendo a eso. Es como cuando me decían ‘córtate el pelo si quieres ser concejal’ y saqué segunda mayoría de 33 la primera vez que fui. Yo he estado desde los 18 años, o sea, los mejores años de mi vida, abocado al servicio público. Y lo único que he aumentado de mi patrimonio es el trabajo en terreno. No tengo propiedades, no tengo una empresa aparte. No voy solamente a reuniones de concejo como algunos. Estoy siempre en el servicio público porque eso es lo que yo elegí como forma de vida. A eso me dedico”.
— Pero lo que tú dices, suena como una crítica al alcalde que es un reconocido hombre de empresas. ¿Tú crees que eso le trae conflictos de interés?
“Yo creo que es inevitable para los siete que estamos en la mesa del concejo estar vinculado con algo. Yo me inhabilito con las cosas en las que estoy vinculado que es la artesanía de mi mamá y las bicicletas que arrienda mi papá y el alcalde se inhabilita como cualquiera. Yo doy fe de que no está ligado al mundo de los negocios y la política a gran escala como los grandes políticos. No. En ese sentido, él ha sido súper profesional desde el punto de vista de la separación de los negocios y la política”.
— ¿Podemos decir que no es una municipalidad corrupta?
“Lo que puedo decir es que esta no es una municipalidad corrupta. Que hay funcionarios que hacen muy bien su trabajo y desde el mundo político, los que estamos sentados en la mesa del concejo, somos todos buenas personas. No es como en el concejo anterior donde había denuncias de agresión a las mujeres por parte de algunos concejales. No es una municipalidad corrupta”.
— De ser alcalde, ¿qué mantendrías y que cambiarías?
“Primero hay que entender que nosotros somos un destino y en un destino se requiere un trabajo muy asociado, aunque suene cliché, entre lo público, privado, los gremios y el mundo académico. Las comunas se desarrollan de esa forma. Tenemos US$33 millones al año o $21 mil millones (en moneda nacional). Creo que tiene que existir esa inversión pública sana. Tiene que existir el aporte de lo académico. Tenemos una sede de la Ufro y tenemos convenios con la Universidad Mayor. Y están los que hacen la pega que son los gremios y los trabajadores. Creo que en la toma de decisiones de un destino debemos participar todos. La gente se debe involucrar más”.
— Pero eso se parece mucho al asambleísmo…
“Yo soy un amante de las conversaciones ciudadanas, de abrir los espacios, de los cabildos, de preguntarle a todos antes de decidir algo. Lo aprendí porque el narcisismo en la mesa del concejo es súper duro. He visto gente que nunca hace deporte hablando de deportes. En cambio, si tú preguntas y te nutres desde todas las miradas vas a tener, por lo menos, una representatividad en la decisión que tú tomes. Porque las decisiones que se toman en la mesa (del concejo) son para eso. Son para interpretar”.
— ¿En el fondo, das a entender que propones un liderazgo diferente?
“Muy distinto, muy participativo, muy consultivo y muy profesional”.
— ¿Y el actual no lo es?
“Encuentro que es muy poco participativo. Creo que hay muy poca consulta ciudadana. Creo que deberían existir más vínculos de participación”.
“El crecimiento inmobiliario desmedido y agresivo va en absoluto desmedro de los comerciantes establecidos, de nuestros hoteles, de nuestras cabañas, de nuestros restaurantes”.
— Pero da la impresión de que, históricamente, el puconino es algo reacio a la participación…
“Es porque, lamentablemente, las reuniones participativas siempre son en períodos de elecciones y cada vez que tenemos que decidir si remodelamos calle Fresia o priorizamos un colector de aguas lluvias en Villa Cordillera van puros elementos políticos a levantar la mano y a opinar y eso genera desconfianza de la gente que quiere participar y que quiere ser tomada en cuenta”.
— ¿Cuáles son tus diferencias más radicales con la administración Barra?
“Pucón hoy es un destino turístico que todo el mundo lo entiende como tal, pero también hay algo que la ciudadanía no lo siente propio. Hoy día hay gente que le molesta que se corra el Ironman, independiente de lo que genera en el mundo el Ironman de Pucón y la mirada mediática que tiene. En el comercio formal e informal quedan US$4 millones, pero la gente de Pucón no lo siente propio. Lo ve de lejos. El que trabaja en la panadería cree que sólo es panadero, pero no sabe que es una persona vinculada a la actividad turística, sobre todo en un espacio físico determinado. Un territorio en el que trabajamos mientras los otros vacacionan. Creo que hoy día falta que a la gente le lleve el desarrollo social a sus sectores. Que la gente se sienta parte de Pucón. Que no lo vea tan lejano y eso tiene que ver con las prioridades de la inversión. Cómo nosotros mejoramos distintos sectores. que la gente se sienta con su alcantarillado, con el agua potable, con la locomoción colectiva cerca de su casa”.
— ¿Cuál es tu visión de la política de segunda vivienda y el boom inmobiliario?
“Para nadie es un misterio que Pucón está en un momento crítico. Más encima como que todo le llegó de golpe. El crecimiento inmobiliario desmedido y agresivo va en absoluto desmedro de los comerciantes establecidos, de nuestros hoteles, de nuestras cabañas, de nuestros restaurantes. La gestión inmobiliaria crece de tal forma que incluso va a producir descalabros sociales. El día que nuestros policías y seguridad ciudadana tengan que estar cuidando viviendas no habitadas para que no roben, van a descuidar nuestros sectores comunales y rurales. Nosotros vivimos de la visita. Las inmobiliarias nos provocan una saturación enorme, una destrucción en nuestras carreteras y congestiones vehiculares. El argumento de que no le podemos prohibir a la gente que se venga a vivir acá está perfecto, pero normémoslo”.