Permiso de vacaciones: bien, pero no nos hagan pagar con encierros forzados

*Por Rodrigo Vergara V.

El proyecto de permisos de vacaciones es, definitivamente, una apuesta del gobierno. Esto, porque se entiende que es imposible mantener el control social y confinar a millones de personas en temporada de verano, con altas temperaturas y con la mente cargada de presión por un año incierto y con demasiadas horas, semanas y meses de encierro forzado por el enemigo silencioso e invisible en el que se convirtió este bicho. El permiso es, en los hechos, una vía de escape para quienes aún tengan algunos recursos que dedicar al esparcimiento y al despeje de la mente que significan unas buenas vacaciones. Y eso lo entendieron, el primer día, las cerca de 26 mil personas que accedieron a la autorización para el asueto.

Pero la apuesta tiene varios bemoles. Y uno de ellos es qué pasa con las comunas como la nuestra, categorizada por el propio ministerio de Salud entre las diez que más reciben visitantes en chile. Y eso no es poco. Porque claro está que el permiso (activo desde este lunes) permitirá a personas que estén en Paso 2 (con cuarentena de fin de semana) poder salir por una vez a un lugar determinado. Y, por cierto, entre esos “lugares determinados” Pucón, de seguro, y tal como lo dicen las estadísticas, será de los primeros. Y eso podría exponernos.

El punto es que si bien desde el ministerio de Salud señalaron que se intensificarían las fiscalizaciones, la experiencia nos dice que generalmente esas son buenas intenciones que pocas veces funcionaron esta pandemia (al menos por estos lados). El tema es que si bien el permiso parece razonable desde la mirada social y de la medicina (por la salud mental), hay que reconocer que también generará algo de impulso en la agonizante industria turística. Y en Pucón también eso nos llegará. Ahora, hay que dejar en claro en este contexto que es probable que los contagios por Covid-19 nos suban. Pero al tomar en cuenta las variables, esperamos que el ministro Enrique Paris y su equipo se piensen muy bien la decisión de retrasarnos a cuarentenas, ya sean de fin de semana o totales. Sería muy desconsiderado (por decir lo menos) que por decisiones que toman en Santiago, nosotros paguemos con encierros miserables que, probablemente, nos podrían enfermar (y empobrecer) más que el virus mismo.

Por lo mismo, estaría bien pedir algo de consideración para con nuestra comunidad y evitar los encierros en esta temporada de verano. Los comerciantes, empresarios y trabajadores ya están con el agua más arriba del cuello y no resistirán un invierno como el que pasó, menos sin la posibilidad de trabajar este verano. Y ya que estamos en esto, tampoco estaría mal pedir algo de sentido común con lo del toque de queda. Cerrar todos los locales a las 21 horas (casi de día) para poder estar en las casas a las 22 hrs., es una locura. Y digo locura, debido a que no existe diferencia entre hacerlo a las 22, a las 23 o a las 24. El virus no ataca en horas determinadas. El virus ataca y golpea cuando bajamos la guardia, independiente de la hora.

Entonces, ya que los equipos técnicos y políticos idearon este permiso de vacaciones, solo pedimos algo de fineza en la idea y sentido común a la hora de aplicar las medidas. Si ellos nos quieren mandar turistas, nosotros de verdad que podríamos recibirlos y atenderlos; nuestra economía lo agradecerá; pero por favor no nos pasen la cuenta con encierros forzados por las decisiones que toman en el barrio cívico santiaguino. Ah… y algo más, por favor retrasen el toque de queda en Pucón. Quizás los locales podrían funcionar solo con atención en terrazas o quizás con aforos más pequeños. Las ideas de seguro no faltarán. Pero es necesario actuar rápido, ya que la industria agoniza y mientras más pasen los días; será necesario comprar el ataúd y de ahí solo quedará poner la lápida.

*Rodrigo Vergara V. es periodista y editor de La Voz de Pucón.