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El rol de las autoridades en el mega apagón de febrero
Fue el primer fin de semana de febrero. Partiendo el peak de la temporada de verano 2019 vivimos, como comunidad, una situación inédita. Un prolongado corte de luz nos puso en una situación extrema y probó la paciencia de todos. Vecinos, comerciantes, empresarios, turistas, etc. Todos, de alguna forma u otra, sufrimos los efectos de un hecho que, en principio, no estaba relacionado a la contingencia de los incendios forestales que nos golpeó por los mismos días. A todo esto, hay que sumarle el calor extremo y récord que rompió todos los registros en 50 años o más. O sea, fue una “tormenta perfecta” de caos.
Pero más allá de las complicaciones generadas, hubo otros elementos que enredaron aún más el asunto. Uno de ellos fue la información — hasta ahora— incompleta que la empresa a cargo de la energía eléctrica transmitió sobre las razones del por qué no se solucionaba el problema. Fue ahí cuando se responsabilizó a una comunidad mapuche de impedir los arreglos. Y si bien, esa parte de la historia resultó a la postre verosímil, faltaba la otra parte para entender la naturaleza del conflicto. Y en esto fue relevante la participación del seremi de Energía, Erwin Gudenschwager y, posteriormente, el gobernador, Mauricio Ojeda. Ambos hicieron público, de alguna forma y con diferentes matices, que el origen de la falla estaba más bien en la materialidad y poca mantención de la empresa que presta servicio y no en eventuales sabotajes o cosas similares de la comunidad de la zona de Mahuidache.
Por otro lado, una vez conocidos los antecedentes a través de La Voz de Pucón, vino la reacción de las autoridades locales. Primero el concejal Omar Cortez y luego el alcalde Carlos Barra y todo el concejo municipal; tomaron liderazgo en el tema y anunciaron demandas colectivas las que, a la luz de los hechos, son factibles de ganar. Posterior a eso se sumaron Villarrica y Pitrufquén. Pero nuestro pueblo marcó la pauta en ese tema.
Entonces, en este contexto, valoramos la participación y el rol de las autoridades en este punto. Muchas veces los cuestionamos y criticamos duramente por diferentes temas. Pero en esta oportunidad, todos los nombrados en esta editorial, estuvieron a la altura de lo que se espera: defender los intereses comunes más que los particulares, por muy poderosos que estos últimos sean. Por lo mismo, esperamos que en condiciones similares las reacciones sean similares. Siempre. Eso habla bien de ellos. Y cuando corresponde decirlo, hay que hacerlo. Nobleza obliga.