Infantiles de Pucón entregan todo, pero no alcanza y quedan eliminados

La selección de niños quedó fuera del torneo regional y el sueño de una final tendrá que esperar para un próximo certamen. Terminaron emocionados y derramaron lágrimas en el césped artificial del municipal de Villarrica. Con todo hicieron un campeonato de lujo.

Los errores en el fútbol… y en la vida, se pagan. Y muchas veces, cuestan lágrimas. Y eso fue lo que le sucedió al equipo infantil de Pucón que cayó por 3 goles a 1 frente a su similar de Villarrica y quedó fuera del torneo regional organizado por la Asociación Nacional de Fútbol Amatur (ANFA). Pese a que las expectativas eran altas, luego del excelente torneo realizado, en el que pasaron cada una de sus fases con claridad y notorias muestras de buen fútbol. Eso, además de jugadores con muy buen pie y excelente proyección.

Pero el equipo de Villarrica era complicado Además, la envergadura física de los locales (Villarrica) superaba notoriamente a los de Pucón. Y eso, a la larga, se terminó por notar en el resultado final y, por cierto, en el trámite del encuentro. Pero más que por físico, Villarrica ganó porque fue mejor equipo. Porque el mediocampo fue más intenso y porque arriba contó con dos jugadores letales como Phillips Albornoz y Gabriel Pinochet. Y de hecho, este último puso el uno a cero recién a los tres minutos, luego de una rápida salida de los villarricenses que el delantero supo transformar en gol.

Pero si eso fuera poco, los errores en defensa también le jugaron una mala pasada a los puconinos. Y fue así como los de la ciudad vecina lograron el segundo gol, cuatro minutos más tarde con una pelota que capturó Albornoz y que los puconinos nunca pudieron despejar.

En el segundo tiempo, Pucón (luego de algunos cambios) mostró mejoría. Sus jugadores clave como Lucas Garrido, Blu Llop, Matías Carrasco y Carlos Calfuman comenzaron a juntarse y a generar llegadas. Y tuvieron dos, antes del penal que cambió por gol el defensa puconino Erick Raipan a los 8 minutos del segundo tiempo. De ahí, los puconinos se fueron con todo tras el empate, pero los blancos de Villarrica mostraron más oficio, fútbol y algo de rudeza cuando había que hacerlo. Y el premio llegó luego de un dudoso tiro libre cobrado por el, algo localista, árbitro que Albornoz transformó en un impecable tiro que el portero no pudo alcanzar. Villarrica se ponía 3 a 1 y cerraba el encuentro.

De ahí en más, Pucón trató de conseguir algo más, pero ningún ataque fructificó más allá del peligro mínimo, hasta que el juez dio el pitazo final. Y luego, lo deportivo dio paso a la emoción. La mayoría de los niños sintieron fuerte la derrota. Y las lágrimas no tardaron en aparecer y regar el sintético de la cancha 2 del estadio de la ciudad vecina. Los profesores trataban de contener, pero ellos también estaban tocados emocionalmente. Esperaban más y Pucón podía llegar a la final. Lo dieron todo y aunque no alcanzó, los niños tendrán que aprender que en el fútbol, como en la vida, siempre hay una revancha. Quizás la de ellos llegue pronto.