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Editorial

Inmobiliarias: “Es el medio ambiente, idiota”

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La estupidez humana se viste de muchos trajes. Hay algunos de esos trajes que son un lujo, a la moda y parecieran hechos por diseñador; pero mirando fino siguen siendo sólo estupidez humana bien maquillada. Ejemplos hay muchos, como las ideologías totalitarias que parecieran de todo lógicas en su retórica, pero que en la realidad traen miseria, hambre y muerte. Lo hemos vivido.

Pero también la estupidez humana se viste chapuceramente. Con trajes desordenados, que no combinan y que, en definitiva, rayan la ridiculez. Aunque los que los visten no se den cuenta. Esto último pareciera ser que lo estamos sufriendo actualmente en Pucón. Más específicamente con las inmobiliarias que desarrollan sus proyectos en la zona. No todas probablemente, pero sí algunas que pareciera están controladas por ejecutivos que, pareciera, no entienden los tiempos que se viven y no miden sus acciones.

Porque no hay manera de explicar el por qué, con todo lo que se ha dicho de la contaminación de lago y la evidente incordia que eso trae en la vida real y en las redes sociales; insisten con prácticas que rayan en lo delictual (ambientalmente hablando). O sea, con todo, resulta incomprensible cómo empresas tan grandes y, se supone, prestigiosas, como las que están en Pucón, tienen la idea de que al tirar líquidos al lago (independiente de si es sólo barro o tierra) nadie reaccionará o que alguien se molestará. Y sumado lo anterior a la resonancia de las redes sociales y la reacción de los medios de comunicación; no hay que ser ingeniero de la NASA para darse cuenta que podría venir un problema que implique, tal como pasó, detener los trabajos y generar un efecto negativo (justificado) en la comunidad. O sea, una estupidez.

Por lo mismo, el llamado desde esta editorial es a tener conciencia de que todos estamos siendo observados permanentemente. Y que no se puede ser tan indolente frente a una comunidad molesta e intranquila por la situación que está viviendo nuestro lago. Así las cosas, la famosa frase usada en la campaña de Bill Clinton en EE.UU., que decía “es la economía, idiota”; acá justificadamente puede sufrir una transformación y dejarla simplemente en “es el medio ambiente, idiota”. Nuestros hijos, nuestra economía y nuestra vida lo agradecerán.

 

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