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Jesús Sánchez, representante del Frente Amplio en Pucón: “El alcalde Barra y los concejales deben salir a dialogar y estar con el pueblo”

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Si bien asegura que participa en el movimiento social local como un “ciudadano más” y no como miembro de la colectividad política, habla del fenómeno que se vive en la ciudad luego del estallido que partió en la capital, pero que se ha replicado en la comuna con efectos inéditos, como los enfrentamientos entre manifestantes y Carabineros. Sostiene estar en contra de la violencia y se manifiesta dispuesto para un diálogo con las autoridades locales.

Jesús Sanchez parte del movimiento social que activa en Pucón.

Jesús Sánchez (34) es artista audiovisual, santiaguino de origen, pero como muchos otros decidió por Pucón como el lugar —hace seis años— para hacer familia junto a su pareja y dos hijos pequeños. Ha sido un participante activo del movimiento social y ambiental que se desarrolla en la ciudad en el último tiempo y, por cierto, también ha estado en la protesta que se ha incubado en el país y que tiene, por cierto, al gobierno en una etapa considerada por muchos como “terminal”.

Sánchez es parte de Convergencia Social (jefe de comunicaciones en la región), uno de las agrupaciones del Frente Amplio (FA). Y, aunque explica que participa en las manifestaciones locales como un “ciudadano más” y no como parte de la orgánica local del FA, Jesús Sánchez muestra un indudable bagaje político que lo valida como interlocutor de, a lo menos, el fenómeno que actualmente vive el país y, en particular, Pucón; con marchas diarias que han congregado a miles de personas y que, lamentablemente, al final terminan un fenómeno hasta el sábado desconocido para todos: la violencia en las calles y los enfrentamientos entre Carabineros y manifestantes.

 — Ha llamado la atención la masividad del movimiento social en Pucón, ¿cómo se interpreta esa masividad en las manifestaciones y marchas?

“Creo que nadie tiene que venir a explicarnos las cosas que están pasando porque las vivimos en carne propia. Como artista vivo sumamente precarizado. En Pucón pueblo hay muchos artistas y yo también me identifico en esa línea de trabajo. Trabajamos independientes, tenemos que andar boleteando, pagamos un montón de impuestos, trabajamos en negro. Vivimos como raspando la olla. Es compleja la cosa. Hay mucho trabajador que no impone y hay un comercio que está patas para arriba que sin duda hay que regularizar por ejemplo; pero al mismo tiempo como la evasión es tanta, ya que vivimos en la comuna en que (Sebastián) Piñera y (Michelle) Bachelet tienen sus casas de placer, entonces debería ser un lugar que debería ir en avanzada de las propuestas y las ideas y creo que las autoridades no han dado el ancho y eso se ha visto no solamente en este momento, sino que en todas las manifestaciones anteriores. Hay mucho descontento acumulado”.

— Da la impresión que mucha gente que ha llegado a Pucón y lo toma como una alternativa de vida está presionando el tema social en Pucón. Si vemos la marcha, hay mucha gente que viene de afuera. ¿Es este descontento social un fenómeno traído a Pucón o es un fenómeno que nace en Pucón?

“Creo que nace desde cada experiencia que tenemos nosotros como cada ciudadano que tenemos nosotros en este país que se llama Chile. Y en este lugar en particular como que se percibe la energía del pueblo mapuche. Hoy día, por ejemplo, la CAM (Coordinadora Arauco Malleco)  lanza un petitorio de diez puntos apoyando esta moción, diciendo ‘estamos con ustedes y nosotros también estamos en esta lucha” e insistían en que nosotros sigamos articulándonos. Yo no creo que sea algo traído. Esto de que vivimos precarizados pasa en todos lados. Quizás en las grandes ciudades y en las grandes concentraciones urbanas son mucho más violentos. Como que el sistema neoliberal y capitalista es mucho más violento. Yo, por ejemplo, vivo en el campo y no me nacen las ganas de consumir. Tú vas por la ciudad y el estímulo es constante. La verdad y conociendo a la gente de campo acá en Pucón, creo que están súper agradecidos que haya existido una ola de gente que ha llegado para acá para empoderar a la gente con ideas diferentes. Este descontento no nace en Pucón y lo llevamos sintiendo en carne propia”.

