Denuncias por redes sociales (caso tiktokera)

Es un hecho que con la irrupción de las redes sociales y el amplio acceso a internet que tiene la población chilena (más de 19,8 millones de conexiones contabilizadas en 2020 y siempre al alza) generó una masificación de las comunicaciones; las que se hicieron de alguna formas más horizontales y accesibles. Es decir, las audiencias ya no estaban solo en el punto final de la comunicación, sino que también en el inicial y podían (pueden) generar mensajes masivos con relativo impacto.

Esto último tiene elementos positivos como que el acceso a la información es más rápido, además agregó una cuota de transparencia al sistema y también, en algunos aspectos, “democratizó” la comunicación en favor de los usuarios. Pero también generó efectos negativos. Entre ellos que, de alguna forma, minimizó el rol de los periodistas y los medios formales de comunicación y sólo en el último tiempo con la irrupción de las denominadas “fakes news” (que siempre han existido en realidad) se revalorizó la acción de trabajar profesionalmente la información con la investigación y, principalmente, el chequeo de los datos. 

Dicho todo lo anterior, queremos enfocarnos en el caso de las fuertes denuncias conocidas en los últimos días a través de una cuenta de la red social Tik Tok; en la que se daba cuenta de graves acusaciones en contra del alcalde, funcionarios municipales y los fiscales del Ministerio Público en Pucón. Además se daba a entender la existencia de mafias ligadas al narcotráfico amparadas por las autoridades y que éstas, de alguna forma, controlan nuestra comuna a su antojo.

Consideramos muy peligroso para nuestra convivencia social que se hagan este tipo de denuncias a través de las redes sociales y no en los estamentos que correspondan. Estamos lejos de establecer defensas corporativas y no tenemos que dar “pruebas de blancura”, ya que son varios los casos de atisbos de corrupción y malas prácticas que hemos denunciado y que han terminado en la justicia. Pero siempre que hemos actuado en ese sentido lo hemos hecho con investigación, datos chequeables y documentos que daban soporte a las denuncias. Entendemos que es la forma correcta de hacer las cosas. 

Por lo mismo, si lo que señala la usuaria de Tik Tok es real es menester que se denuncie formalmente con nombres y apellidos. Pese a todo lo que se dice, en Chile aún hay organismos públicos confiables y responsables con capacidades investigativas para dar con los responsables de delitos. Lo que reprochamos es que todo esto se haga por redes sociales y se ponga un manto de dudas sobre todos los estamentos públicos locales. Como país hemos visto que los resultados del descrédito de las autoridades puede llevarnos a situaciones extremas que ya sufrimos en el pasado reciente y no tan reciente. Hace 50 años vivimos un quiebre democrático sanguinario que estuvimos a punto de repetir en 2019. Chile no merece pasar por lo mismo de nuevo y para ello todos debemos cuidar nuestra democracia. Imperfecta, sí, pero democracia al fin.