Autoridades locales y el deber de informar

Uno de los derechos consagrados en las democracias occidentales es el de la información, comunicación y libertad de expresión. Y no sólo tiene que ver con los medios de prensa, sino que esto está integrado a la condición humana. El hombre tiene el derecho a informar, informarse, expresarse o, si lo desea, guardar silencio frente a determinadas situaciones. 

Pero las autoridades democráticamente elegidas y también las designadas, no solo tienen un derecho a la comunicación y a la información; sino que también tienen un deber. Es decir, se deben a sus electores, vecinos y a todos los ciudadanos que dicen servir; no solo en el actuar diario y las gestiones necesarias; sino que también a comunicar e informar sobre hechos que son públicos y relevantes que tienen que ver con sus acciones sean éstas buenas o reprochables (sí, también cometen errores). 

Y en esto último son clave los medios de comunicación; porque es la prensa libre la que tiene el rol de preguntar, investigar, pedir información y ser, de alguna manera, un puente entre las autoridades y las audiencias. Y es verdad, esto último se ha perdido con la irrupción de las redes sociales y el acceso a internet; pero nunca podemos perder de foco quienes tenemos responsabilidades con la comunidad, que la prensa juega y jugará un rol clave en la interacción de las autoridades y sus representados.

Y lo anterior lo decimos porque hemos visto que de un tiempo a esta parte, hay algunas autoridades, principalmente electas como representantes de la comunidad; que no responden a las preguntas de periodistas locales (lo hemos vivido como medio) y prefieren aparecer con versiones descomprometidas con la verdad en sus redes sociales o en los mismos concejos municipales, donde no se puede contraargumentar, preguntar o aclarar nebulosas (es decir, solo tienen su propia versión). Por lo mismo, hacemos un llamado a quienes cuentan con el voto popular puconino para que puedan someterse al sano ejercicio de las preguntas de los, a veces, molestos pero necesarios periodistas. No olvidemos que la democracia viene con prensa libre, al contrario de las dictaduras donde ésta es controlada. Suponemos que a nadie le gusta eso.