— Tú das a entender que estas ideas se trajeron de afuera y como puconino se podría pensar que hay algo de “petulancia” al creer que estas ideas vienen de afuera y que nunca hayan surgido acá dentro…

“Conversando con gente que vive en Tinquilco de toda la vida, tienen los mismos pensamientos que yo. No tienen por qué cuestionarse mucho. Quizás desde una situación de privilegio yo pude estudiar en la universidad, no así él que no sé si terminó cuarto medio. Pero al mismo tiempo, él vive esta precarización de la vida y también ve, observa y escucha como, en cierta forma, las injusticias y los abusos de poder han permeado en los pueblos y en cada localidad de Chile. En esta región lo que presenciamos es el abuso con el ecosistema, el colapso y es lo que se viene: la lucha por la autopista y la lucha por Llancalil a la que se suben al carro de la victoria las autoridades de esta comuna de una manera bastante burda. Yo puedo entender que pueden haber buenas intenciones en mucha gente con la que yo no comparto ideas, pero están ciegos. Lo interesante de ahora es que el movimiento social que está en la calle es transversal. Hay gente que votó por Piñera y que está en la calle. Lo aseguro. Entonces me encanta esta idea de que se desdibujen los partidos y estemos todos afuera”.

“Si la gente quiere seguir manifestándose está en su derecho. Hay que evitar que la escalada de posible violencia continúe. Yo no estoy de acuerdo con que se haya apedreado la muni. Para nada”.

— ¿Cuál es el impacto para Pucón que hayan cerca de mil personas marchando tres días seguidos (podría ser este el cuarto) y para el mundo político local?

“Por lo pronto anuncio que las próximas elecciones municipales quién va a votar por la derecha; si la gente que siempre vota por la derecha se han dado cuenta de lo asistencialista que han sido en lugares como estos. Tienen a la gente engañada con espaldarazos en la espalda. Y esta es la comuna donde más se vota a la derecha. Yo no estoy diciendo que se alcen referentes de izquierda, sino que referentes de una nueva conciencia. Estamos en un hito histórico nacional y también regional, entendido como las regiones de latinoamérica. La gente se cansó y el modelo colapsó”.

— ¿Crees que este fenómeno local impacte en la próxima elección?

“Sin duda. Creo que en este momento, yo como ciudadano, el pueblo es el que se manifiesta como una gran masa que es el pueblo que vive día a día en esa precarización”.

— ¿Cuál es tu evaluación de las autoridades locales en todo este movimiento?

“Ellos también tienen que sacarse la venda de los ojos. No es que los vaya atacar y los apunte con el dedo. Todos somos humanos con educaciones diferentes y cometemos errores. Hay que tener una actitud no de ataque, sino de ir al corazón de las personas y de verdad que el que tenga interés se ponga la mano en el corazón y se de cuenta de lo que está pasado. La cuestión está sumamente violenta. Por un lado estoy contento con el despertar, pero también tengo susto. Tengo a mi familia en Santiago, ya que se fueron para allá por algunos días y lo único que quiero es estar con ellos y lo único que quiero es ir para allá para estar con ellos. Allá la cosa está mucho más heavy. Pero aquí a partir de la madrugada aquí hubo gente que se llevaron detenida, hubo torturas y hubo también montaje y yo creo que como sociedad debemos denunciar eso”.

— ¿Montaje de la policía? 

“No lo puedo decir, porque yo no lo vi, pero me dijeron que había una camioneta con carabineros y no sé si era de civil o no; y en la parte de atrás llevaban neumáticos y la gente que estaba acá decía que los mismos carabineros estaban alentando la fogata. Me da lo mismo si acá es cierto o no, pero ya tenemos tantos videos en los que podemos evidenciar ese comportamiento tanto de Fuerzas Armadas como de Carabineros a lo largo de Chile (…) hay que ir a hablar al corazón de la gente y pedirle a la gente que se rebelen. A las instituciones que se rebelen por dentro. A los carabineros que están provocando y son parte activa de la represión y no están de acuerdo tienen que rebelarse”.

— En crisis como ésta, en las que circula mucha información sobre todo en redes sociales que no sabemos si es verdad; ¿no sería bueno dejar conjeturas y hablar sobre hechos ciertos concretos y probados? ¿No sería bueno que nuestra clase política, incluyéndote, esté más enfocada en hechos concretos y probados más que en cosas subjetivas?

“Sin duda, pero creo que ya tenemos suficiente evidencia: hay imágenes de carabineros prendiendo fuego. Hay imágenes de gente en manifestaciones que hay un disparo y llega una cámara y graba y se ve que alguien empieza a morir frente a una cámara; en Santiago, en Curicó. La situación de acá (Pucón) no puedo decir que fue porque no estuve, pero tampoco me interesa seguir ahondando en eso, sino que el llamado es a que si se ve un comportamiento extraño, que la misma ciudadanía denuncie”.

— ¿Cómo se puede separar la marcha multitudinaria, familiar, de color y con mucha gente, con principios, probablemente, compartidos por todos; con lo que ha sucedido después de las marchas: violencia, lacrimógenas, piedrazos, balines de goma y gente asustada? ¿Se puede separar eso?

