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Pese a la crisis económica, ingresos por permisos de construcción aumentaron en más de $230 millones en 2020
El alcalde subrogante, Rodrigo Ortiz, entregó la cuenta pública correspondiente al año pasado, marcado por la pandemia del covid y todos los problemas que trajo el virus. Merma de dineros totales que llegaron alcanzó a un 11,73%, es decir dejaron de entrar más de $1.500 a la administración pública local. Y eso es todo un problema.
Económicamente el 2020 para la municipalidad fue malo. De hecho, el déficit que se proyectaba en miles de millones terminó con una merma por ingresos de un 11,73%. Es decir, si en 2019 a la administración pública local ingresaron un poco más de $13.106 millones, en 2020 la cifra se redujo a $11.569 millones (más de $1.500 de diferencia en contra). Pese a eso, hay un ítems que creció exponencialmente: el de los permisos de construcción que en 2020 subieron un 73,42% en relación al año anterior.
Los datos, que fueron entregados en la cuenta pública que le correspondió al alcalde subrogante Rodrigo Ortiz (el titular, Carlos Barra, está en campaña con miras a la reelección), indican que en 2019 por permisos de construcción se recaudaron $324.980.000. Pero en 2020 la cifra subió a $563.598.000. O sea, $238.618.000 más que en el período anterior. Todo un fenómeno.
Sobre las razones del crecimiento, algunas fuentes consultadas apuntan a variables diversas. Una de las principales es la política de fiscalización que adoptó el nuevo director de Obras Municipales, Claudio Painepán. Y esto, en paralelo al proceso fiscalizador de la Contraloría que desembocó en un lapidario informe sobre las construcciones en el borde del lago Villarrica. De hecho, ese documento del ente contralor probablemente impulse una mayor acción fiscalizadora que redundará en la regularización de viviendas que se encuentran sin permisos de edificación o recepción final. Otro elemento que explica el inédito crecimiento es la amenaza y posterior congelamiento de los permisos de edificación en altura por el desarrollo del nuevo Plan Regulador Comunal. Quienes conocen de la situación sostienen que este anuncio de congelamiento hizo que se apuraran varios proyectos inmobiliarios que se encontraban en etapa de estudio. También está la variable mediática, principalmente con el bullado caso del Presidente Sebastián Piñera, quien tenía algunas casas de veraneo en la zona de Renahue en Caburgua y no se encontraban regularizadas. Esto último pudo crear conciencia en personas que estaban en la misma situación e iniciaron trámites para evitar fiscalizaciones y multas.
Factor casino
Pero lo de los permisos de construcción fue solo algo de luz en un período muy duro para las arcas municipales. Entre las mermas más complejas se encuentra la del casino de juegos regentado por Enjoy. La empresa —que este jueves anunció el cambio en su directorio— entregó a la municipalidad en 2020 un poco más de $1.563 millones. Algo lejos de los $2.200 millones que liberó para la administración pública local en 2019. La merma, según explicó Ortiz en la cuenta pública, corresponde a un 28,96%. Todo esto en el contexto de la crisis provocada por el Covid-19 que mantuvo al casino cerrado por ocho meses. Y esto, obviamente, jugó en contra de los intereses económicos de la compañía, que debió ingresar a un proceso de reorganización judicial para evitar la quiebra.
“Al estudiar el comportamiento particular de los ingresos municipales provenientes del Casino de Juegos durante el año 2020, se puede apreciar el hecho, que disminuyó su importancia relativa en relación a las demás componentes de los ingresos municipales, dejando de ser la principal fuente de entradas del municipio, esta disminución en la participación relativa (que se venía apreciando a través de los últimos años), se vio fuertemente marcada en el 2020 como efecto de la Pandemia, lo cual significó en la práctica que la sala de juegos se encontrara gran parte del año con sus puertas cerradas y sus operaciones paralizadas en su totalidad”, explicitó Ortiz en su presentación. Otros ítems que bajaron fueron los permisos de circulación en licencias, los derechos municipales (aseo, publicidad y otros) y concesiones.
Los gastos
En relación a los gastos de la municipalidad, Ortiz señaló que el mayor aumento en esto se produjo en personal. Esto, porque en 2019 se destinó un poco más de $4.025 millones para personal, y en 2020 los $4.357 millones. Un 8,24% más. Sobre el tema Ortiz sostuvo: “La mayor diferencia o cambio producido el año 2020 corresponde al ítem Gastos en Personal, que pasó de representar un 31% del presupuesto municipal a un 38%, lo anterior, teniendo en consideración la importancia de cumplir las obligaciones laborales y previsionales que tiene el municipio con su personal, quienes a su vez mantuvieron operativo todo el sistema municipal a pesar de todos los inconvenientes generados por la Pandemia, cumpliendo con todas sus funciones y prestando de forma continua los distintos servicios que la comunidad requiere”.
Otro punto que registró una merma fue en las ayudas sociales. Pese a la demanda por ayuda social que trajo la pandemia, la crisis golpeó tan fuerte que la administración debió aminorar el flujo de recursos en este ítems. Según la cuenta de Ortiz, las ayudas sociales pasaron de $56 millones en 2019 a $34 millones en 2020. Las subvenciones, en tanto, pasaron de $110 millones en 2019 a $61 millones el año siguiente.