Alerta amarilla en el volcán y prohibición

El pasado martes fuimos, de alguna forma, sorprendidos por el anuncio de la Onemi y Sernageomin de que el volcán presentaba alteraciones que hacían necesario subir la alerta de verde a amarilla. Y esto, más allá de las voces de los “conocedores de siempre” y quienes buscan dudosas teorías conspirativas para golpearnos antes de la temporada alta; debe también contextualizarnos a todos los habitantes de esta hermosa comuna de que convivimos con un volcán activo considerado por los expertos (sí, los expertos) como el más peligroso de Chile.

Por lo mismo y entendiendo también que la posibilidad inminente de una erupción es aún lejana o, al menos, no cercana; tenemos que necesariamente tomar las medidas adecuadas y basarnos siempre con la información proporcionada por los entes responsables y técnicos más allá de lo que digan los rumores de redes sociales o las opiniones del “influencer” de turno.

Y en ese contexto valoramos como positiva la disposición legal de cerrar la cumbre del Villarrica desde los 500 metros antes de llegar al cráter del macizo. Esta es una medida razonable que antes, por no tener una disposición legal que la respalda, solo estaba en el ámbito de la sugerencia. En buena hora que se pueda “prohibir”, pero también es necesario afinar los mecanismos de fiscalización y sanción a esta norma que —sin ellos— corre el riesgo de transformarse en letra muerta.

Finalmente, también queremos hacer un llamado a nuestras autoridades para que con la misma diligencia que pusieron la alerta amarilla y decretaron la prohibición de llegar al cráter; reviertan la situación cuando los parámetros del volcán vuelvan a la normalidad o a sus estados de base. Esperamos en Dios que ninguna tragedia ocurra en estos tiempos más que difíciles, por lo que valoramos todas las medidas que se tomen para evitar daños mayores en caso de un proceso natural como una erupción.