“Hay algo que uno no le puede pedir a la gente que es que tenga rabia y en esa rabia que la gente se salga de los juicios y de las líneas correctas de comportamiento si el saqueo ha sido durante décadas. Yo no le puedo pedir a alguien que si quiere romper algo, que no lo haga. Si estoy ahí lo voy a evitar y la idea es que la ciudadanía la evite. Incluso en las manifestaciones —como la de ayer (lunes) que terminó en la plaza— la gente dijo ‘volvamos todos a las casas’, y quedó gente haciendo música y quedó gente con la rabia interna de lo que había sucedido el día anterior, pero no quedó haciendo nada. Por ejemplo, la situación de la población Turbina, yo lo que sé y que me lo dijeron personas que estuvieron ahí, es que llegaron los carabineros a provocar el disturbio”.

— Lo que dices ¿no es una forma de justificar la violencia?

“Como persona natural y también represento a la línea del partido en el cual estoy, digo ‘no a la violencia’ sin duda. Obvio que no; menos aquí en Pucón que es un pueblo tranquilo. Yo elegí vivir en este lugar porque es un paraíso y nos estamos peleando entre nosotros. Un día va a hacer erupción el volcán y va a arrasar con todo. Sin duda son dos actos separados. Y la manifestación termina y se dice ‘aquí terminó y cada una váyase para su casa’”.

“Como persona natural y también represento a la línea del partido en el cual estoy, digo ‘no a la violencia’ sin duda. Obvio que no; menos aquí en Pucón que es un pueblo tranquilo. Yo elegí vivir en este lugar porque es un paraíso y nos estamos peleando entre nosotros”

— Pero pareciera ser, por lo inorgánico del movimiento, que falte el liderazgo que puede hacer que la gente, de hecho, se vaya para su casa.

“Yo he visto presencia de los colectivos y los movimientos sociales que existen en Pucón, participando de manera activa como ciudadanos y algunos agarrando el megáfono; pero el megáfono ha estado disponible para que cada persona alce la voz de manera natural y aquí no hay nadie conduciendo. Yo concuerdo que aquí hay que darle conducción, pero los partidos políticos no deben hacerlo. Debe hacerse desde la ciudadanía. De aquí en adelante son cabildos, espacios de reflexión y encuentro. Y, obviamente, tender a que tengamos una asamblea constituyente porque eso es lo que hay que hacer”.

— En la marcha del lunes, por ejemplo, hubo un intento de la gente de ordenarse y la mayoría de los discursos tendió a encausar que era una manifestación pacífica. Hasta donde se entendió, siempre la intención fue bajar el nivel de presión, pero al final dos tercios de la gente siguió marchando…

“Hay que recordar que acá no estamos en toque de queda, entonces si la gente quiere seguir manifestándose está en su derecho. Hay que evitar que la escalada de posible violencia continúe. Yo no estoy de acuerdo con que se haya apedreado la muni. Para nada. No sé cuántos vidrios se rompieron, pero no estoy de acuerdo y no quiero que eso suceda; pero el alcalde Barra y los concejales deben salir a dialogar y estar con el pueblo”.

— El problema es ¿con quién dialogan? Esa es la pregunta.

“Con todos”.

— Pero ¿cómo dialogas con mil personas?

“Se para ahí y agarran el micrófono con el que esté con el megáfono en la mano. Con quién quieren dialogar si esta es una gran negociación de un nuevo pacto social. Si eso es lo que se debe construir. Analicemos cómo llevamos la vida y por favor dejen de violentarnos. Estamos precarizados y queremos una nueva forma de construir sociedad en, al menos, dos conceptos importantes: sustentabilidad y ciudadanía. Esa son dos cosas que queremos impulsar aquí en Pucón y ojalá en todos los municipios, sobre todo pensando que hay elecciones municipales el próximo año”.

— Pero, insisto, es muy difícil dialogar con todos. Siempre deben haber personas para establecer el diálogo…

“Yo, por lo pronto, estoy disponible y creo que mucha gente está disponible a participar y puede ser la gente que vive fondeada en el campo a la gente que está quí, que tiene un negocio. Hoy, ¿crees que está entrando mucha gente a los negocio? Y yo insto a que la gente que tiene sus negocios hablen con sus trabajadores, tengan conversaciones. Llevemos a los cabildos a la ciudadanía. Conversemos desde las familias, en los trabajos y vemos qué podemos hacer. Obviamente a nadie le conviene lo que está pasando”.

— ¿Cómo sistematizamos este diálogo?

“Por lo pronto invitar a todos los actores que participaron o convocaron en estos momentos. Tienen que hacer una gran mesa de negociación donde no sean ellos (autoridades locales) los que manden. Ellos pueden convocar, sin duda, pero abiertos al diálogo y con todo el respeto, construyamos una nueva forma de vivir e, incluso, tengamos una oportunidad de ser pioneros del cambio”.

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