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Nuestro lago está enfermo

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Esta semana fuimos —como pueblo— protagonistas de una noticia de carácter mundial. Nuestro medio dio a conocer que el “Observatorio de la Tierra”, proyecto de periodismo científico dependiente de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA por su sigla en inglés), publicó una imagen satelital y una nota del lago Villarrica en el último florecimiento de algas tóxicas, fenómeno conocido como “blooms”.

Es lamentable que nuestra comuna —siempre acostumbrada a estar en la cobertura noticiosa nacional y mundial por ser un sitio de alto interés turístico y por tener espacios de profunda belleza natural— ahora esté en la palestra por un fenómeno de esta naturaleza.

Son años ya que estamos con el problema y no sacamos nada con esconder la cabeza como las avestruces o fingir que esto no existe o, peor aún, argumentar que siempre fue así y que los puconinos “toda la vida” lo vivimos desde hace 30 ó 40 años. Y esto último es verdad. Todos los que han vivido el Pucón de los ‘80 o ‘90 saben que muchas veces el lago presentaba la coloración típica de los afloramientos. Pero es necesario hacer un acto de honestidad y reconocer también que en esas décadas la periodicidad y las características del fenómeno no tienen mucho que ver con lo que vivimos en estos tiempos. 

Por lo mismo, desde esta redacción puconina, le pedimos a nuestras autoridades enfrentar con altura de estadistas esta situación. Por un lado, dejar de hacer como que no existe o está en el ámbito de la normalidad. Segundo, presionar para que el necesario Plan de Descontaminación del lago camine y fluya de la manera más rápida posible. Tercero proteger la imagen de la ciudad tanto nacional como internacionalmente invirtiendo en campañas comunicacionales. Y por último, proponer medidas mitigatorias en el corto plazo para poder enfrentar las temporadas de verano que vienen. Esto, porque la verdad es que, además de ser un problema ambiental, ya es una compleja situación en nuestra economía. Lo anterior porque ¿quién querrá venir a una ciudad que presenta como uno de sus principales atributos un lago contaminado y con una capa verdosa —de dudoso aspecto y olor— en su superficie? Necesitamos acciones ya.

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