AlertasLaVoz
La violencia en la macrozona sur
“Arauco tiene una pena y esa pena se llama Segundo Catril”.
Así partió la referencia del Presidente Gabriel Boric sobre la muerte del trabajador forestal que fue asesinado por una bala que se alojó en su cabeza y que disparó un, por ahora, desconocido que no es más que un desquiciado que cree en el uso de la violencia como método relevante para la resolución de problemas o para generarlos.
Y esto último sucedió a no más de 300 kilómetros de Pucón. Es decir, en el corazón de nuestra amada Araucanía, la que desde hace décadas se desangra en un conflicto centenario entre el pueblo mapuche y el Estado de Chile. Y no verlo de esa manera y buscar eufemismos como “violencia rural” no hace más que suavizar un problema en extremo grave que pide a gritos una intervención multifactorial que incluya la mejor política (esa que escasea en estos tiempos de populismo fácil), el diálogo con los que quieran hacerlo; pero también una intervención fuerte de todo el peso y facultades que tiene el Estado para frenar la violencia, el sabotaje, los asesinatos y la sangre que se derrama cada semana en la zona.
Entonces, es incomprensible y poco sostenible la decisión del Gobierno de ir a contramano de lo que ya votó la población y mantener un estado de excepción acotado a las carreteras principales, cuando la violencia no distingue entre la Ruta 5 y los caminos aledaños. Es hora de ser pragmáticos en las decisiones y tratar de cautelar la vida de todos los chilenos sean mapuches, criollos o inmigrantes. Al final, la vida tiene el mismo valor.
En su corto período de mando (y también en su vida política), el Presidente Boric ha dado muestras de un pragmatismo republicano y muchas veces ha ido a la contra de lo que sus partidarios más extremos piden. No hay que olvidar que en los momentos más duros estuvo a título personal para firmar el acuerdo nacional por una nueva constitución; aún cuando los que ahora lo acompañan en el Gobierno lo criticaron con fiereza. Es tiempo de que aflore nuevamente ese republicanismo y se convierta de verdad en un Estadista y deje atrás la ideologización. Tiene madera para eso.