La violencia en nuestro tejido social

Sin dudas que la noticia que marcó la semana informativa en Chile fue la muerte del sargento de Carabineros Carlos Retamal. Esto, luego de que el uniformado fiscalizara carreras clandestinas en San Antonio. De hecho, con la muerte de Retamal, carabineros suma la tercera muerte en el año, el peor registro desde principios de siglo. Pero no es solo el número de muertos lo que complica a la institución, también la alta cifra de funcionarios agredidos durante 2022 que se eleva a 942, según una nota publicada en el diario La Tercera.

Pero las cifras y estadísticas son solo un síntoma de una realidad más que preocupante. El tejido social de respeto y apego a las normas que nos caracterizó por décadas pareciera que se rompió. La crisis social (estallido incluído), más los años de pandemia parece que nos dejaron una huella dolorosa y difícil de borrar y, por lo que nos enseña la historia, muy compleja de revertir. 

La violencia, el irrespeto a las normas y el desapego (desprecio) a toda autoridad marcan la pauta a diario. Cada vez observamos como la delincuencia parece desatada y el manoseado Estado de Derecho se hace cada vez menos visible, sobre todo en nuestra amada Araucanía que vive el azote de actos violentistas casi a diario. Y todo esto, lamentablemente, fue potenciado por políticos —muchos de ellos en el Gobierno— que justificaban el uso de la violencia para conseguir objetivos. Terrible error. 

Obviamente Pucón no está ajeno e inmune a este fenómeno. Pero sí estamos (en hora buena) con retraso respecto a las manifestaciones más extremas. Por lo mismo el llamado de esta editorial es a cuidar nuestro tejido social local. Que tengamos a bien observar con detención cuál es nuestro aporte y el rol que debemos cumplir para potenciar una convivencia sana y dejar de inyectar cuotas de violencia sea cual fuere la actividad que realizamos. Una sugerencia. Partamos por nuestras opiniones y reacciones en redes sociales. Ya que tal como decía el gran comediante mexicano, Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito” (tomada del político español del siglo XIX Emilio Castelar), “la violencia nada engendra, solo el amor es fecundo”.